Bugatti Chiron, un deportivo con mecánico personal incluido

Imagine que es propietario de un Bugatti Chiron, un coche de 2,3 millones de euros sin impuestos, y que circula por una carretera del sur de Francia, o de Alemania, o de Reino Unido. Si el coche pierde presión en un neumático, estos datos serán transmitidos a la central de la marca en tiempo real y a continuación recibirá un mensaje en el móvil avisando de la situación y del riesgo asociado. Y lo mismo con cualquier otro problema que pueda detectar en el funcionamiento del vehículo.

Gracias a un complejo sistema de telemetría instalado en los Bugatti Chiron, en la sede de Bugatti pueden seguir los movimientos de cada vehículo y detectar fallos o averías en cualquier momento y lugar. Este sistema es algo parecido a lo que ya es obligatorio en todos los vehículos nuevos, el ecall, pero a otra escala. Más o menos como ocurre con la potencia del coche, los vehículos normales tienen 150 o 200 caballos y el Chiron tiene 1.500 CV. O como con los precios, de los 25.000 o 30.000 de un coche normal a los 2,3 millones que cuesta un Chiron, que una vez pagados los impuestos superaría en España los tres millones de euros.

Este servicio de telemetría se emplea en las competiciones más avanzadas, como la Fórmula 1 o el DTM, pero en este caso los clientes del Chiron pueden contar con el servicio. Lógicamente, para poder usarlo deben dar su consentimiento por adelantado a la marca. Con este sistema de telemetría, los responsables de la marca pueden proporcionar a los clientes asistencia en todos los asuntos técnicos relacionados con su Bugatti. A cualquier hora del día y de la noche.

Esta telemetría no es nueva ya que el Veyron contaba con un sistema parecido desde el año 2004, lo que ha permitido monitorizar el comportamiento de todos los vehículos desde la sede. Con este sistema se supervisa el estado de funcionamiento de cada Bugatti, está en línea las veinticuatro horas del día y todos los días del año, siempre que el vehículo del cliente esté ubicado en un área con red de telefonía móvil.

El sistema vigila cerca de 10.000 datos de todas las partes del vehículo, incluyendo motor, transmisión, luces, aire acondicionado y el sistema de información y entretenimiento. Lo que aporta el Chiron es que todos estos datos se transmiten en tiempo real a la central de la marca. Estos datos que llegan desde cualquier lugar del mundo no requieren más que un mensaje de texto para llegar a Bugatti. Y un equipo de ingenieros de Bugatti, los llamados médicos volantes, están preparados para, si reciben señales inusuales del funcionamiento de un coche, poder tomar las decisiones adecuadas para solucionar el problema.

De esta forma, el Servicio de Atención al Cliente recibe la información necesaria para proporcionar el mejor soporte posible para cada Bugatti. Esto incluye respuestas rápidas a las preguntas de los clientes por teléfono y evaluaciones a largo plazo del comportamiento de los vehículos para que el médico volante pueda prepararse para su próxima visita al cliente. De esta forma los técnicos saben de antemano qué piezas de repuesto deben solicitar y pueden realizar inmediatamente los pedidos necesarios.

Bugatti tiene tres médicos volantes, que son responsables de los vehículos propiedad de los clientes Bugatti en las regiones de Europa / Rusia, Medio Oriente y Asia / Pacífico y América del Norte. Son apoyados por mecánicos en la sede de la compañía en Molsheim y en las instalaciones de los 34 concesionarios y servicios oficiales de Bugatti en todo el mundo. Desde el momento en que un cliente recibe un Bugatti, el médico volante es su contacto directo para todas las cuestiones técnicas. Estos técnicos ambulantes están disponibles las 24 horas y siempre listos para abordar el próximo avión con el fin de brindarles a los clientes el apoyo que necesitan, ya sea en el taller del distribuidor más cercano o en sus hogares, si no es posible brindar asesoramiento por teléfono o los resultados requeridos no se pueden lograr de esta manera.

El sistema de telemetría permite la comunicación bidireccional, no solo desde el Bugatti hasta el centro de atención al cliente, sino también viceversa. El Servicio al Cliente puede transmitir datos al vehículo para cambiar configuraciones o, hasta cierto punto, para llevar a cabo actualizaciones de software. Esta tecnología tan sofisticada se basa en un ordenador de un tamaño pequeño, situado en una caja de aluminio instalada en el vehículo que tiene solo 140 mm de ancho, 50 mm de alto y 100 mm de largo.