Alfa Romeo Giulia, diversión al volante asegurada

Alfa Romeo es una de esas marcas que siempre se han caracterizado por hacer coches deportivos, rápidos en cualquier trazado pero también muy divertidos de conducir. Hace unas semanas probamos el Giulietta, un modelo compacto que hereda esa deportividad pero en un coche más normal. Y eso que la versión que probamos entonces, la Veloce con el motor de 240 caballos, era un vehículo muy deportivo.

Sin embargo, con el que hemos probado en esta ocasión, el Giulia, las impresiones al volante son aún mucho más deportivas y la diversión es máxima. Y eso en una versión con un motor bastante menos potente, un dos litros de 200 caballos que anda bien, pero no tan radical como el de 240 CV del Giulietta Veloce. Lo que hace diferentes a ambos coches y le da una victoria absoluta en cuanto a diversión al Giulia es su esquema mecánico. Mientras que el Giulietta es un vehículo compacto de tracción delantera, el Giulia es una berlina de propulsión trasera.

Solo hay que sentarse al volante para comprobar, sin ni siquiera poner el coche en marcha, que estamos ante una verdadera máquina de disfrutar. La posición de conducción, el volante muy vertical, las grandes levas para gestionar el cambio de marchas son la antesala ideal. Y cuando comenzamos a rodar empiezan las sensaciones fuertes de conducción. Es un modelo perfecto, el ideal para usar a diario con su cambio automático para los atascos, pero también perfecto cuando queremos hacer un tramo virado de carretera, que es donde demuestra todo su potencial.

Y es que solo con empezar a circular comprobamos que tenemos una dirección muy rápida, en la que no hay que manotear mucho con el volante para tomar curvas incluso muy cerradas. Un pequeño giro en el volante hace que las ruedas ya giren bastante. También es muy precisa, lo que permite controlar una buena trayectoria cuando circulamos rápido por una zona virada de montaña. Las suspensiones ayudan, son bastante duras y hacen que el coche vaya muy bien asentado en el asfalto. Y también ayudan sus neumáticos, con un perfil 40 sobre llanta de 18 pulgadas que le proporciona aún mayor precisión. Y lo mejor es esa propulsión trasera que hace que, si vamos un poco rápido, el coche pueda llegar a moverse un poco, lo que permite disfrutar pero sin riesgos.

La caja de cambios funciona muy bien. Es de ocho marchas, y en el modo automático ya es muy obediente, pero cuando usamos las levas del volante es casi como usar un manual, pero sin el engorro del pedal del embrague. Son levas heredadas de los modelos hermanos de Ferrari, muy grandes, de aluminio y fijas en la columna de la dirección, lo que evita errores en la conducción. Son las levas perfectas para un coche.

Y como otro guiño a la legendaria Ferrari, este Giulia incluye en el propio volante el botón de arranque del motor. Va situado en el lado izquierdo por debajo del radio central; y en la versión Quadrifoglio Verde, la más radical, con un motor Ferrari de 510 CV, este botón es de color rojo. En nuestro caso, con la variante de 200 CV, es negro pero posicionado en un lugar muy llamativo.

La gama es bastante completa, con tres versiones de gasóleo, sin duda las más vendidas en España de momento, porque combinan esa diversión al volante, con tracción trasera, cambio automático con levas en el volante y suspensiones firmes, con unos consumos muy ajustados. De estas versiones hay tres opciones, 136, 150 y 180 caballos, además de la versión Veloce con 210 caballos, también la más radical. Y en gasolina, esta opción de 200 CV que hemos probado, un Veloce en gasolina con 280 CV y el mencionado y espectacular Quadrifoglio Verde, con 510 caballos firmados por Ferrari.

Pero volvamos con nuestra prueba, en la que hemos conducido la variante de gasolina de 200 caballos, el motor de acceso con este tipo de carburante. Es un propulsor muy bueno, pensado para usuarios que buscan disfrutar y que recorren kilómetros pero que no están todo el día en el coche, porque de lo contrario una variante de gasóleo será mucho más económica. El consumo homologado de nuestro 200 CV es de 5,9 litros, mientras que si optamos por un diésel de 180 CV, que también camina muy bien, es de 4,2 litros. El motor de nuestra prueba es un dos litros, un cuatro cilindros con buena cilindrada ayudado con un turbocompresor. Eso hace que sea un propulsor muy elástico, porque ofrece el par máximo desde solo 1.750 vueltas. Un motor brillante en el que conviene ir un poco pendiente para no acelerar en exceso y gastar de más o pagar multas.

Tengo que reconocer que este Giulia me ha gustado mucho, la combinación de su puesto de conducción con sus grandes levas, de su interesante motor y su comportamiento dinámico, me ha parecido de lo mejor que he probado últimamente. Y lo más llamativo es que no es excesivamente caro, tampoco es un modelo muy radical, o muy exclusivo. Es una berlina, con todos los atributos habituales de un coche de este tipo, con un toque familiar, pero con el valor añadido que aporta Alfa Romeo, de deportividad en estado puro.

Ficha técnica

• Motor: cuatro cilindros en línea.
• Potencia máxima: 200 CV a 5.000 rpm.
• Par máximo: 330 Nm desde 1.750 rpm.
• Cilindrada: 1.995 cc.
• Combustible: gasolina.
• Velocidad máxima: 230 km/h.
• Aceleración de 0 a 100 km/h, 6,6 segundos.
• Cambio: automático de ocho marchas.
• Tracción: trasera.
• Consumos homologados (urbano/ extraurbano/ mixto): 8,4/ 4,6/ 5,9 litros.
• Dimensiones (longitud/anchura/altura): 4,64 x 1,86 x 1,43.
• Capacidad maletero: 480 litros.
• Peso en vacío: 1.495 kg.
• Precio: 40.800 euros.