Es noticia
El coche autónomo lo tiene difícil: los europeos prefieren seguir conduciendo
  1. Motor
sensación de libertad y tener el control

El coche autónomo lo tiene difícil: los europeos prefieren seguir conduciendo

Independencia, buen humor, relajación... Eso es lo que sienten los conductores cuando se suben a su coche, unas sensaciones que no quieren perder con la llegada de las nuevas tecnologías

Foto:

¿Nos dejará el coche autónomo sin la posibilidad de conducir en un futuro no muy lejano? ¿Corren peligro los conductores actuales? ¿Se acabaron esos viajes de verano por carreteras secundarias? Si dejáramos la respuesta en manos de las personas que se sientan frente al volante, el resultado sería negativo. Por lo menos en Europa. Los pilotos lo tienen claro: aunque saludan la llegada del vehículo autónomo, quieren tener la posibilidad de tener el control de su automóvil.

Así lo expresan un 66% de conductores encuestados en once países de la Unión Europea en un estudio realizado por Ipsos en el que se pretende ahondar en los motivos que empujan a los europeos a sentarse frente al volante y sus sensaciones sobre el futuro de la conducción.

De hecho, un porcentaje ligeramente superior, el 69%, espera que la implantación del vehículo autónomo no signifique una prohibición de la conducción. En otras palabras, que sea el conductor el que tenga la última palabra a la hora de decidir quién asume el control del coche.

Somos unos devotos de la conducción. Hasta un 88% asegura que sentarse frente al volante de su coche es una actividad que le reporta placer

Es en ese punto donde se difuminan las líneas entre vehículo y conductor y donde los fabricantes están trabajando para que ambas unidades formen un todo. No se trata solo de una cuestión de tecnología como puede ser el caso de las asistencias a la conducción que incorporan algunos fabricantes sino una mezcla de elementos en los que la tecnología solo es un apartado más y donde se pretenden reforzar otros vínculos. 'Jinba Ittai', la expresión japonesa que expresaba el vínculo que se establecía entre un arquero montado y su caballo, y que era crucial para que las flechas dieran en el blanco adecuado, es la filosofía que Mazda emplea para expresar este nexo.

Un nexo que se trabaja tanto desde el punto de vista del diseño como desde la tecnología. El primero tiene un nombre propio, se llama KODO, una evolución por la que se pretenden eliminar todas esas líneas que no añaden nada a la imagen dinámica del vehículo. “Nos esforzamos por crear coches que sean más que un simple medio de transporte”, asegura Daisuke Umetsu, ingeniero de desarrollo de rendimiento del fabricante nipón.

placeholder

La filosofía de diseño de Mazda gira en torno al conductor, por eso miden las reacciones del cuerpo y cada movimiento buscando mejorar el placer de la conducción. Un ejemplo sería su icónico descapotable el Mazda MX-5, que es el más vendido de la historia y y que intenta establecer un vínculo con el conductor.

Para la marca japonesa, la conducción autónoma futura sería más bien un copiloto que mejore la experiencia de conducción y nos ayude en momentos de riesgo, pero que nunca deje de lado la diversión al volante. De hecho, en el presente sus coches ya cuentan con tecnologías como el asistente a la frenada en ciudad, la asistencia contra el cambio involuntario de carril, y los sensores que permiten mantener la distancia de seguridad con el vehículo precedente de forma automática.

Te relaja y te pone de buen humor

La sensación de libertad, utilizarlo como método de transporte para hacer turismo por el país o como vía para relajarse. Más allá de un método de transporte, son numerosos los conductores que aseguran sentir un vínculo especial con su vehículo, uno que va más allá de utilizarlo para ir al trabajo o para hacer la compra.

Según los datos extraídos del estudio, encargado por la firma nipona, somos unos devotos de la conducción. Hasta un 88% asegura que sentarse frente al volante es una actividad que le reporta placer, una cifra que en España queda algo por debajo de la media, con un 86%, pero demuestra que el nuestro también es un país de conductores apasionados.

El 48% de los italianos prefiere conducir a los videojuegos mientras que el 37% de los británicos lo prefiere antes que practicar deporte

¿Qué hay de los motivos que hacen que la conducción sea placentera para los europeos? La sensación de independencia es uno de los indicadores que mayor nota saca. A ella se unen otros factores como el hecho de sentirse al mando, escapar de la rutina diaria, encontrarse de buen humor e incluso la relajación que supone pisar el acelerador.

Conducir antes que ver la televisión

Casi la mitad de los encuestados también asegura haber utilizado el coche para viajar. Ya sean viajes dentro de su propio país (un 36% de los conductores) o en el extranjero (un 18%), los conductores europeos prefieren moverse en un vehículo de cuatro ruedas que hacerlo en otros transportes públicos. En este punto son los españoles los que tiran del carro ya que hasta un 66% asegura haber hecho algún viaje turístico por nuestro país en coche

Pero, ¿qué hay de esas actividades cotidianas que los conductores prefieren dejar de lado en pos de agarrar el volante? El estudio lanza algunos datos que podríamos definir de entre curiosos y divertidos. Por ejemplo, el 48% de los italianos prefiere conducir a los videojuegos mientras que el 37% de los conductores británicos prefiere sentarse frente al volante antes que practicar deporte. De nuevo, un 35% de italianos prefiere desplazarse en coche antes que tomarse una cerveza en un bar mientras que un 31% de polacos lo escogería antes que sentarse frente a la televisión.

Y para que no se diga que no hay gente para todo, un 9% de los conductores europeos anteponen esta actividad a ver a su familia o amigos e incluso un 3% cree que es más placentero que el sexo. ¿Quién dijo que el coche solo era un medio de transporte?

¿Nos dejará el coche autónomo sin la posibilidad de conducir en un futuro no muy lejano? ¿Corren peligro los conductores actuales? ¿Se acabaron esos viajes de verano por carreteras secundarias? Si dejáramos la respuesta en manos de las personas que se sientan frente al volante, el resultado sería negativo. Por lo menos en Europa. Los pilotos lo tienen claro: aunque saludan la llegada del vehículo autónomo, quieren tener la posibilidad de tener el control de su automóvil.

ECBrands Tecnología
El redactor recomienda