Prueba Triumph Street Triple RS 2017: corazón de carreras

Dentro de dos temporadas, en 2019, el motor de la Triumph Street Triple RS equipará las motos del Mundial de Moto2, que abandonará el motor Honda CBR600RR de cuatro cilindros para montar este motor tricilíndrico de mayor cubicaje, 765 c.c., y potencia, porque la versión más avanzada de la Street Triple proporciona unos buenos 123 CV de potencia, de serie. No cabe duda de que es un buen punto de partida que revela el auténtico carácter de esta deportiva británica.

El modelo Street Triple tiene diez años de vida, y esta última versión supone una actualización completa del concepto, que ha pasado de los 675 cc. de antes a los 765 cc. actuales. Con la RS se riza el rizo, ofreciendo una moto de excelente acabado y con un equipamiento de primer nivel, que permite extraer todas sus cualidades. Triumph ha establecido tres niveles diferentes dentro de la Street Triple: la S, opción básica de 113 CV de potencia que existe en versión homologada para el permiso de conducción A2; la R, con 118 CV y un carácter más deportivo; y finalmente la moto que presentamos hoy, la RS, de 123 CV de potencia que es el máximo exponente de esta familia, donde se aúnan ligereza, versatilidad, deportividad y confort.

Deportiva naked

El nivel de equipamiento de la RS está muy por encima de su coste, 12.300 euros, porque por acabados y eficiencia de esta moto tiene un rendimiento que nada ha de envidiar a rivales más potentes y de mayor cilindrada.

Siempre he pensado que resulta un contrasentido equipar una moto 'naked', una moto sin carenado, con un motor muy deportivo. Pero Triumph se ha convertido en un abanderado de este concepto, y lo cierto es que sabe conjugarlo de manera excelente. La Street Triple es ligera y manejable, lo que, de entrada, te permite sentir gran confianza. Te subes y te sientes seguro sobre ella, y a pesar de contar con una postura deportiva, como no podía ser de otra manera en este tipo de moto, es cómoda y nada radical.

Su posición de conducción no es en absoluto extrema, aunque si eres de los que te acostumbraste a un carenado, una pantalla o, aunque sea, una pequeña cúpula, te la tendrás que apañar con el escueto cupolino que resalta por encima de los faros. Sin protección que valga, tendrás que acostumbrarte a aplanarte sobre el depósito para rodar ligero. Pero la posición es muy neutra y los antebrazos no se sobrecargan.

Si has tenido la oportunidad de subirte en la anterior versión de la Street Triple, te sorprenderá, porque tiene una respuesta mucho más vigorosa, con un rendimiento constante, con una aceleración notable y una entrega de potencia sostenida, sin altibajos, en buena medida gracias al nuevo escalonamiento del cambio en las dos primeras marchas, una mejora que se agradece. Y la incorporación del 'shifter', que permite subir marchas sin embrague y sin cortar gas, le aporta un plus, un detalle de personalidad que enlaza directamente el motor con su espíritu deportivo.

Amiga de la carretera

La instrumentación es vital en una moto que dispone de tantos modos de ajuste, y Triumph no ha escatimado en recursos. Dispone de un amplio cuadro de mandos TFT de 5” de fácil lectura, donde se accede a toda la información sobre la regulación que hemos realizado en la moto. Y tiene un gran detalle: una sencilla solapa en el lado izquierdo permite regular varios grados su inclinación, evitando así las incómodas molestias de los reflejos del sol, con lo que siempre tendremos una lectura clara. Además, el sistema distingue entre horario diurno y nocturno, por lo que ajusta la intensidad del brillo y el color de la pantalla a la hora del día a la que rodemos, para no fatigar nuestra vista.

La Street Triple RS es una moto divertida, que te hace disfrutar la carretera, porque a pesar de su espíritu deportivo no es una moto extremadamente 'racing', aunque si quieres entrar en un circuito con ella no vas a sentirte extraño. La suave respuesta del motor, que completamente modulable con sus cinco modos de conducción, ayuda a conducirla. A los habituales modos que ya se encuentran en cualquier moto deportiva, Rain (lluvia), Road (carretera), Sport (deportivo) y Track (circuito), hay que sumar el modo Rider, donde el piloto puede ajustar los diferentes parametros del sistema (frenos, motor, control de tracción), que se encuentran interconectados entre sí. Por seguridad, cuando se apaga el motor se pierde la configuración Rider y hay que cargarlos de nuevo. Es una medida que evita que, por descuido, se pueda salir a carretera con unos ajustes pensados exclusivamente para circuito.

Calidad

La calidad de los componentes salta a la vista porque la moto ofrece, desde el primer contacto, una respuesta suave y completamente neutra. Las suspensiones —horquilla Showa delante, amortiguador Öhlins detrás— llegan de serie con un ajuste perfecto, trabajan de forma impecable. Incluso en esas pequeñas carreteras de firme arrugado que salpican nuestras sierras —¿quién no tiene una así cerca de casa?—, la Street Triple avanza sin rebotes ni sobresaltos, comiéndose con efectividad cualquier imperfección. Estupendo, porque, como bien sabemos, ahora nuestras carreteras no son precisamente alfombras…

El tacto del ABS, incluso en su modo más deportivo, es progresivo y directo. El sistema ha sido desarrollado por Continental, y cuenta con unas pinzas Brembo monobloque de anclaje radial que muerden con extraordinaria efectividad los generosos discos de 310 mm de diámetro, que paran la modo dónde, cuándo y como tú desees, ya que el ABS también es modulable.

Pero si hay que destacar una virtud de la Street Triple RS por encima de las demás, no cabe duda que su ligereza es la clave. Sus 166 kilos la convierten en una moto liviana, agradable de manejar, que se mueve con soltura y agilidad prodigiosas. Todo se vuelve, de repente, muy sencillo. Es tan fácil de llevar y tan agradable que la propia moto te permite realizar una conducción relajada, y cuanto más relajado te sientas con ella, más eficaz y neutra será tu conducción.

Si pensamos en el pasajero, evidentemente, tenemos que decir que no es una moto pensada para él, porque iría ahí arriba, expuesto al latigazo del viento, poniendo muchos kilos en una parte no deseada, allá en lo alto… De hecho, dispone de una tapa para el asiento del 'paquete' que le confiere un aspecto aún más deportivo. Ésta es una moto para disfrutar en soledad.

Generoso depósito

Tiene un generoso depósito de algo más de 17 litros, lo que sumado a su consumo, que Triumph anuncia de 4,7 litros/100 km, aunque a nosotros nos dio un gasto superior, permite garantizar una autonomía cercana a los 300 kilómetros, y eso es mucha, mucha diversión.

Como decíamos al principio, la Triumph Street Triple RS cuesta 12.300 euros, y además dispone de numerosos extras y accesorios para rizar el rizo, pero la versión de serie ya ofrece de por sí mucho más de lo que vale.

Ficha técnica:

Motor: 3 cilindros en paralelo.

Potencia máxima: 123 CV a 11.700 rpm.

Par máximo: 77 Nm a 10.800 rpm.

Cilindrada: 765 cc.

Dimensiones: -- x 926 x 1.085 mm.

Distancia entre ejes: 1.410 mm.

Neumáticos: 120/70 R17 delante y 180/55 R17 detrás.

Depósito de combustible: 17,4 litros.

Peso en orden de marcha: 166 kg.

Precio: 12.300 euros.