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Mercedes E220 Coupé, rápido, confortable, seguro y con un eficiente motor de 190 CV
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PRUEBA MERCEDES E220D COUPÉ

Mercedes E220 Coupé, rápido, confortable, seguro y con un eficiente motor de 190 CV

Este nuevo propulsor diésel reduce notablemente el consumo y las emisiones, con un valor homologado de 4,2 litros y menos de los 5,5 litros en una conducción real

Para la marca alemana, este modelo, el Clase E, representa el vehículo más importante de su gama, un vehículo que igual sirve como un coche para el taxi, por su gran robustez y su consumo muy ajustado, como de coche de representación para un ejecutivo de una gran multinacional. Y esa es su grandeza, que aporta además hasta cinco versiones diferentes de carrocería.

La gama del Clase E ofrece todas las opciones posibles en el mercado, desde la berlina o el familiar, incluida una variante de aspecto todocamino basada en la de tipo familiar, pero con mayor altura libre al suelo, lanzada hace unos meses. Se trata del Clase E All Terrain. Pero también cuenta con dos modelos muy diferentes y mucho más exclusivos, como son el Coupé y el Cabrio.

Ambos emplean la misma plataforma que la berlina y por ello cuentan con un amplio habitáculo, aunque, eso sí, repartido en solo cuatro plazas, con las dos traseras muy amplias y confortables. Es un verdadero cuatro plazas en el que cuatro adultos viajan perfectamente. Donde la impresión es algo peor es en lo referido a su maletero. Tiene 425 litros, una cifra algo justa en un coche que podemos considerar como un gran viajero.

Lo peor no solo es que tenga un maletero no demasiado grande, sino que además el acceso al interior del mismo está limitado por el tamaño de su puerta posterior. Si queremos meter una maleta un poco grande, lo tendremos complicado. Y meter algo más grande resulta casi imposible. Eso sí, el asiento posterior es abatible, lo que permite hacer hueco cuando se hace muy necesario.

Mecánicamente, es un coche con un toque deportivo innegable. Incluso con este motor de 'solo' 190 caballos pero que mueve sobradamente este modelo, cuya velocidad máxima es de 242 km/h. Es el único motor diésel disponible en la gama, al menos por el momento. Se trata de un propulsor de última generación, que destaca por un consumo realmente ajustado, con un valor homologado de 4,2 litros. Lo mejor es que después de hacer más de 1.000 kilómetros con este coche, siempre hemos estado en torno a los 5,5 litros, o por debajo de esta cifra, y tratando de circular lo más rápido posible pero sin superar mucho los límites.

Su caja de cambios funciona muy bien porque en el modo automático, que es como hay que usar siempre un cambio automático de este tipo, resulta muy dócil y se adapta exactamente a lo que quiere su conductor. Si uno se para a pensar cómo se maneja el cambio de manera automática, sorprende ver cómo podemos estar rodando por la ciudad a 50 km/h en quinta o sexta marcha… y eso siempre permite ahorrar. Además, con las levas, pequeñas y situadas a ambos lados del volante, siempre se puede hacer un uso casi manual y bastante rápido. Se me olvidaba comentarles que es el cambio automático de nueve marchas, el 9 G-Tronic.

placeholder Cuadro de instrumentos digital.
Cuadro de instrumentos digital.

El toque deportivo viene de sus suspensiones y de una carrocería con la altura rebajada en más de un centímetro con respecto a la berlina, lo que contribuye a transmitir esa sensación de ir más pegado al suelo. Además, en nuestro caso concreto, el vehículo montaba unos neumáticos sobre llanta de 20 pulgadas y un perfil muy bajo, de solo 30. Con ello, la precisión de la dirección es absoluta y si rodamos deprisa en una zona virada y con el modo Sport seleccionado, tendremos la sensación de estar conduciendo un buen deportivo. Eso sí, el confort se reduce y sobre todo tendremos la sensación de tener que ir muy pendientes del asfalto para evitar posibles roturas de una rueda.

En cuanto a su equipamiento, es bastante completo, pero la lista de opciones es muy amplia e incluye algunos sistemas de ayuda que acercan la conducción autónoma, el Distronic Plus, con el control de crucero adaptativo hasta detener el vehículo, el sistema de cambio activo de carril gestionado solo con accionar el intermitente, el freno de emergencia. Eso sí, buena parte de estos elementos son opcionales.

Un detalle que sorprende nada más subirse al coche es su gran cuadro de instrumentos digital, que es una opción en las versiones menos potentes. Se trata de una pantalla de 12,3 pulgadas que tiene su continuidad en la pantalla de la consola central de otras 12,3 pulgadas. Con ello, el conductor encuentra frente a sí una pantalla de más de medio metro en la que puede programar todo lo que quiere ver y cómo lo quiere ver.

Es un buen coche, diferente y elegante, con un muy buen motor de gasóleo, pero salvo que se piensen hacer muchos kilómetros en un vehículo como este, de lujo, yo optaría mejor por una versión de gasolina, con un motor de acceso de 245 caballos o con el E300 de 333 CV. Y eso sin llegar a las variantes AMG, también disponibles en este modelo, que suponen una referencia deportiva en el segmento de los cupé medios de lujo.

Ficha técnica

Motor: cuatro cilindros en línea.

Potencia máxima: 194 CV a 3.800 rpm.

Par máximo: 400 Nm desde 1.600 rpm.

Cilindrada: 1.950 cc.

Combustible: gasóleo.

Velocidad máxima: 242 km/h.

Aceleración de 0 a 100 km/h, 7,4 segundos.

Tracción: trasera.

Consumos homologados (urbano/ extraurbano/ mixto): 4,7/ 3,8/ 4,2 litros.

Dimensiones (longitud/anchura/altura), 4,83 x 1,86 x 1,43.

Capacidad maletero: 425 litros.

Peso en vacío: 1.935 kg.

Precio: 53.700 euros.

Para la marca alemana, este modelo, el Clase E, representa el vehículo más importante de su gama, un vehículo que igual sirve como un coche para el taxi, por su gran robustez y su consumo muy ajustado, como de coche de representación para un ejecutivo de una gran multinacional. Y esa es su grandeza, que aporta además hasta cinco versiones diferentes de carrocería.

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