Maserati Boomerang, la firma genial de Giorgetto Giugiaro

La casa de subastas Bonhams ha vendido el pasado fin de semana en una subasta celebrada en Chantilly (Francia) un coche único, el prototipo Maserati Boomerang creado por Giorgetto Giugiaro en el año 1972. Un coche espectacular por su diseño y por su carácter innovador que también se hará famoso por su precio, 3,3 millones de euros.

En la subasta de Bonhams, celebrada con motivo del Concours d’Elegance de Chantilly, se ofrecían un total de 28 coches que han sido todos vendidos, por un montante total de 7,5 millones de euros. Los más destacados de todos han sido el espectacular Maserati Boomerang por el que se han pagado 3,3 millones de euros y otro Maserati, en concreto un Mexico diseñado por Frua en el año 1968 que ha alcanzado los 650.000 euros. El tercero es un Mercedes 450 SEL 6.9 de 1977 cuyo principal valor es que fue el coche de un famoso cantante francés de los años sesenta, Claude François.

El coche de colección vive unos momentos de esplendor y se ha posicionado como una muy buena alternativa para las personas que buscan formas de invertir grandes cantidades de dinero. Un modo de invertir con el que se pueden conseguir importantes rentabilidades pero que además tiene el valor añadido de poder disfrutar de esas inversiones usando algunos coches de ensueño.

La mejor prueba de ello es que en las diferentes subastas hay una gran pelea entre los asistentes por conseguir llevarse el coche a su garaje, algo que hace unos años no pasaba. En el caso del Boomerang la pelea ha sido encarnizada entre asistentes presentes en la subasta y otros que pujaban a través del teléfono.

Pero volvamos con el Maserati Boomerang y con su creador. Giorgetto Giugiaro es uno de los más geniales diseñadores del siglo pasado y de principios de este siglo. De su mano salieron los diseños de los algunos prototipos de Bugatti de la nueva era, los EB118 y 218, algún Ferrari y Lamborghini. Pero también es el responsable del diseño de modelos tan habituales en la vida diaria como el Volkswagen Passat o el Golf, cuyas primeras generaciones llevan su firma.

También el Fiat Panda, o el Punto o muchos otros modelos del grupo italiano. El De Lorean DMC-12, el famoso coche de la película “Regreso al futuro” igualmente fue diseñado por Giugiaro. Hay dos marcas para las que el diseñador italiano ha trabajado de manera continuada, como son Seat y Maserati. De la primera sus modelos más conocidos son el Ibiza, el Málaga y el Toledo de la primera generación, modelos de los años ochenta.

La otra marca con la que ha trabajado de manera continuada ha sido con Maserati. Suyo fue el diseño de uno de los Maserati más legendarios, el Ghibli de 1966, pero también salieron de su pluma los Bora, Merak o el Quattroporte en el año 1976. El 3.200 GT o el Spyder del año 2002 también llevan el sello del genial italiano.

Giugiaro conocía muy bien el Bora, el segundo Maserati que salió de su cabeza tras el Ghibli y aprovechando su desarrollo utilizó la base de este deportivo para hacer uno de los prototipos más espectaculares de la historia, el Boomerang. Sus formas totalmente rectas, su línea de cuña perfectamente marcada y su gran superficie acristalada, sobre todo en lo que se refiere a su parabrisas, le han convertido en una leyenda del diseño automovilístico. Su estilo tan especial pueden comprobarlo en estas fotos cedidas por la compañía Bonhams.

Era muy llamativo su frontal con su capó totalmente recto en el que los faros eran escamoteables para en condiciones normales dejar toda la parte delantera recta. Y en el centro de ese capó un anagrama de grandes dimensiones con el escudo de la marca del tridente. Sus puertas eran también muy llamativas ya que a la parte de cristal superior de todos los coches se unía una parte inferior también de cristal que daba una mayor visibilidad del habitáculo.

También fue muy innovador su interior con un cuadro de instrumentos integrado en el volante, muy futurista y espectacular, aunque no sé hasta qué punto sería realmente operativo, sobretodo circulando a alta velocidad. Es una idea, la de los botones situados en el interior del volante que también utilizó más tarde en la primera generación del Seat Ibiza.