Con nieve, evite brusquedades al volante

La nieve ha cubierto media España, la circulación por las carreteras se hace muy complicada y es el momento de repetir, una vez más, unos consejos básicos de cómo enfrentarse a esta circunstancia en las mejores condiciones de seguridad posibles. Lo mejor que se puede hacer es evitar viajar en coche por zonas difíciles estos días, pero, si hemos de hacerlo, el mejor consejo es la serenidad, mantener la distancia de seguridad, llevar siempre las luces puestas y evitar las brusquedades al volante.

La Dirección General de Tráfico ha colgado un vídeo en YouTube muy interesante en el que se explican los principales consejos que se deben seguir para conseguir que el desplazamiento, si necesariamente tenemos que hacerlo, salga bien y lleguemos a nuestro destino sin problemas. Unas normas sencillas pero muy importantes.

Tres de ellas son vitales y fáciles, llevar siempre el depósito de combustible lo más lleno posible, siempre ir con las luces puestas y llevar un teléfono móvil con batería suficiente, y si es posible con el cargador dentro del vehículo. Esto nos permitirá pedir ayuda si tenemos un problema grave con el coche; el carburante, por su parte, hará que podamos mantener el motor en marcha y tener calefacción, al menos durante unas horas.

Otras normas básicas se refierena lo que hay que llevar en el automóvil. Y la primera norma es, en esta época del año,no salir sin las cadenas en el maletero. Pero unas cadenas que funcionen, que sirvan para la medida del neumático de nuestro coche y sobre todo que sepamos usarlas. Para ello, lo ideal es probar a montarlas en una explanada un día normal, sin nieve. Los que tienen un vehículo equipado con neumáticos de invierno están por supuesto exentos de todo esto.

También hay que llevar en el cocheropa de abrigo, unos guantespara poder poner las cadenas y no está de más llevar algo de comida muy energética, como chocolate o frutos secos, ropa de agua y una linterna.

Hay otro tema muy importante, el quitar la nieve o el hielo del parabrisas y del cristal trasero. La visibilidad es clave para tener una buena seguridad. Lo ideal es poner el motor en marcha y mientras se calienta utilizar un rascador para quitar el hielo. Luego con el limpiaparabrisas, cuando ya esté caliente el cristal, terminaremos de quitar el hielo. Pero no use nunca agua caliente, porque puede romperse el cristal. Tampoco use sal y no eche el agua del sistema del limpiacristales. Lo que si puede usar es alcohol para quitar una capa fina de hielo. Y recuerde quitar también el hielo de los faros.

Llegamos ya al punto clave, cómo se debe conducir en estas circunstancias. Lo más importante es realizar una conducción suave, tranquila y sin brusquedades. Evitar los nervios al volante. Un volantazo, un frenazo más brusco o un fuerte acelerón lo único que hará será complicar más la situación. Por eso, hay que mantener en todo momento la calma y la serenidad.

También es clave anticiparse a lo que va a pasar y poder decidir con tiempo. Con ello evitaremos sustos. Si vamos rodando por una carretera en la que hay nieve en algunas zonas debemos ir a una velocidad suficientemente lenta como para que al llegar a la curva no nos sorprenda que exista nieve o hielo. Y, sobre todo, suavidad en todo lo que hagamos. La distancia de seguridad, siempre clave, lo es mucho más en estas circunstancias cuando controlar el vehículo es más difícil.

En una conducción normal, con suelo seco, lo habitual es al llegar a una subida quitar una marcha para tener más fuerza y poner una marcha más en las bajadas. Pues con nieve y hielo es lo contrario, al subir, para evitar patinazos, lo haremos en la marcha más larga posible. Y al bajar lo haremos en una marcha más corta, para tener más retención. O sea, si en un puerto de montaña usted sube en tercera y baja en cuarta, con nieve suba en cuarta y baje en tercera.

Arrancar es algo complicado con nieve. Olvídese de hacerlo en primera y menos aún, al ver que no consigue moverse, pisar más el acelerador. Es lo contrario, suavidad máxima, poner segunda, pisar muy suave el acelerador, lo mínimo para que no se cale el motor. Y soltar muy suave el embrague también.

Si hay placas de hielo en nuestro recorrido en alguna curva o en una umbría, lo que se debe hacer es reducir mucho el ritmo de marcha, intentar circular a velocidad de paso de hombre y evitar frenar en esa zona, a no ser que sea estrictamente necesario. Cuidado en carreteras de montaña en las que hay una rodada entre la nieve. Si es reciente, está bien pisar sobre ella, pero si el coche ha pasado hace más tiempo puede haberse convertido en hielo, mientras que todo lo demás será nieve más blanda y con mejor adherencia.

Conocer los sistemas de ayuda a la conducción o de seguridad de nuestro vehículo como el ABS (sistema antibloqueo de ruedas) o el ESC (sistema de control de estabilidad) nos será de gran ayuda para circular en este tipo de condiciones. Sobre todo si los sabemos usar. En este sentido muchos coches ofrecen un programa de conducción específico para invierno. Pero todo esto hay que saberlo antes de que se presente el problema. De lo contrario, no le sacaremos partido.

Y cuidado con seguir a otros coches que a lo mejor van más rápido por la carretera. Debemos ir despacio, tranquilos y ajustar la velocidad a lo que realmente sabemos hacer nosotros. Puede que el otro coche lleve ruedas de invierno, que son la solución definitiva en estas circunstancias, o que lleve tracción 4x4 o cuyo propietario simplemente sepa mucho de conducción invernal.

Hay zonas de España en las que la alternativa de los neumáticos de invierno no es muy aconsejable por la elevada temperatura del asfalto durante casi todo el año. Pero en toda la zona norte, mucho más fría, la alternativa de montar unos neumáticos específicos para invierno es la definitiva. En Alemania, por ejemplo, en más de la mitad del país es obligatorio llevar neumáticos de invierno, los conocidos como M+S, durante medio año. De lo contrario no se puede circular por la zona norte alemana. Y en los países nórdicos también está prescrito por ley.