Citroën C4 Cactus, un coche innovador fabricado en Madrid

Citroën fabrica en exclusiva para todo el mundo el C4 Cactus en la planta madrileña de Villaverde. En el año de su lanzamiento se han fabricado 60.000 unidades, pero en 2015 la producción subirá hasta las 100.000 unidades, como consecuencia de la buena acogida que este modelo tan innovador tiene en los mercados exteriores. Desde enero se va a exportar a los cinco continentes.

En los últimos años la planta del Grupo PSA en la localidad madrileña de Villaverde, habitualmente conocida dentro del grupo como fábrica de Madrid, ha construido productos de la marca Citroën. El último, hasta la llegada del nuevo C4 Cactus fue el Pluriel, un coche basado en la plataforma del C3 pero con un estilo entre coupé y descapotable.

Tras el fin de la producción de este modelo, la planta de Villaverde ha estado fabricando versiones de los Peugeot 206 y 207, pero su futuro era algo incierto. Con el anuncio de la asignación a la planta madrileña del innovador C4 Cactus a finales de 2013, los trabajadores de la planta vieron su futuro asegurado.

La planta de Villaverde se creó en el año 1952 y entre los años 1954 y 1970 perteneció a Barreiros Diesel fabricando entonces tractores y motores diesel pero también turismos y vehículos comerciales. Los más destacados fueron el Dodge Dart cuya producción se inició en 1965 y el Simca 1000 en 1966. En el año 1970 la propiedad de la factoría pasó a Chrysler para fabricar modelos propios de la marca en Europa, y en 1980 pasa a ser de Talbot. En esta época se fabricaban modelos como el Horizon y su versión con maletero el Solara, el 150 o el pequeño Talbot Samba.

En el año 1987 el grupo francés PSA Peugeot Citroën se hace con la planta y desde entonces fabrica en ella diferentes modelos de las dos marcas emblemáticas del Grupo (Citroën Xsara, C3 y los Peugeot 205, 309, 306, 207…). Sin duda el modelo más importante que salió de la fábrica de Villaverde fue el Peugeot 205 del que se llegaron a fabricar 1,18 millones de unidades.

En estos momentos la planta produce las últimas unidades del Peugeot 207 Plus y del 207 CC, pero el grueso de la producción se basa en el C4 Cactus. Este innovador modelo se lanzó al mercado la primavera pasada y desde entonces se han fabricado ya 60.000 unidades.

En un principio la planta tenía previsto hacer 80.000 unidades anuales, pero dado lo bien que se está vendiendo en los diferentes mercados exteriores las cifras ya se han incrementado. De momento, la petición que se ha hecho desde el grupo PSA para Villaverde es hacer en 2015 100.000 unidades del Cactus. Su capacidad de producción con las instalaciones actuales podría llegar a las 150.000 unidades cada año, mientras que con algunas pequeñas modificaciones se podrían alcanzar los 200.000 vehículos al año.

La planta de Villaverde tiene la exclusiva mundial de la producción de este modelo. Las cifras de 2014 apuntan que se exportan el 86% de los Cactus fabricados mientras que del Peugeot 207 CC, del que se hacen muy pocas unidades, se exportan prácticamente todos. En ella trabajan 1.800 empleados destinados directamente a la producción de vehículos y otros 400 destinados a Villaverde desde otras plantas del grupo francés.

La planta de Villaverde es también muy importante para la Comunidad de Madrid y para el entramado industrial español. El 85% de los proveedores de la planta para la producción del Cactus están a una distancia inferior a los 450 kilómetros, lo que supone el 65% del valor del coche con el sello “made in spain”. Si durante el año 2014 se han fabricado 24 vehículos por hora, desde principios de año se van a construir 30 unidades por hora, con el objetivo de hacer las 100.000 unidades impuestas por el grupo para esta planta.

Una de las claves de la planta de Villaverde es la calidad de producción. Esta factoría de Madrid está entre las mejores del grupo por su calidad de construcción. Cada día un grupo de probadores expertos recorre con 50 de los nuevos coches fabricados una pista con todo tipo de obstáculos y dificultades, con baches, adoquines o suelo deslizante, en la que se detectan las más pequeñas irregularidades.

Además, en la cadena de montaje hay diversos puntos de control de calidad. En ellos, expertos en encontrar fallos analizan cada vehículo y detectan hasta los más mínimos defectos. Y se controlan 1.800 características funcionales y de aspecto en cada vehículo antes de salir de la planta.