El más grande de los pequeños

Opel ha logrado una jubilación dorada para su modelo más vendido en estos momentos, el Corsa. Este es su último año de venta antes de que llegue una generación completamente nueva del modelo en 2015, y está logrando que se sitúe entre los más vendidos mes tras mes. Gran habitabilidad para sus dimensiones, buen comportamiento, unas mecánicas eficientes y, sobre todo unos precios muy razonables son las principales razones de sus éxitos.

La generación actual se puso a la venta en el año 2007 y experimentó un pequeño lavado de cara en 2011, y desde entonces se mantiene siempre entre los más vendidos del mercado. A todos los argumentos comerciales habituales de los automóviles, en el caso del Corsa se añade un innegable toque juvenil que le ha permitido seguir muy activo en el mercado. Y un detalle que pasa desapercibido para los que no son ciclistas, pero clave para los que practican este deporte y necesitan transportar sus bicicletas, el Flex-Fix.

El Opel Corsa tiene dos carrocerías muy diferentes, una de tres puertas de aspecto muy deportivo, con una habitabilidad ligeramente inferior, pero sobre todo con un acceso a las plazas traseras más complicado. Y una variante de cinco puertas, mucho más útil, más fácil de utilizar incluso por una familia pequeña. Por el contrario, es algo menos vistoso.

Para hacer esta prueba del Opel Corsa un año antes del profundo cambio que va a experimentar en 2015, y del que ya se han visto algunas fotos y pruebas de validación, hemos elegido probar la versión más completa de la gama, el que podríamos llamar Corsa full equipe, sin dejamos fuera las versiones OPC de altas prestaciones. Una variante muy equipada, con el motor 1.4 Turbo de 120 caballos, y con una estética diferente con sus llantas de color negro y su techo en ese mismo tono. El coche tiene un muy buen aspecto y cualquiera diría que es un coche en su fase casi terminal de vida útil.

Pese a su veteranía, es un coche muy bien pensado. Las plazas delanteras son buenas, con una sujeción buena para el cuerpo y con un banqueta lo suficientemente larga como para poder apoyar bien los muslos. Y el puesto de conducción es suficiente. En este sentido, la visibilidad es buena y permite encontrar una posición óptima al volante al contar con ajustes en sentido longitudinal y vertical. El cuadro de instrumentos es sencillo, con pocos datos, pero resulta cómodo y fácil de ver.

En cuanto a las plazas traseras, son muy buenas, de lo mejor del segmento. Y demuestra cómo se puede aprovechar al máximo el espacio en un coche de solo 4 metros (exactamente 3,99 m.). Las plazas traseras ofrecen la mayor distancia para las piernas del segmento. Y además tiene un detalle interesante: el respaldo de estas plazas traseras se puede ajustar en dos posiciones, si bien una es la normal, la que siempre se utiliza, y la alternativa resulta muy vertical para optimizar el espacio del maletero, pero algo incómoda.

Hay otro detalle importante en el Corsa de 5 puertas, y son sus puertas traseras. Estas son de un buen tamaño, porque llegan casi hasta el final de la carrocería, pero lo más importante es que abren con un ángulo muy grande, casi hasta ponerse totalmente verticales. Con ello el acceso a estas plazas traseras es el mejor del segmento, o al menos uno de los mejores. Y por lo que respecta a su maletero, los 285 litros que cubica están en la media del segmento. Y tiene un doble fondo para llevar algunos objetos fuera de la vista y más sujetos.

Otro punto en el que el Opel Corsa sale bien parado es en cuanto a posibilidades de personalización, como demuestra esta unidad que hemos probado. Pero la competencia está apretando mucho en este sentido, y coches como el Mini o el Clio son más personalizables. Sin duda esto va a cambiar con el nuevo Corsa cuando llegue en 2015. Y la prueba es el hermano pequeño del Corsa, el Adam, que tiene unas posibilidades inagotables en este sentido.

Llega el momento de poner el coche en marcha. Antes de continuar les repito que se trata de la versión más potente, y también la más cara de la gama del Corsa. Su motor es el 1.4 de 120 caballos, un gasolina que ofrece un funcionamiento delicioso. Se trata de un gasolina de los de la nueva generación, motores de cilindrada pequeña y con turbocompresor para ganar potencia.

Es un propulsor casi eterno y parece más un motor eléctrico que uno térmico. El par máximo lo ofrece a 1.750 rpm, es decir parecido a un diesel en este sentido, pero lo mejor es que sigue ofreciendo la misma cifra de par máximo hasta alcanzar las 4.800 revoluciones, como un gasolina. O lo que es lo mismo, que casi da igual la marcha en la que vayamos porque casi siempre tira bien.

De todas formas, no se puede olvidar que es un motor pequeño de cilindrada y que son 120 caballos, que mueven con mucha soltura este pequeño Opel, pero que no son las potencias que requiere una versión deportiva. Hay un Corsa OPC cuya potencia sube por encima de los 200 caballos, y eso si que son palabras mayores.

En cuanto a su caja de cambios, es de cinco marchas, sin duda para conseguir un ahorro en el precio final del vehículo, un aspecto muy importante en este segmento. Las marchas están bien escalonadas aunque las últimas son algo largas en busca de unos consumos algo más ajustados.

En este sentido del consumo, el Corsa de 120 caballos que hemos probado se sitúa en la media del segmento. Si analizamos versiones de gasolina, los 5,5 litros del Corsa 120 CV se posicionan ligeramente por encima de los motores TSi del grupo Volkswagen similares. En cualquier caso, las cifras de consumo son bastante razonables, sobre todo porque no es una versión pensada para usuarios que tengan que hacer muchos kilómetros con su coche. De lo contrario optarían por undiesel.

Llegamos al momento de hablar de comportamiento en carretera. Con las suspensiones normales y con el neumático habitual en la gama Corsa, resulta un coche confortable, con un buen compromiso entre confort y estabilidad. Sin embargo, nuestra unidad de pruebas montaba la suspensión sport, que ofrece un tarado más duro de amortiguadores y muelles.

Además, su neumático sobre llanta de 17 pulgadas con un perfil 45 contribuye a hacer más dura la suspensión. Ayuda a proporcionar una mayor precisión en las trayectorias pero al mismo tiempo también contribuye a dar un tacto más seco a las suspensiones y a reducir el confort de los ocupantes. Esta circunstancia se ve aumentada cuando rodamos por una zona bacheada, donde los ocupantes pueden estar poco a gusto mientras que su conductor disfruta.

Pero sobre todo hay un aspecto que me parece importante, como es su precio. La relación calidad/precio que ofrece la gama del Corsa en estos momentos creo que es la mejor dentro del segmento, siempre que busquemos un coche de calidad. Hay algunas alternativas un poco más económicas aún, pero están pensadas para un tipo de cliente que busca el coche más barato y no aquellos que quieren un buen coche de precio ajustado.

El Opel Corsa es una muy buena alternativa si se busca un coche bien hecho, con una muy buena habitabilidad, sobre todo en las plazas traseras. Buen comportamiento en carretera y una amplia gama de versiones de motor en un coche que está llevando muy bien su último año en el mercado. Y un sistema de transporte de bicicletas único en el mercado. Seguro que el nuevo será aún mejor, pero para eso habrá que esperar unos cuantos meses.