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Un compacto equilibrado y discreto
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PRUEBA FORD FOCUS 1.6 CDTI 115 CV

Un compacto equilibrado y discreto

A la espera de la llegada del nuevo Mondeo, después del verano, la marca del ovalo mantiene dos modelos en los segmentos más demandados del mercado,

A la espera de la llegada del nuevo Mondeo, después del verano, la marca del ovalo mantiene dos modelos en los segmentos más demandados del mercado, el Fiesta entre los coches urbanos y el Focus en los compactos. Esta semana probamos este último, en una interesante versión turbodiésel de 115 caballos. Una buena alternativa, muy equilibrada, pero demasiado discreta.

La tercera generación del Focus está en venta desde el año 2011, y como su antecesor destaca por un magnífico comportamiento en carretera, con una estabilidad realmente buena y un confort de marcha casi al mismo nivel que su estabilidad. Tiene por ello un compromiso más que bueno en este aspecto, lo que le convierte en uno de los mejores compactos en este sentido si se quiere hacer muchos kilómetros.

Para esta prueba hemos elegido un motor muy razonable, el 1.6 TDCi, que funciona bien, que sube de vueltas bastante bien, aunque en la parte más baja del cuentavueltas, por debajo de las 1.500, se muestra algo perezoso. Para explicarme un poco mejor, ofrece una subida de vueltas razonablemente buena con el motor a bajo régimen, pero peor que otros modelos de su competencia directa.

Con este motor este Focus se mueve bien pese a que es un vehículo bastante pesado. Esta variante con el motor de 115 caballos pesa más de 1.350 kilos. De todas formas creo que es una versión más que suficiente para la mayor parte de los usuarios, pero por encima en la marca del ovalo se ofrece una variante de 163 caballos, que hará las delicias de los que buscan más prestaciones y disfrutar más del coche yd e su buen comportamiento en carretera..

Su consumo homologado aumenta entonces 0,8 litros cada 100 kilómetro hasta los 5,3 litros. Y en cuanto a su precio, también hay poca diferencia, ya que son 2.000 euros respecto a la versión equivalente de 115 caballos, aunque solo se ofrece con el equipamiento más completo, el Titanium.

Hay que habar de consumos, quizá uno de los puntos clave de un coche en los tiempos que corren. Nuestro consumo medio después de más de 800 kilómetros por carretera, con solo unos pocos de ciudad, se ha situado ligeramente por debajo de los 6,0 litros, pero rodando siempre a ritmo normal y sin tratar de buscar una cifra especial de consumo. Si hablamos del valor homologado, esta variante con el 1.6 CDTi consume 4,5 litros.

La caja de cambios es muy buena, con una gran precisión y esto hace que el manejo de la palanca sea rápido y bueno y que no plantee problemas de pereza para cambiar de marcha, algo que en otros coches si ocurre. Y lo mismo pasa con la dirección, que es realmente buena, de muy buen tacto y que transmiot6e muy bien lo que ocurre sobre la carretera. La precisión del guiado de este coche es muy buena.

Y su comportamiento en carretera yo diría que es el mejor, o al menos uno de los mejores del segmento. Y es que cuenta con unas suspensiones bastante firmes, que proporcionan una perfecta estabilidad al vehículo y que transmiten la máxima confianza no solo a su conductor sino a todos los ocupantes. Esa firmeza, además, no supone perder confort, lo que siempre se agradece. Sobre todo si queremos hacer una conducción más familiar o al menos no limitarnos a que el conductor circule rápido sin otras aspiraciones.

Pero no todo es bueno en el Ford Focus, pese a que es uno de los pesos pesados del segmento compacto. Su motor, como comentábamos antes, es algo perezoso cuando gira a pocas vueltas y se pisa con fuerza el acelerador. Pero lo que menos me gusta es que es bastante ruidoso y resulta un poco tosco en su utilización.

Pese a sus dimensiones, bastante parecidas a las de sus rivales, en realidad transmite la sensación e ser un vehículo más pequeño, más compacto que sus rivales. Y eso mismo que se ve desde fuera se transmite al interior. Por un lado la cota de anchura es algo justa, por lo que tres personas detrás irán un poco justas, y también ocurre lo mismo con su cota de altura, ligeramente justa. No tanto por su altura real sino más bien por la sensación de que el techo está cerca de nuestra de cabeza.

Su interior tiene un aspecto muy moderno, sobre todo si nuestro vehículo equipa los últimos sistemas de sonido y navegador. Desarrollados por Sony, transmite a los ocupantes el aspecto de un equipo realmente moderno y sofisticado. Y el sistema Sync permite hacer muchas cosas con el equipo. En este sentido, para sacar el máximo partido a este completo equipamiento, que incluye acceso a internet y un montón de servicios adicionales, hay que dedicarle un tiempo de aprendizaje.

Esta tercera generación del Focus lo que ha perdido es su variante con carrocería de 3 puertas. El modelo compacto de Ford solo se ofrece con la carrocería de cinco puertas, el compacto que hemos probado en esta ocasión, en una versión sedán y una variante familiar.

La variante sedán, con una carrocería de tipo tres volúmenes, ofrece 18 centímetros más de longitud, pero con una carrocería que mantiene la estética del Focus, aunque lógicamente con un mayor volumen de maletero. Este pasa de los 363 litros que cubica el 5 puertas hasta los 421 litros de esta variante sedán.

Pero si lo que realmente se busca es mucho maletero, entonces la alternativa es la variante de carrocería familiar. Se denomina Sportbreak, es solo dos centímetros más largo que el Focus sedán, pero por el contrario su volumen de maletero alcanza los 490 litros. Al igual que sus dos hermanos de gama también destaca por ofrecer un tamaño bastante compacto a la vista.

La otra variante disponible en la gama del Focus poco tiene que ver con sus hermanos, y es que pese a mantener su denominación y su estética parecida, se trata de la versión más deportiva, el ST. Bajos estas siglas se esconde una versión más radical, en la que destaca su motor de 250 caballos, lo que unido a su buen comportamiento en carretera le hace una de las mejores alternativas para los que buscan un modelo compacto, de aspecto bastante normal y discreto, pero de prestaciones muy deportivas. Curiosamente esta versión de altas prestaciones se ofrece en versión de cinco puertas y en la variante Sportbreak.

Y un último aspecto muy importante, en el que destaca el Focus, es en su completo equipamiento de seguridad. Y es que entre las que son de serie y las opcionales ofrece todo lo que los coches más grandes, y de segmentos superiores ofrecen, como Control de crucero adaptativo, aviso de cambio de carril, aviso de ángulo muerto y muchos otros sistemas que ahora empiezan a ofrecen los modelos compactos, pero que cuando se introdujeron en el Focus, en el año 2011, fueron una verdadera revolución en el segmento compacto.

A la espera de la llegada del nuevo Mondeo, después del verano, la marca del ovalo mantiene dos modelos en los segmentos más demandados del mercado, el Fiesta entre los coches urbanos y el Focus en los compactos. Esta semana probamos este último, en una interesante versión turbodiésel de 115 caballos. Una buena alternativa, muy equilibrada, pero demasiado discreta.

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