Nuevo Mini, más grande y más tecnológico

Mini lanzará al mercado español el próximo 27 de marzo la tercera generación de un modelo emblemático que crece en tamaño, en conectividad y tecnología, pero que también incorpora unas mecánicas mucho más eficientes, incluyendo motores de tres cilindros. Es la revolución continua de Mini que en los próximos meses ofrecerá nuevas variantes de carrocería.

Si las dos anteriores generaciones han supuesto una verdadera revolución en el segmento del coche pequeño, el nuevo Mini promete serlo aún más, pero al mismo tiempo conservando esa imagen del modelo que Sir Alec Issigonis dibujó sobre una servilleta a finales de los años cincuenta. Un modelo que revolucionó la forma de entender el automóvil. Y es que por definir de una manera clara esta nueva generación del Mini, diría que supone una evolución del estilo pero con una revolución en cuanto a tecnología.

El nuevo modelo es más largo y más ancho, 10 y 2 centímetros respectivamente, pero también más bajo que su antecesor, lo que le proporciona un aspecto más robusto y dinámico. Pero pese a estos cambios y el consiguiente crecimiento, yo diría que recuerda más la imagen del clásico modelo británico.

En lo que no tiene ni punto de comparación es en su apartado tecnológico. Aquel viejo Mini tenía los pedales, los intermitentes, las luces y poco más, mientras que el nuevo tiene de todo lo que puede llevar un coche moderno, conectividad con internet, acceso a aplicaciones móviles, al e-mail o a la redes sociales, luces de LED, y ayudas a la conducción de última generación.

Dos semanas antes de su lanzamiento comercial hemos tenido la oportunidad de hacer unos kilómetros con el nuevo modelo británico y las sensaciones han sido muy buenas. La toma de contacto la hicimos por las calles de Madrid, un entorno ideal para este modelo por sus dimensiones y su enfoque urbano, y también por los alrededores de la ciudad.

Lo primero que sorprende del coche es su tamaño. A simple vista ya se aprecia claramente que es un coche más ancho y mejor asentado sobre el asfalto, lo que juega a su favor en dinamismo. Además, recuerda más al Mini de siempre que su antecesor. Y tiene algunos rasgos de diseño que le dan un toque muy personal, algo en lo que Mini ha marcado una nueva forma de hacer.

Y nada más abrir la puerta se aprecia que el coche es bastante más amplio. Es más largo, pero además tiene una mayor distancia entre ejes, lo que permite un habitáculo más grande que el de su antecesor. Incluso en lo que a maletero se refiere hay un crecimiento de volumen hasta alcanzar los 211 litros, con un aumento de 51 litros frente al actual.

Todo el salpicadero es nuevo, manteniendo el estilo típico de los nuevos Mini, pero reduciendo en algunos casos detalles un poco exagerados de la anterior generación. En este sentido lo más llamativo es su nuevo cuadro de instrumentos, que ahora incorpora dos relojes, un clásico velocímetro en el centro y a la izquierda un cuentavueltas incrustado en el primero. Ofrecen una muy buena visibilidad.

Y sobre todo destaca esa consola central redonda, reformada respecto a su antecesor y que ahora integra la pantalla de 8,8 pulgadas, con la que se manejan todos los sistemas. Los mandos para su gestión están en la parte baja, junto a la palanca de cambios. Ofrece muchas opciones en función del grado de terminación del vehículo y de su equipamiento.

Para hacer esta toma de contacto elegimos el nuevo Cooper, que equipa un sorprendente motor de 3 cilindros de 1,5 litros de capacidad que gracias al empleo de turbocompresor ofrece un rendimiento óptimo. Y es un propulsor que tiene el sello de BMW y de su deportividad innegable.

Pese a tener solo 1,5 litros, su potencia máxima es de 136 caballos. Es un motor muy agradable de utilizar porque tiene un par máximo bastante bueno, de 220 Nm, pero lo mejor es que están disponibles casi desde el ralentí. Por ello, siempre sube de vueltas con bastante decisión y hay que cambiar bastante poco.

Quizá el hecho de que sea un tres cilindros puede tirar para atrás a algún posible cliente, pero esta forma de pensar no tiene ningún sentido hoy en día, y menos con este vehículo. De hecho, no se nota para nada que es un tricilíndrico y únicamente cuando se pisa a fondo el acelerador desde pocas vueltas puede sonar ese pequeño ronroneo que nos indica claramente que es un tres cilindros. De lo contrario, ni se aprecia.

Si su utilización es muy buena, todavía queda lo mejor por comentar, que es su consumo. El valor homologado en esta versión con cambio manual de seis marchas es de 4,6 litros, lo que teniendo en cuenta que es un vehículo de gasolina y sobre todo que su potencia es de 136 caballos, hace que sea brillante. Solo un detalle, si en lugar del 3 cilindros de gasolina habláramos del 3 cilindros diesel que equipa al Cooper D, entonces la cifra sería de 3,6 litros.

El coche aporta un nivel tecnológico muy avanzado, y sobre todo en lo que a conectividad se refiere. El primer escalón de esta es la llamada e-call, que conecta en caso de accidente directamente con los servicios de emergencia. Y el año que viene se incluirá también el Teleservice, que cuando se sufre una avería el coche conecta directamente con el servicio técnico para gestionar dicha avería y su reparación.

Un segundo escalón de la conectividad se refiere a su compatibilidad con iPhone y Android. Cada vez se ofrecen más aplicaciones disponibles para su uso en el automóvil, de redes sociales, de estilo de conducción para mejorar la manera de conducir, de gestión de correo electrónico, de agenda y demás.

Por último, en un tercer escalón se sitúa la opción Mini-Connect XL. Esta incluye el Journey Mate, que es el verdadero compañero de viaje virtual. Permite interactuar entre el coche y el móvil, organizar un viaje, preparar recorridos, conocer el tiempo en las distintas zonas, saber la hora de llegada, buscar incluso una plaza de aparcamiento en el destino. Cuando el coche se está quedando sin combustible nos busca la gasolinera más próxima. Un sistema que nos facilita los desplazamientos al máximo.

Pero Journey Mate es mucho más. En casa o en la oficina, con el móvil se abre la aplicación y el viajero puede organizar todo lo que quiere en su viaje. Se informa del tráfico en la carretera, de la climatología que va a tener, de posibles alternativas menos congestionadas, de donde poder comer o cenar o algo que visitar. Una vez preparado el viaje, al llegar al coche solo hay que comunicar el móvil con el coche y tendremos todo el viaje planificado en nuestro navegador.

Vayamos con su gama. En un primer momento, la gama tendrá solo tres variantes, Cooper con motor de 136 caballos, Cooper D también con un propulsor de 3 cilindros pero diesel y 116 caballos y como tope de gama el Cooper S con un cuatro cilindros de 192 caballos. A finales de abril la gama se ampliará con las variantes One de 102 caballos y One D con 95 CV también ambas de tres cilindros. Y en julio se completará la gama con las variantes One75 de acceso a la gama con el motor de 75 caballos y con el Cooper SD, el diesel más potente.

En cuanto a sus cajas de cambio, todos los modelos ofrecen de serie un cambio manual de seis marchas, mientras que la variante automática, con ocho relaciones, está disponible en toda la gama excepto en las variantes de acceso, el One75 de gasolina y el OneD.

Y estos son los precios previstos para el mercado español, que suponen un incremento de un 3% sobre los del actual Mini a la venta. Eso sí, los nuevos Mini incorporan más equipamiento por lo que si se comparan precios a igualdad de equipamiento, entonces experimentan de media un descenso del 5%.

Mini One75, 16.500 euros (disponible en julio)

Mini One, 17.900 euros (disponible en abril)

Mini Cooper, 20.550 euros

Mini Cooper S, 25.950 euros

Mini One D, 19.550 euros (disponible en abril)

Mini Cooper D, 22.100 euros