Hyundai i40, un gran coche asequible

Hyundai es una de esas compañías que, haya o no haya crisis, ve como sus ventas siguen creciendo de una manera sostenida e imparable en todo el mundo. Si todos sus últimos modelos lanzados en Europa están teniendo un gran éxito comercial, el i40 ha logrado posicionarse como una de las mejores alternativas dentro del mercado de las berlinas.

Y es que se trata de un coche coreano pero que ha sido desarrollado, tanto en la versión berlina, que hemos probado en esta ocasión como en la familiar denominada Crosswagon, en el centro de desarrollo que la marca tiene en Alemania, en concreto en Russelsheim. Por ello es un vehículo perfectamente adaptado a los gustos europeos.

Lo que más llama la atención de este modelo es su equilibrio general. Es un vehículo que va bien en todo, se le pueden poner algunas pequeñas pegas, pero en su conjunto es uno de los más completos del mercado. Y en este saco entran por igual apartados como el confort, la estabilidad, la facilidad de conducción, el comportamiento en carretera, el equipamiento o la seguridad. Y es que en todos estos aspectos el coche resulta realmente interesante.

La versión que hemos probado esta semana es la variante berlina, con una estética moderna, con líneas muy fluidas pero al mismo tiempo con un aspecto bastante discreto. Sus dimensiones exteriores son contenidas para el segmento en el que se integra, con 4,74 metros, pero su espacio interior es muy bueno, uno de los mejores entre su competencia.

Las plazas delanteras son muy buenas, con el grado de dureza justo en los asientos, lo que permite hacer grandes desplazamientos sin que aparezcan unos problemas de fatiga exagerados. En cuanto a las plazas traseras, la central es un poco más incómoda, por la configuración del asiento, pero las dimensiones son bastante buenas, Tres adultos tienen una capacidad cuanto menos razonable en anchura y también el espacio para las piernas es generoso. Tan solo la cota de altura sale algo peor parada, y es que si hay alguna persona de más altura, será mejor que viaje delante. Eso es culpa de su línea trasera con ciertos aire de coupé.

El maletero resulta suficiente. Aunque no es el que más maletero tiene del segmento, pero son más de 500 litros y bastante bien utilizables por ser muy largo, lo que le hace bueno también este apartado. Además, los asientos traseros se pueden plegar, con lo que se aumentan las posibilidades de carga. El problema que tiene en este sentido es que no está tan bien terminado como el resto del vehículo, Da la sensación de que se acabó el presupuesto antes de terminar el coche y los últimos flecos, aunque poco visibles, han quedado en el maletero.

Hablemos de su motor. Nuestra unidad de pruebas montaba el propulsor 1.7 CRDi de 136 caballos asociado con el cambio automático de seis marchas. Una combinación que se muestra definitiva porque permite una conducción muy confortable, relajada para poder hacer muchos kilómetros, pero al mismo tiempo con la suficiente reactividad como para viajar o desplazarse con mucha agilidad y la máxima seguridad.

De partida, la idea de un motor de 1.7 litros de cilindrada puede parecer justa, pero funciona más que de sobra. No hay que olvidar que uno de sus rivales, el Renault Laguna, lleva un motor de 1.5 litros y también “puede” con el coche sin problemas. El motor del Hyundai es muy bueno. Sube de vueltas con rotundidad y es razonablemente elástico.

Digo esto porque cuando dejamos que caiga de vueltas hasta muy abajo, al principio le cuesta un poco más subir de vueltas, pero en cuanto supera las 1.500 revoluciones ya empieza a empujar sin problemas Y con este cambio de reacciones bastante rápidas tampoco se plantea el menor problema, porque va a dejar que gire a tan pocas vueltas.

Pero hay que hablar de consumos. Y lo primero que se debe analizar es que se trata de un vehículo de 4,75 metros y que pesa más de 1.500 kilos. Aunque su aerodinámica es muy buena, con un morro muy afiliado, es mucho coche. Sus consumos, sin embargo, son muy razonables para lo que es el Hyundai i40. El valor homologado en el ciclo combinado es de 6,0 litros.

Después de hacer más de mil kilómetros con el coche en tres días rodando con una buena marcha, pero tratando de no superar en ningún momento los límites legales, el valor de consumo real se ha quedado rozando los 7,0 litros. En algún momento de rodar muy tranquilo por una carretera llana esta cifra ha bajado hasta los 6,8 de media. Y me parece un valor real de consumo muy bueno para lo que representa el i40 y para llevar un cambio automático convencional de los de convertidor de par.

No había conducido desde hace meses un Hyundai con cambio automático y no esperaba, de verdad, un uso tan bueno como el que he encontrado en este coche, con muy pocos resbalamientos, con pocas pérdidas y por el contrario con mucha eficiencia y mucha rapidez de funcionamiento. Además, también son de serie las levas, que permiten hacer un uso casi manual, aunque de verdad que salvo para una emergencia creo que no merece mucho la pena utilizarlas.

Su comportamiento en carretera es muy bueno, y realmente destacable. En otros modelos de la gama Hyundai se peca de una suspensión excesivamente blanda, aunque suficiente eficaz, como es el caso de Santa Fe. Sin embargo, en el caso del i40 se ha apostado por hacer una suspensión confortable de una dureza intermedia. Con ello, emplea unos tarados de suspensión algo más blandos de lo normal, pero sin comprometer en ningún caso la estabilidad.

Pese a esa poca rigidez de las suspensiones no hay unos balanceos excesivos de la carrocería, lo que hace que su comportamiento sea muy agradable. Y es que los nuevos Hyundai no tienen nada que ver con los de la anterior generación. Por ejemplo con el anterior Sonata, al que ha venido a sustituir este i40, estábamos ante un coche con un comportamiento más de barco. Por el contrario, en el nuevo tenemos un coche muy confortable pero con la mejor estabilidad, y esa es la combinación perfecta que todos los fabricantes buscan para sus coches, confort y estabilidad.

Un aspecto que merece un comentario a parte es la dirección. Es de asistencia eléctrica, por lo que resulta muy suave en la utilización en ciudad, lo que hace que este coche, pese a sus dimensiones, sea ideal para las maniobras de la ciudad. Lo curioso es que pese a ser excesivamente suave, transmite un tacto al conductor bastante bueno. Quizá diría mejor aceptable, porque cuando se trata de abordar una zona con algunas curvas y cambios de apoyo, el conductor puede echar en falta un tacto algo más duro en el volante. Lo que si tengo que reconocerle a esta dirección es que transmite muy bien las órdenes de su conductor, con una gran precisión, lo que permite determinar una trayectoria sin problemas.

En lo que este coche es definitivo es en el apartado de equipamiento. Y es que el precio de lista de esta versión Tecno es de 27.747 euros y a cambio tendremos un coche muy completo. Nueve airbags, incluyendo el de rodilla para el conductor, Por supuesto ESP con ayuda al arranque en pendiente que siempre es de agradecer. Levas en el volante, control de crucero, climatizador automático de doble zona, cámara trasera para unas maniobras seguras, navegador, freno de estacionamiento eléctrico, sensores de lluvia y de oscuridad. Y muchas más cosas.

Tiene un detalle que me ha sorprendido. Cuando uno accede a un gran coche, a un vehículo de 100.000 euros encuentra a veces un asiento del conductor que se acerca o se aleja del volante automáticamente para facilitar la entrada y la salida. Eso mismo lo tiene el Hyundai i40, aunque se trata de un coche de precio mucho más accesible.

Hyundai, que es una compañía con una personalidad propia y que hace las cosas de manera diferente, también lo hace en este sentido. Para el resto de marcas, un vehículo Premium se define como un coche de lujo, pero en el caso de la marca coreana el concepto Premium define un valor añadido con relación a las expectativas que el cliente tiene del coche.

El Hyundai i40 es una muy buena alternativa dentro del mercado de las berlinas medias. Un rival, por ejemplo, del Renault Laguna, el Ford Mondeo, el Peugeot 508, el Citroën C5 o el Opel Insignia. Un coche diferente, con un completo equipamiento y que en esta versión ofrece el máximo equilibrio en casi todo.Por ejemplo es muy equilibrado en confort frente a estabilidad, pero también en prestaciones frente a consumos o en equipamiento frente a precio de venta. Y como valor añadido dispone de serie de 5 años de garantía total, a los que se añaden los cinco años de control preventivo y de asistencia en carretera.