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BMW 640d, un deportivo de cuatro plazas movido por gasóleo
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PRUEBA / bmw SERIE 6 GRAN COUPE

BMW 640d, un deportivo de cuatro plazas movido por gasóleo

BMW estrenó antes de final del año pasado un coupé de cuatro puertas y cuatro plazas, sobre la base del Serie 6, para hacer frente a

BMW estrenó antes de final del año pasado un coupé de cuatro puertas y cuatro plazas, sobre la base del Serie 6, para hacer frente a una competencia cada vez más activa que llegaba del Mercedes CLS, inventor del concepto de berlina coupé de cuatro puertas, y del Audi A7. El resultado, el Serie 6 Gran Coupé es una muy buena alternativa, muy deportiva como todos los modelos de BMW, muy dinámico, pero también con los problemas que un deportivo ofrece por su propia configuración.

El Gran Coupé de la marca bávara cuenta con una longitud de cinco metros y ofrece una distancia entre ejes de tres metros. Básicamente, se trata de un Serie 6 ampliado para permitir ofrecer en su interior un habitáculo amplio, para cuatro personas. En realidad, la configuración de su interior es lo que en BMW han definido como un 4+1, que supone una nueva forma de distribuir el habitáculo de un coche. Dicho de una forma más clara, el Gran Coupé está homologado para cinco personas, pero que en realidad está pensado para cuatro.

Las dos plazas laterales traseras son bastante amplias en cuanto a espacio para las piernas. No hay que olvidar que se trata de un coche de cinco metros. Sin embargo, el de la plaza central tiene una postura realmente limitada. Y es que su anchura es buena, aunque la forma del respaldo no hace que sea una plaza cómoda. Pero el problema es que no tiene sitio para los pies, porque la columna central por la que va la transmisión, no permite ningún espacio.

Es decir, que este ocupante viajará mal, porque no tendrá sitio para poner los pies, y eso si se trata de hacer un recorrido de veinte minutos puede servir, pero para un recorrido más largo creo que no es muy aconsejable. Eso sí, las otras dos plazas son muy buenas, a nivel de la mejor berlina. En cuanto a la cota de altura es algo justa, pero en lo que si hay que tener cuidado es en la entrada y salida del coche, en dicha parte trasera. Conviene doblar un poco más el cuello para evitar darse un golpe en la cabeza.

Y en lo que a su capacidad de maletero, es buena y sorprende con esa imagen deportiva, innegable, que tiene el coche. Este alcanza los 460 litros ampliables hasta 1.265 si se abaten los respaldos de los asientos posteriores, algo que además se realiza muy fácilmente.

El Gran Coupé ha sido construido con materiales ligeros, con puertas de aluminio sin marcos, capó en aluminio y tapa del maletero en material compuesto reforzado con fibra de vidrio. Todo ello con el objetivo de lograr la máxima deportividad, el máximo dinamismo, pese a tener un tamaño bastante grande.

Por lo demás, el puesto de conducción es el de cualquier otro BMW de las series grandes, con un completísimo equipamiento. Asientos delanteros que proporcionan una gran sujeción y una instrumentación que tiene todo lo que un conductor muy exigente puede necesitar.

Con todo ello, la estética del nuevo modelo de BMW es realmente espectacular. Resulta aún más llamativo que el CLS, porque este modelo de BMW es aún más bajo que el modelo alemán y también porque va más pegado al suelo. Es un verdadero deportivo, pero con cuatro plazas y cuatro puertas.

Llega el momento clave, el de ponerlo en marcha y empezar a disfrutar al volante, como ocurre con todos los modelos de BMW. Para nuestra prueba hemos elegido una mecánica un poco especial, el motor del 640d, es decir un propulsor de gasóleo de seis cilindros que proporciona una potencia de 313 CV. Lo mejor es que su par máximo, de 630 Nm, está disponible ya desde las 1.500 vueltas.

Esta versión incluye un sistema Stop/Start y también el cambio automático de ocho marchas. Toda esta combinación de elementos permite conseguir unos consumos muy ajustados, con una cifra homologada de 5,5 litros, que resulta muy buena si se analiza el tamaño y, sobre todo, la potencia del coche.

Pero la verdad es que es difícil, llevando una máquina como esta mantenerse con cuidado con el acelerador para lograr una cifra de consumo mínima. Lo que pide el cuerpo es pisar el acelerador, aprovechar la mecánica y rodar como si fuera un deportivo de verdad, pero con cuatro plazas reales.

El coche sorprende por su funcionamiento desde el momento de ponerlo en marcha. Y es que pese a ser un diesel resulta muy poco ruidoso y además el poco ruido que emite está perfectamente filtrado para que no moleste a los ocupantes. Es un buen BMW y no desmerece para nada que sea un diesel pese a enfocarse como un deportivo.

Este Gran Coupé permite a su conductor elegir entre cinco modos diferentes de conducción en función de las circunstancias del tráfico y también de su propia situación. Estos se seleccionan, como en todos los nuevos modelos de la marca alemana, mediante dos botones situados junto a la palanca de cambios. Estos modos son los cuatro más habituales de Confort y Confort+ y por otro lado Sport y Sport+. Pero a ellos se suma un quinto modo, el Eco Pro, pensado para optimizar al máximo el consumo de carburante.

Este 640 D ofrece un gran aplomo sobre el asfalto, como pocos coches en el mercado. Y es que su gran distancia entre ejes, su anchura de vías y la escasa altura le hacen rodar siempre muy pegado al suelo. Además, la distancia del suelo del coche al asfalto es también muy baja. Con ello, nos encontramos con un verdadero deportivo, aunque debemos tener en cuenta que es más grande.

Este modelo está pensado para rodar por buenas carreteras donde el buen firme no ponga en una situación delicada sus neumáticos de perfil bajo. De lo contrario, en una carretera de montaña con el asfalto muy degradado perderemos parte del gran confort de marcha que normalmente proporciona.

Su comportamiento sorprende mucho, porque al buen funcionamiento en carreteras de primer orden se une una agilidad en zonas muy viradas realmente increíble. Si antes de conducir parece que no va a moverse a gusto en un puerto de montaña, una vez que hayamos hecho unos cuantos kilómetros veremos que ofrece las mismas posibilidades, casi que un deportivo. Su dirección es, además muy precisa y varía su desmultiplicación en función de la velocidad.

Aunque si de verdad queremos disfrutar al volante en una carretera de este tipo, lo que deberemos hacer es seleccionar el modo Sport, o incluso, si tenemos una buena experiencia al volante, el modo Sport +. En este último el control de estabilidad se muestra más permisivo ante algún exceso, aunque siempre se mantiene alerta cuando la situación se complica en exceso. El motor también ofrece un funcionamiento más deportivo y lo mismo ocurre con la caja de cambios, que cambia más arriba de vueltas para aprovechar mejor el potencial del motor.

Con este modo Sport + y con la levas para poder buscar el rendimiento óptimo del motor en todo momento tendremos de verdad el comportamiento de un deportivo, de un Serie 6, aunque con cinco metros de coche. Conviene no olvidar que tenemos un poco más de coche que lo que normalmente ofrece un deportivo y necesitaremos espacio en la carretera para poder entrar en las curvas

Sin duda parte de este buen comportamiento en carreteras muy difíciles se debe a esa combinación entre el motor brillante y un cambio que permite aprovechar muy bien la potencia del propulsor de seis cilindros.

Hablemos de consumo, y es que pese a que el coche es muy grande y también muy potente, sus cifras son bastante razonables. No es posible lograr ese valor de 5,5 litros, lógicamente, pero sí podremos estar rodando en torno a los ocho litros si viajamos tranquilos por la carretera. Si vamos deprisa, apurando un poco de más estaremos por encima de los 10, algo que tampoco es muy exagerado y quizá tampoco le importe mucho a un comprador que se ha gastado más de 90.000 euros, pero que si lo quiere bien equipado podrá llegar a los 115.000 euros.

De serie, el Gran Coupé incluye la dirección con función Servotronic y el sistema de control dinámico de la suspensión DDC. También son de serie, los asientos de piel con regulación eléctrica, climatizador bizona, faros xenón, llantas de aleación de 18”, equipo de audio con altavoces de alta fidelidad, retrovisores con función antideslumbrante… Entre las opciones, la dirección integral activa, el sistema Adaptive Drive, faros LED de orientación automática, sistema de sonido Bang & Olufsen High End Surround, kit deportivo M…

Entre las ayudas a la conducción y funciones del ConnectedDrive se encuentra el asistente para aparcar, vista panorámica Surround View, advertencia de choque en cadena y función de frenado inicial combinado con el sistema de regulación activa de la velocidad, advertencia de cambio y abandono involuntario de carril, información sobre límites de velocidad Speed Limit Info, sistema de visión nocturna con detección de personas y Head-Up Display. Vamos, que tiene de todo lo que puede llevar un coche.

Este BMW representa a la perfección un concepto un poco extraño de coche, el de un deportivo que de verdad ofrece el comportamiento de un coche muy rápido, pero al mismo tiempo combinado con un habitáculo de cuatro plazas y, en este caso también, con un motor de gasóleo. Es un cóctel diferente, pero muy bueno.

BMW estrenó antes de final del año pasado un coupé de cuatro puertas y cuatro plazas, sobre la base del Serie 6, para hacer frente a una competencia cada vez más activa que llegaba del Mercedes CLS, inventor del concepto de berlina coupé de cuatro puertas, y del Audi A7. El resultado, el Serie 6 Gran Coupé es una muy buena alternativa, muy deportiva como todos los modelos de BMW, muy dinámico, pero también con los problemas que un deportivo ofrece por su propia configuración.