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Opel Zafira, el monovolumen de 7 plazas con mucho valor añadido
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PRUEBA/OPEL ZAFIRA TOURER 2.0 CDTi 165 CV

Opel Zafira, el monovolumen de 7 plazas con mucho valor añadido

Hoy en día es difícil encontrar un coche malo, todos tienen un motor más que suficiente para los límites de velocidad y el estado de las

Hoy en día es difícil encontrar un coche malo, todos tienen un motor más que suficiente para los límites de velocidad y el estado de las carreteras, y por ello hay que buscar otras cosas en un coche, además de prestaciones y estabilidad. Más habitabilidad, más confort, más luminosidad, mejor equipamiento, sistemas de seguridad que protejan a los ocupantes. Y este Zafira Tourer combina el ser un buen coche con todos estos valores suplementarios.

Opel creó en el año 1999 un nuevo concepto de automóvil, el del monovolumen compacto de siete plazas con una gran versatilidad de utilización. Entonces, el Zafira fue, y lo sigue siendo, un coche muy útil con el que se puede viajar y llevar muchas cosas. Pero la marca alemana ha desarrollado una evolución más moderna y acorde con las necesidades actuales de los usuarios, el Zafira Tourer.

Es una versión mucho más sofisticada, en la que se han pensado y cubierto casi todas las necesidades que se pueden presentar a un usuario normal que busca el máximo en un monovolumen compacto. Pero lo primero de todo cuenta con un habitáculo muy generoso. Sobre todo si tenemos en cuenta que su longitud total es de 4,65 metros.

Sin duda lo más importante del Zafira Tourer es su gran modularidad. El coche se ofrece con versiones de 5 o 7 plazas, pero para la prueba hemos elegido esta última. Y esta versión de 7 plazas se transforma de manera muy sencilla en un seis plazas con más maletero, o en uno de cinco con bastante más espacio de carga. Además, para llevar las cosas en esa parte trasera tiene diversos sistemas de carriles y redes para controlarlo todo. Y su capacidad de carga es de 152 litros con las tres filas de asientos puestas y que pueden llegar hasta los 1.800 litros cuando se pliegan las dos últimas filas.

La segunda fila de asientos incorpora tres asientos independientes y todos del mismo tamaño. Pues bien, se puede plegar uno u otro, se pueden quitar los tres, o dejar uno solo. Pero igualmente se puede hacer una configuración de cuatro plazas con un gran reposabrazos entre ambos asientos traseros. Estos se pueden desplazar hacia el centro dejando el habitáculo convertido de verdad en uno de cuatro plazas bien repartidas y por ello muy generosas.

Hay otro detalle muy importante y es que los tres asientos de la segunda fila se pueden desplazar longitudinalmente hasta 28 centímetros, lo que permite buscar la solución ideal en función de las necesidades de cada momento, de contar con más maletero o tener un habitáculo más amplio.

En los asientos de la segunda fila también se puede reclinar en tres posiciones el respaldo para buscar la mejor posición para los viajeros. Estos ajustes, tanto en sentido longitudinal como vertical en los tres asientos de la segunda fila se pueden hacer de manera totalmente independiente.

En cuanto a su versatilidad, es interesante destacar que tanto las dos plazas de la tercera fila como cada uno de los asientos de la segunda fila se pueden plegar de forma bastante sencilla y esconder bajo el piso. Los asientos de la tercera fila son algo justos de tamaño, lo que hace que sean ideales para llevar niños, pero demasiado pequeños para adultos, sobre todo si se trata de hacer un desplazamiento largo. Y el acceso a esta tercera fila es también un poco limitado.

Les decía al comienzo de esta prueba que el Zafira Tourer es una combinación de la versatilidad del concepto Zafira, pero con el valor añadido de un equipamiento mucho más próximo al del segmento Premium por la calidad de sus materiales, por sus soluciones sofisticadas y, sobre todo, por todas las ayudas que ofrece al conductor. Y creo que por todo ello es una muy buena alternativa dentro del mercado monovolumen.

La gama del Zafira es muy completa, y ofrece tres motores de gasolina y otros cuatro diesel, con los que se cubre todo el abanico de necesidades. Aunque el motor 1,4 Turbo de gasolina es una alternativa interesante, en realidad si tuviera que decidir optaría por un diesel y las alternativas, son el de 130 o el de 165 caballos.

Pero para esta prueba hemos optado por el más potente de los dos, que permite unas prestaciones muy buenas, con un gran aplomo como coche de viaje para los desplazamientos largos, pero al mismo tiempo también le proporciona una buena agilidad cuando se trata de rodar en zonas más viradas. Es un motor comedido en sus consumos, ya que aunque su cifra homologada es de 5,3 litros, se puede estar rodando con un valor medio ligeramente por encima de los seis litros, una buena cifra para un coche como este, que pesa más de 1.800 kilos con su equipamiento opcional.

Pero asegura que siempre, estemos en la marcha que estemos, hay reacción ante la más mínima presión sobre el acelerador. No en vano cuenta con 350 Nm que están disponibles desde las 1.750 vueltas y esa es la mejor garantía para asegurar un comportamiento ágil.

Quizá lo que menos me gusta de este motor, como de toda la familia CDTi que equipa al Zafira Tourer, es que resulta ruidoso y que también se aprecia algo de vibración, sobre todo en frío. Eso sí, por su funcionamiento, su consumo y su empuje, no hay la menor queja que este motor de 165 caballos.

En cuanto a su estabilidad, es muy buena. El coche está muy bien asentado gracias a su buena anchura de vías y a la generosa batalla. Además, su bastidor bajo y su equipo de ruedas de perfil bajo contribuye a que el coche circule más pegado al suelo, sin inercias y sin balanceos de carrocería. Además, nuestra unidad incorpora la opción de poder ajustar la dureza de las suspensiones, el sistema FlexRide, según dos programas, uno más de confort y otro de tarados más deportivos. Esto se selecciona mediante dos pulsadores en la parte superior de la consola central y hay una gran diferencia entre ambos modos de conducción.

El coche frena muy bien y la dirección, de asistencia eléctrica, ofrece un grado de asistencia suficiente para hacerla confortable pero sin que su conductor pierda ese tacto y esa información sobre la carretera que se transmite a través del volante. En cuanto a su cambio, manual de seis marchas, resulta muy cómodo de manejar y bastante preciso, pero sus desarrollos son excesivamente largos, aunque la buena elasticidad de su motor se lo permite sin problemas. Es normal olvidarse de poner sexta en largos viajes porque la quinta ya va muy bien, pero lógicamente se ahorra más en sexta y el motor lo mueve igual de bien.

También en su aspecto estético el Zafira Tourer ofrece un importante valor añadido frente a otros monovolúmenes compactos de siete plazas. Sobre todo en su frontal, más llamativo de lo normal y con una estética muy afilada en la que llaman la atención los grupos ópticos en forma de punta de flecha a cada lado. Y también en su vista lateral el Zafira Tourer destaca por su gran dinamismo.

Igualmente en su habitáculo todo ha sido pensado y estudiado en profundidad. Así, el Tourer ofrece a los ocupantes del vehículo muchos más huecos para dejar objetos. De todos ellos sin duda el más innovador es la Flexconsola, situada en la parte central de los asientos delanteros. Esta incluye tres zonas diferentes, una parte inferior con tapa que es un generoso hueco para llevar cosas.

Por encima se puede poner una bandeja con dos portalatas y un hueco para dejar un móvil, unas llaves o algo parecido. Y por encima de ella hay una tercera zona que es una guantera, o mejor dicho es un reposabrazos con su correspondiente tapa. Tanto el portalatas como el reposabrazos se deslizan de atrás hacia delante cuando se quieren utilizar.

Y también muy interesante, aunque es algo ya habitual en toda la gama Opel, el sistema Flexfix, o portabicicletas. Este es un eficaz sistema que va guardado bajo el piso del maletero en la parte trasera del vehículo. Cuando se saca, mediante una palanca situada en el umbral inferior del maletero, se pueden situar en él hasta cuatro bicicletas. Es perfecto para los amantes del ciclismo.

Pero donde más destaca el Zafira es en su equipamiento. Les decía antes que el Zafira tiene equipamiento de un segmento premium. Mediante el pack Assist, puede contar con aviso de cambio de carril, indicador de distancia frente al coche de delante, alerta de colisión, avisador de ángulo muerto y detector de señales. Gracias a la cámara frontal, también puede ofrecer el sistema AFL de iluminación o el control de crucero adaptativo, una alternativa muy interesante cuando se circula por carretera con tráfico. Este sistema llega a frenar para adecuar la velocidad la del coche de delante.

Y tiene otro aspecto interesante relacionado con el confort en el interior, y es el sistema que deja despejada la parte delantera del techo, lo que permite poder viajar y ver muchas más cosas que a través de las ventanillas nos perderíamos. Si a esto se añade el techo panorámico, una opción que también incluía nuestra unidad de pruebas, el resultado es un coche que además de amplio es también muy luminoso.

Este Zafira Tourer es una muy buena alternativa dentro del mercado monovolumen. Sus virtudes principales son su completísimo equipamiento, sobre todo en materia de seguridad, su habitáculo muy versátil, con numerosos huecos para dejar objetos, con muchas posibilidades para ajustar los asientos en todo momento y una gran luminosidad, además de una amplia gama de motorizaciones que cubren todas las necesidades. El Zafira Tourer es un buen coche, un vehículo muy racional, pensado para cumplir las expectativas de sus posibles clientes.

Hoy en día es difícil encontrar un coche malo, todos tienen un motor más que suficiente para los límites de velocidad y el estado de las carreteras, y por ello hay que buscar otras cosas en un coche, además de prestaciones y estabilidad. Más habitabilidad, más confort, más luminosidad, mejor equipamiento, sistemas de seguridad que protejan a los ocupantes. Y este Zafira Tourer combina el ser un buen coche con todos estos valores suplementarios.