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Wraith, el Rolls Royce más potente
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UN LUJOSO COUPÉ DE CUATRO PLAZAS

Wraith, el Rolls Royce más potente

Rolls Royce ha presentado en Ginebra un nuevo modelo con el que completar su gama, el Wraith. Bajo un nombre legendario en la marca británica se

Rolls Royce ha presentado en Ginebra un nuevo modelo con el que completar su gama, el Wraith. Bajo un nombre legendario en la marca británica se esconde un coupé de dos puertas  y cuatro generosas plazas, basado en el bastidor del Ghost y que sigue fielmente la tradición  de la máxima exclusividad y elegancia.

Es un nuevo Rolls Royce y como todos los modelos de la marca en sus 109 años de historia es un compendio del máximo lujo y la clase que se pueden se incorporar en un automóvil pero asociado con un equipo mecánico moderno, eficiente y de primer orden. Como ejemplo, su motor V12 de 625 caballos, pero con el que no se buscan unas prestaciones deportivas.

El nuevo Rolls incorpora una carrocería de dos puertas pero con más de cinco metros de longitud (en concreto 5,27 m.) en el que llaman la atención sus ventanillas de altura limitada. También unos pasos de rueda traseros prominentes, lo que demuestra su gran anchura de vías. Y también un acabado de pintura bitono que contribuye a proporcionar al Wraith un aspecto realmente espectacular.

Comparado con un Ghost, el eje trasero es 24 mm más ancho, mientras que la distancia entre ejes es 183 mm más corta, pero tiene unos largos voladizos. Sin duda el dato más importante es que su centro de gravedad se sitúa 50 mm más bajo que en el caso del Ghost.

Cada detalle del nuevo modelo, que estará a la venta en primavera, se ha cuidado al máximo. Por ejemplo, se han diseñado tres nuevos tipos de llantas completamente exclusivos para este modelo, unas con medida de 20 pulgadas que son las de serie, por llamarlo de alguna forma, aunque opcionalmente se ofrecen unas de 21 pulgadas con un diseño de siete radios y otras con acabado bicolor y cinco radios.

No les voy a hablar de los materiales empleados en el habitáculo, porque los tipos de piel y los acabados de madera de la máxima calidad son un standard en todos los modelos de Rolls Royce.  Pero sí del habitáculo. Se trata de un vehículo de cuatro plazas con carrocería de tipo coupé, pero en el que se ha preservado por encima de todo el espacio. De ahí que estemos hablando de un vehículo de más de cinco metros.

El acceso al habitáculo se hace mediante dos puertas de apertura contraria a lo normal en los coches, es decir con las bisagras en la parte trasera del coche. Como las de los primeros Seat 600, aunque guardando, por supuesto, las distancias. Son, por ello, como las puertas traseras del Phantom, pero utilizadas como puertas únicas. Con ello, el acceso parece realmente fácil. Pero lo mejor es que la puerta se cierra mediante un botón, para que el conductor, o su acompañante, no tengan que esforzarse y estirarse para cerrarla.

 Y lo mejor es que mantiene algo que ya forma parte de la tradición de Rolls Royce, ese marcador en el que se indica el porcentaje de potencia disponible que tiene el conductor en todo momento y que siempre es muy elevado.

La consecuencia del uso de este motor de doce cilindros son unas prestaciones casi como las de un deportivo. Velocidad máxima autolimitada en 250 km/h y una capacidad de aceleración de 0 a 100 km/h en solo 4,6 segundos. Un valor realmente destacable en un modelo que pesa más de dos toneladas (en realidad son 2.370 kilos).

Sin embargo, lo que la legendaria marca ha buscado con este modelo no han sido esa deportividad sino más bien la potencia y la agilidad necesaria para moverse bien, en cualquier terreno y sin problemas.

Igualmente el Wraith incorpora mucha tecnología y sin duda la más impactante es la caja de cambios gestionada por satélite. Se trata de una nueva tecnología por la cual cuando el coche circula por una carretera, gracias al sistema GPS y a los satélites, el vehículo sabe en todo momento lo que viene delante y puede gestionar los cambios en base a la información que tiene sobre el trazado.

No conduce por el conductor, de momento, pero lo que hace es que si llega una zona de curvas, el cambio se prepara para reducir una o dos marchas ante la más mínima frenada de su conductor. Y lo mismo si se llega a un pueblo o una pendiente muy pronunciada. Algo que puede parecer futurista, pero que una vez analizado tiene bastante sentido.

En otros apartados como conectividad el Wraith es un adelantado a su tiempo. Incorpora una pantalla de 10,3” con navegador que se maneja mediante la voz. Por ejemplo, si uno quiere ir en este coche hasta el hotel Ritz de Londres solo debe presionar el botón correspondiente y decir “ir a Piccadilly en Londres”.

En adición a este servicio, desde el puesto de conducción se pueden enviar y recibir e-mails de manera segura. Solo hay que presionar una tecla e indicar “dictar un e-mail” para a continuación poder escribirlo, y una vez terminado se puede revisar o simplemente enviar. Toda la operación se hace de forma automática sin que su conductor tenga que hacer nada más que dictar.

El equipo de sonido incorpora 18 altavoces y tiene una potencia máxima de 1.300 watios. Se trata del equipo de serie aunque opcionalmente un propietario puede adquirir uno aún más potente o de una marca concreta.  

Incorpora un sinfín de elementos de seguridad. Un eficaz sistema pre-crash que detecta cuando se puede producir un accidente y permanentemente ofrece la máxima protección a los ocupantes. Igualmente un sofisticado sistema de visión nocturna y todo lo que se puede llevar en un coche, ya sea para mejorar el confort, o la seguridad, o simplemente para hacer que sea aún más elegante, si es que esto es posible. Sin duda una pasada este nuevo Rolls Royce, el Wraith. 

Rolls Royce ha presentado en Ginebra un nuevo modelo con el que completar su gama, el Wraith. Bajo un nombre legendario en la marca británica se esconde un coupé de dos puertas  y cuatro generosas plazas, basado en el bastidor del Ghost y que sigue fielmente la tradición  de la máxima exclusividad y elegancia.