100 años de deportividad

Se cumplen 100 años de la creación de Alfa Romeo, una de las marcas legendarias de la historia del automóvil. Una compañía siempre volcada con el mundo de la competición con  pilotos igualmente legendarios como Varzi, Farina, Nuvolari, Fangio o hasta el mismísimo Enzo Ferrari. Pero también una marca fabricante de los deportivos más espectaculares.

Fue en 1910 cuando se creó la compañía “Anonima Lombarda Fabbrica Automobili” o en sus siglas A.L.F.A. con un emblema que combinaba un escudo de Milán, la cruz roja en campo blanco de Giovanni de Rho y el biscione o serpiente bíblica.

El 24 HP, el primer modelo de la marca, hizo su aparición en 1911 y destacó por sus dotes de velocidad y de estabilidad, algo que siempre ha sido una constante en la marca italiana. Un año más tarde alcanzó un nivel de producción de 200 unidades al año.

En 1915 la Banca de Sconto, propietaria de las acciones de A.L.F.A., pasó su intervención al ingeniero Nicola Romeo. Desde el principio la marca estuvo muy metida en el mundo de la competición. Uno de sus modelos más emblemáticos fue el P2 de 1924, un coche que en manos de Brilli Peri se alzó con el Título de Campeón del Mundo en 1925 en la primera edición del certamen.

Al P2 siguieron  algunos de los modelos más emblemáticos de la marca, los 6C 1.500 de 1928 y 6C 1.750 de 1931. En 1931 se estrenó el primer 8C con motor de 2.300 cc. Y tras ello el Gran Premio Tipo B-P3. Todos ellos contribuyeron a engrandecer el nombre de Alfa y de su deportividad. Vittorio Jano, el responsable del desarrollo técnico de todos estos vehículos, lo fue también del 8C Supercharged.

En los años 30 fue cuando la marca italiana creó su leyenda en el automovilismo deportivo. Algunos de sus pilotos fueron los más famosos de la época. Nombres como los de Antonio Ascari, Gastone Brilli, Enzo Ferrari, Tazio Nuvolari o Achille Varzi le dieron su carácter de marca legendaria. Con ellos, Alfa Romeo ganó la clásica Mille Miglia en 11 ocasiones, a las que suman otros 4 triunfos en las 24 Horas de Le Mans, triunfos en la Targa Florio y en los principales grandes premios de la época.

Lo mejor es que esta tradición deportiva se pasó también a sus automóviles de calle, con la implementación de los últimos avances de sus coches de carreras para la producción en serie. A mediados de los años treinta, y como consecuencia de los problemas económicos producidos por la crisis de Wall Street, Alfa Romeo se retiró de la competición y pasó todos sus coches y equipo a la Scuderia Ferrari. Con ello, nuevamente volvieron los triunfos y una nueva época dorada en competición.

En la Segunda Guerra Mundial la marca se vio obligada a paralizar la producción de la planta de Portello por los destrozos de las bombas caídas en la zona. Fue en octubre de 1944 y solo unos meses más tarde, en abril de 1945 y tras la firma de la paz, cuando nuevamente comenzó su producción. Pero al no poder fabricar coches, los 8.000 trabajadores de la planta se dedicaron a construir puertas, cocinas eléctricas, ventanas y todo lo necesario para poder reconstruir una ciudad machacada por la guerra.

Cuando la fábrica se pudo finalmente poner en marcha  se lanzó el 1900, el primer vehículo de Alfa Romeo con carrocería de tipo monocasco diseñado por Orazio Satta Puliga. Entre tanto, las victorias de Alfa Romeo en el mundo de la competición seguían creciendo y la supremacía de los 158 era absoluta. Con uno de estos coches, Giuseppe Farina consiguió el primer título mundial de la Fórmula 1 moderna, un certamen creado en 1950.

En los años siguientes se mantuvo su dominio de la mano de Juan Manuel Fangio. El argentino pilotó el 159 equipado con el motor de 1.500 cc más potente, con 425 caballos, lo que le permitía una velocidad punta de más de 300 km/h.

En 1954 se lanzó el Giulietta Sprint que más tarde se ofreció también en versiones Spider y Berlina. Un coche crucial, no sólo para la historia de la propia Alfa Romeo sino del  automóvil en general, ya que introdujo nuevos parámetros en la producción de coches de serie. Fue el primer modelo de gran serie que incorporó un motor de doble árbol de levas fabricado en aluminio.

En 1962 llega el modelo Giulia, otro de sus modelos legendarios. Sus ventas obligaron a la marca a abrir una segunda factoría, en la ciudad de Arese muy próxima a Milán. En los años siguientes llegaron nuevas versiones como el Giulia Sprint o el Spider Duetto.

En los años sesenta se creó la escudería Autodelta, la encargada de hacer correr los coches de Alfa Romeo a nivel oficial. Sus victorias vinieron de la mano del Giulia TZ (1963), TZ2 (1965), Giulia GTA (1965) y el Alfa 33 (desde 1969 hasta 1971).

Tras la sustitución de la planta del Portello por la de Arese, se construyó una nueva factoría en Pomigliano d’Arco. Y llega entonces un nuevo modelo de Alfa, el Alfasud, un coche compacto pero muy innovador con motor de cilindros opuestos. Tras él llegaron otros nombres importantes en la marca italiana. Los Alfetta, Alfa 33, Alfa 90 o Alfa 75.

En 1986, y tras una grave crisis financiera, la compañía entra a formar parte del grupo Fiat. De esta nueva época son modelos como la berlina 164 o el compacto deportivo 155, que obtuvo buenos éxitos en competición.

En 1994 se lanzó el 145 para sustituir al 33 y se lanzaron los deportivos GTV y Spider. Y uno de los modelos clave de la recuperación de Alfa Romeo fue el 156 una berlina media pero con un marcado carácter deportivo. Este modelo fue elegido Coche del Año en Europa en 1997.

El 166 vino a reemplazar al 164 como la berlina grande de la marca, mientras que el 147 sustituyó al 145 en el segmento compacto. Y la gama se amplió con el GT, un deportivo de cuatro plazas. Nuevos son, también, el 159 que sustituyó al 156, el Brera y sobre todo el especatcular 8C Competizione.

Este último es un vehículo heredero de la más pura tradición de Alfa Romeo, que equipa un motor V8 de origen Ferrari con 450 caballos y que se ha fabricado en una serie muy limitada tanto con carrocería cerrada como con la de tipo Spider.

Los últimos lanzamientos de Alfa Romeo se han centrado en el Mito y ahora, con el centenario, llega el nuevo Giulietta, un vehículo compacto y con los genes de deportividad de Alfa Romeo que sin duda será un buen representante para celebrar el centenario de una marca legendaria como pocas.