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Ford Kuga, poco campero y muy deportivo
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PRUEBA - EL CONFIDENCIAL

Ford Kuga, poco campero y muy deportivo

Es uno de los vehículos todocamino que ofrecen menos posibilidades de utilización fuera del asfalto, pero, pese a ello, es el líder del mercado todoterreno

Es uno de los vehículos todocamino que ofrecen menos posibilidades de utilización fuera del asfalto, pero, pese a ello, es el líder del mercado todoterreno en España. Una paradoja que demuestra que, por norma general, lo que buscan los usuarios de este tipo de vehículos es más un aspecto llamativo y diferenciador que unas posibilidades reales de uso en pistas forestales.

El Ford Kuga es un vehículo poco campero porque no tiene ni un sistema de transmisión con el que se pueda bloquear la tracción, ni tampoco tiene control de descenso, pero es que además ofrece una versión con tracción delantera, aún menos campera si cabe que esta versión 4x4.

Pero pese a esas limitaciones para ser utilizado fuera del asfalto, eso no significa que sea un coche poco interesante. Nada más lejos de la realidad. El Ford Kuga es un vehículo magnífico porque funciona por carretera casi igual que el Focus del que deriva, que por cierto es una auténtica referencia en el mundo de los vehículos compactos por su estabilidad casi insuperable.

Pues bien, en el caso del Kuga ofrece un comportamiento casi igual de bueno porque pese a que tiene una mayor altura libre, lo que supondría mayores posibilidades de balanceo y de movimientos de carrocería, la realidad es que los técnicos de Ford han hecho un trabajo increíble en este sentido.

Además, hay que destacar el buen funcionamiento de su conjunto motor cambio. Algunos de sus rivales más directos ofrecen diversas opciones de motor y de caja de cambios, pero en el caso del modelo de Ford la gama está reducida a la mínima expresión. En concreto un motor, el 2.0 TDCI de 136 caballos que funciona a las mil maravillas y que proporciona las prestaciones justas al vehículo.

Con un motor más potente sus prestaciones serían quizá demasiado altas y entonces todo el compromiso logrado en su comportamiento se perdería.

Cambio rápido y preciso

Además, unido a este motor encontramos una caja de cambios de seis marchas con un funcionamiento muy bueno. Rápida y precisa en su accionamiento, permite obtener el máximo partido de un motor eficiente, que le proporciona mucha agilidad al vehículo y todo ello con unos consumos bastante ajustados.

Sinceramente es una de las cosas que más me sorprende del Kuga, esa gama tan reducida, ya que junto a estas versiones solo se ofrece una de gasolina con el motor 2,5 con turbocompresor y 200 caballos que está más para figurar como tope de gama que para conseguir unas ventas significativas. Y creo que ese es el éxito del modelo.

Su comportamiento en carretera es muy bueno. El conductor tiene la sensación de estar conduciendo un vehículo compacto por su funcionamiento, por su agilidad y por la forma de inscribirse en las curvas. Tan solo la mayor visibilidad de la que dispone el conductor le hará recordar que está ante un coche todocamino.

La carrocería se mueve de forma muy plana, sin balanceos, con lo que permite hacer unos desplazamientos muy agradables. Eso sí, las suspensiones quizá resultan algo secas, pero al menos yo prefiero este tipo de suspensiones que no unas excesivamente blandas y confortables.

También por carreteras de primer orden y autopista va bien, aunque su mejor terreno son esas zonas más viradas en las que pueda sacar partido de un bastidor que es de lo mejor que hay en el segmento todocamino.

Saliendo del asfalto las cosas cambian un poco. Por supuesto, no se pueden buscar zonas complicadas y habrá que limitarse a zonas de buen firme, sin demasiados baches y tener cuidado con los agujeros. Su altura libre es pequeña, sólo 19 centímetros y si pasamos deprisa por una zona bacheada nos podemos dejar parte de los bajos por el suelo.

Sin embargo, si de lo que se trata es de rodar por una buena pista, entonces con el Ford Kuga podemos divertirnos mucho. Su comportamiento muy noble permite forzar el ritmo e intentar perder la trayectoria hasta que el ESP nos vuelva a colocar en nuestro sitio. Pero al menos con esos intentos ya podremos pasar un rato divertido.

El Kuga es un coche juvenil, divertido, diferente, que proporciona un funcionamiento muy deportivo y todo ello por un precio bastante ajustado, de 25.800 euros en el caso de la versión Trend con el motor 136 caballos y la tracción 4x4.

Buena visibilidad

Antes de terminar quiero hablarles un poco de su interior: El Ford Kuga ofrece una habitabilidad interior bastante razonable y sobre todo una muy buena visibilidad desde el interior. Todo ello repercute en que sus ocupantes viajarán bastante a gusto. Y más aún si incorporamos el techo panorámico con el que la luminosidad interior le hace que parezca aún mayor.

Su cuadro de instrumentos es bastante completo. Su conductor tiene mucha información disponible y bastante accesible. Lo que no tiene son elementos que le hagan sentirse al volante de un todocamino, comandos para seleccionar la tracción 4x4 o el mando del control de descenso, y solo su mayor altura libre y sus protecciones externas le harán sentirse al volante de un SUV.

Por lo que respecta a su maletero, con un punto de partida de 360 litros que se pueden ampliar hasta los 1350 litros si plegamos la segunda fila de asientos completa, es razonable, aunque dentro de este segmento todocamino quizá resulta algo justo.  Además, esta cifra se consigue con el kit reparapinchazos. La rueda de repuesto de emergencia tiene un sobreprecio de 50 euros pero además quita espacio en el maletero, mientras que la rueda completa ni se ofrece. Y ese es un defecto siempre, pero más aún en un vehículo como este con posibilidades de uso fuera del asfalto.

Entre las opciones, se ofrece un sistema de navegación básico con disco CD o tarjeta de memoria SD con pantalla de 5 pulgadas que cuesta 1.150 euros. Es una opción más interesante que el de 7 pulgadas con disco duro, bastante más caro, y al muchas veces no se le saca todo el partido.