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El genio de Red Bull se llama Adrian Newey
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UN EXPERTO EN LA AERODINÁMICA DE LOS MONOPLAZAS

El genio de Red Bull se llama Adrian Newey

Red Bull logró un resultado histórico en el Gran Premio de China después de lograr el primer y el segundo puesto durante una carrera pasada completamente

Foto: El genio de Red Bull se llama Adrian Newey
El genio de Red Bull se llama Adrian Newey

Red Bull logró un resultado histórico en el Gran Premio de China después de lograr el primer y el segundo puesto durante una carrera pasada completamente por agua. El alemán Sebastian Vettel y el australiano Mark Webber lograron llevar a Red Bull a lo más alto del podio del país asiático, aunque tras el trabajo de ambos pilotos hay un nombre que resalta por encima del resto: Adrian Newey, el verdadero genio de esta escudería.

 

Newey es uno de los mejores diseñadores e ingenieros de aerodinámica del mundo de la Fórmula Uno, y así lo ha demostrado con el RB5, un monoplaza de primera línea. Así, Red Bull está por delante de otra serie de escuderías que, por presupuesto y tradición, deberían estar -al menos teóricamente- por delante, como es el caso de McLaren, Ferrari, Williams o Renault, entre otros.

Sin duda, el Jefe Técnico del equipo Red Bull tiene buena parte de culpa del gran éxito de este monoplaza. Adrian Newey comenzó en la Indycar y desde el primer momento demostró su capacidad: el vehículo diseñado por el británico lograría siete victorias, incluida la archiconocida Indy 500. Su salto a la Fórmula Uno llegaría más bien pronto. Contratado por el equipo Force dio sus primeros pasos, pero su consolidadción llegó de la mano de Williams.

Y así fue. En los años 90, Patrick Head no dudó en contratar a Newey para que diseñará un equipo ganador. De esta manera, la escudería WilliamF1 se convirtió en la verdadera dominadora de esta década con seis títulos de constructores y más de setenta y seis victorias. Su nombre sonaba como el de una verdadera estrella de la aerodinámica y, por ello, McLaren no escatimó en esfuerzos para contratarlo.

Sus primeros pasos en la escudería británica fueron muy buenos. Su creación estelar, el MP4-13, permitió que el finlandés Mika Häkkinen se llevada dos campeonatos del mundo consecutivos (1998 y 1999). Pero ahí se estancó su progresión. Su estancia en McLaren, hasta 2005, se vería totalmente eclipsada por la superioridad de Ferrari y un piloto de otro mundo llamado Michael Schumacher.

Al término de su contrato con la escudería británica, Newey se marchó a Red Bull, donde se le dio carta blanca para hacer lo que quisiera. Y tras varios años de progresión, ha conseguido convertir a un equipo de segunda línea dentro de la parrilla en un equipo puntero. Mientras otras escuderías se han obsesionado con desarrollar el KERS, Newey ha diseñado un monoplaza aerodinámicamente perfecto.

Ya demostró en Australia su buen funcionamiento, y de no ser por el graining de los neumáticos de Vettel, lo que le obligó a tratar de cerrar a Kubica para que no lo adelantara -maniobra que dejó a los dos fuera de la carrera- hubiera estado muy alto. El piloto de la cantera de Red Bull tiene un futuro prometedor, y el monoplaza que conduce, muchas opciones de llevarle muy arriba. Vettel y Webber ponen las manos, pero el trabajo de trasfondo lo lleva una verdadera estrella del aerodinámica: Adrian Newey.

Red Bull logró un resultado histórico en el Gran Premio de China después de lograr el primer y el segundo puesto durante una carrera pasada completamente por agua. El alemán Sebastian Vettel y el australiano Mark Webber lograron llevar a Red Bull a lo más alto del podio del país asiático, aunque tras el trabajo de ambos pilotos hay un nombre que resalta por encima del resto: Adrian Newey, el verdadero genio de esta escudería.

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