¿Están sobrevaloradas las bolsas? No vamos a tardar mucho en averiguarlo
Las acciones cotizan en nuevos máximos. Sin embargo, esas mismas acciones también están pidiendo a los inversores que paguen más por las ganancias futuras que en las últimas dos décadas
Sin embargo, esas mismas acciones también están pidiendo a los inversores que paguen más por las ganancias futuras que en las últimas dos décadas, lo que añade un nuevo elemento de riesgo al repunte del mercado. El S&P 500 ha subido más de un 30 % desde sus mínimos de principios de abril, con 28 máximos históricos desde principios de año, gracias en parte a unos beneficios empresariales mejores de lo esperado, una economía nacional resistente y el optimismo ante la posibilidad de que la Reserva Federal recorte los tipos de interés.
Esas ganancias han tenido un precio: las valoraciones bursátiles se encuentran ahora en sus niveles más altos desde la era puntocom, según el método del ratio CAPE desarrollado por el economista ganador del Premio Nobel Robert Shiller. Según un indicador estándar —el precio del S&P 500 frente a los beneficios esperados de las empresas del índice para los próximos 12 meses—, las acciones son igualmente caras. La relación precio-beneficio actual, de alrededor de 23 veces, solo se ha igualado en un breve periodo del mercado alcista posterior al COVID y en la burbuja tecnológica de finales de la década de 1990.
"La fortaleza del mercado bursátil está dificultando la inversión de nuevo capital", afirma Rick Gardner, director de inversiones de RGA Investments. "El resto de 2025 se centrará más en lo que impulsará los mercados en 2026", añade, citando el crecimiento de los beneficios y el ciclo de flexibilización de la Reserva Federal como posibles catalizadores. David Kostin, estratega jefe de renta variable estadounidense de Goldman Sachs, escribió en una nota publicada el viernes por la noche que las valoraciones bursátiles se han expandido en gran medida este año ante las esperadas bajadas de tipos, la primera de las cuales se produjo en la reunión del Comité Federal de Mercado Abierto de la semana pasada.
"La fortaleza del mercado bursátil está dificultando la inversión de nuevo capital"
Sin embargo, afirmó que el crecimiento de los beneficios ha sido un motor mucho más potente de la subida, generando algo más de la mitad de la ganancia del 14 % del S&P 500 desde principios de año. Es probable que esta tendencia continúe. "Las ganancias deberían seguir siendo el principal motor de la subida de las acciones en el futuro", escribieron Kostin y su equipo en un informe en el que elevaron su objetivo de precio para el S&P 500 al final del año en 200 puntos, hasta los 6.800. En una perspectiva de 12 meses, Kostin sitúa el índice de referencia en torno a los 7.200 puntos, lo que supone un avance del 8 % con respecto a los niveles actuales.
El S&P 500 cerró el viernes en 6.664,36. "Las valoraciones de las acciones son elevadas en comparación con la historia, pero parecen cercanas al valor razonable si se tienen en cuenta los fundamentos macroeconómicos y empresariales subyacentes", afirma Kostin. "Una Fed acomodaticia y una economía que se acelere hasta 2026 deberían permitir que el mercado mantenga su múltiplo actual". Ed Yardeni, presidente y estratega jefe de inversiones de Yardeni Research, prevé que las previsiones de beneficios para los próximos 12 meses alcancen los niveles más altos jamás registrados, en torno a los 295 dólares por acción. LSEG estima que subirán hasta alrededor de 305 dólares por acción en 2026.
Esas perspectivas se pondrán a prueba en las próximas semanas. Los datos sobre la inflación y el empleo cuestionarán la hipótesis del mercado de que se producirán más recortes de tipos, y la temporada de resultados del tercer trimestre comienza a principios de octubre. Los beneficios solo pueden crecer si la economía se mantiene sana y la debilidad del mercado laboral no se acelera hasta provocar un repunte del desempleo general.
Una primera señal de esas preocupaciones podría provenir del mercado de bonos, donde el repunte de los rendimientos de los bonos del Tesoro a 10 años podría sugerir una visión más pesimista del crecimiento de Estados Unidos. "En ese caso, el riesgo de caída de los beneficios superaría el beneficio de la bajada de los tipos de interés para las acciones", asegura Kostin, de Goldman Sachs. Aun así, su perspectiva general sigue siendo optimista, sobre todo teniendo en cuenta el giro moderado de la Fed. "Durante los últimos 40 años, el S&P 500 ha generado una rentabilidad media del 15 % en 12 meses cuando la Fed ha vuelto a recortar los tipos en un contexto de crecimiento económico continuado", señala Kostin.
*Contenido con licencia de Barron's. Traducido por Federico Caraballo
Sin embargo, esas mismas acciones también están pidiendo a los inversores que paguen más por las ganancias futuras que en las últimas dos décadas, lo que añade un nuevo elemento de riesgo al repunte del mercado. El S&P 500 ha subido más de un 30 % desde sus mínimos de principios de abril, con 28 máximos históricos desde principios de año, gracias en parte a unos beneficios empresariales mejores de lo esperado, una economía nacional resistente y el optimismo ante la posibilidad de que la Reserva Federal recorte los tipos de interés.