Que la Fed va a bajar hoy los tipos ya no es noticia: esto es en lo que hay que fijarse
Los debates trascendentales y polémicos sobre el futuro de los tipos de interés se están desarrollando bajo la atenta mirada de un drama político extraordinario
El presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Jerome Powell. (EFE/Jim Lo Scalzo)
Los responsables de la Reserva Federal han pasado meses sopesando riesgos antagónicos: una inflación persistente que abogaba por no recortar los tipos y unas condiciones del mercado laboral más débiles que abogaban por sí hacerlo. Esta semana, están listos para tomar una decisión.
Se espera que los funcionarios recorten los tipos en un cuarto de punto porcentual el miércoles, al término de su reunión de dos días, impulsados por la reciente desaceleración del crecimiento del empleo. El presidente de la Fed, Jerome Powell, adelantó la decisión el mes pasado cuando pasó a dar prioridad a las preocupaciones sobre el empleo frente a las persistentes preocupaciones sobre la inflación.
La reunión se celebra en un momento político fuera de lo común para el banco central, lo que la convierte en una de las más extrañas en años. No solo viene precedida de meses de ataques del presidente Trump por la reticencia de la Fed a bajar los tipos, sino también de dramas legales paralelos que han sembrado dudas sobre quién asistirá a la reunión. Una sentencia dividida 2 a 1 de un tribunal federal de apelaciones el lunes por la noche confirmó una orden judicial que permitiría a la gobernadora de la Fed, Lisa Cook, asistir a la reunión de dos días que comenzó el martes. Trump intentó destituirla el mes pasado por unas controvertidas acusaciones de transacciones inmobiliarias. La administración Trump informó que apelará la decisión ante la Corte Suprema.
La sentencia sobre Cook se dictó en el mismo momento en que el Senado votaba para confirmar al asesor económico de Trump, Stephen Miran, para otra vacante en la junta de la Fed, lo que le garantiza su participación en la reunión. Se sentará en la misma esquina de la mesa de la sala de conferencias de la Fed que Cook, con solo un gobernador entre ellos. Dado que la decisión sobre los tipos de interés es prácticamente un hecho, los inversores se centrarán en si Powell sigue adelante con su reciente cambio de rumbo, una medida potencialmente controvertida que corre el riesgo de dividir opiniones independientemente de lo que haga. En concreto, estarán atentos a una cifra de las previsiones económicas trimestrales que se publicarán el miércoles por la tarde: ¿Powell y sus colegas prevén un total de tres recortes de tipos este año o se mantendrán en los dos recortes que anticipaba una escasa mayoría cuando el mercado laboral parecía más sólido en junio?
La reunión se celebra en un momento político fuera de lo común para el banco central, lo que la convierte en una de las más extrañas en años
Las proyecciones no son el resultado de una deliberación del comité y resultan especialmente incómodas en una reunión de septiembre. Dado que los funcionarios deben anotar dónde esperan que estén los tipos a finales de año, representan un punto de referencia para las dos últimas reuniones de la Fed del año, en octubre y diciembre. A menudo se convierten en el centro de las preguntas dirigidas a Powell en su rueda de prensa posterior a la reunión. Esas previsiones se tratarán como una respuesta aproximada a las tres preguntas interrelacionadas que probablemente dominarán las deliberaciones a puerta cerrada de esta semana: ¿Qué grado de preocupación suscita la ralentización del crecimiento del empleo este verano? ¿A qué ritmo deben bajar los funcionarios los tipos de interés para alcanzar un nivel neutral que ni estimule ni frene la actividad económica? ¿Y dónde se encuentra exactamente ese nivel neutral en el entorno actual?
El panorama del empleo ha cambiado notablemente desde la última reunión a finales de julio. En aquel momento, se informó de que el aumento de la cifra de empleo había sido de una media de 150.000 puestos de trabajo al mes durante los tres meses anteriores a junio. Desde entonces, esa cifra se ha revisado a la baja hasta los 96.000. En los tres meses anteriores a agosto, descendió aún más, hasta los 29.000. En julio, por primera vez desde la reapertura de la economía tras la pandemia en 2021, había más trabajadores desempleados que puestos de trabajo sin cubrir. Las cifras sugieren que el mercado laboral podría estar ralentizándose, ya sea debido a la restrictiva política de tipos de interés o a los cambios en las políticas, como los nuevos aranceles que aumentan los costes para las empresas y la reducción sustancial de la inmigración. "Sabemos que el mercado laboral se está debilitando. Creo que gran parte de la conversación en la reunión girará en torno a hasta qué punto lo está haciendo realmente", afirma Rob Kaplan, expresidente de la Reserva Federal de Dallas.
Las conversaciones con las empresas le llevan a concluir que la economía está "deprimida, pero no se ha desplomado", lo que, según Kaplan, aboga por una mayor moderación a la hora de comprometerse con una serie de recortes de tipos. En su anterior reunión, celebrada en julio, los responsables de la Fed mantuvieron los tipos estables porque consideraban que los riesgos de una inflación elevada eran más preocupantes que los riesgos de un debilitamiento del mercado laboral. Sin embargo, Powell afirmó justo después de la reunión que, si esos dos riesgos "estuvieran totalmente equilibrados, eso implicaría que se debería avanzar hacia una postura más neutral en materia de política monetaria".
Esto plantea la cuestión de a qué ritmo creen los funcionarios que deberían ajustar los tipos hasta alcanzar un nivel neutral, un objetivo cambiante que resulta frustrantemente impreciso. El tipo de referencia de los fondos federales se sitúa actualmente en torno al 4,3 %. Aunque los responsables de la Fed consideran que el tipo neutral ronda el 3 %, han ido revisando al alza sus estimaciones en los últimos años. La cautela de Kaplan respecto a la reducción de los tipos refleja su opinión de que el tipo neutral es actualmente más alto, en torno al 3,5 %, lo que significaría que la Fed solo tendría que realizar tres o cuatro recortes de un cuarto de punto antes de alcanzarlo.
El tipo de referencia de los fondos federales se sitúa actualmente en torno al 4,3 %
Esto representa un margen de error menor que el que tenían los funcionarios cuando comenzaron a recortar los tipos hace un año, desde alrededor del 5,3 %. Powell llevó a sus colegas a recortar los tipos en medio punto el pasado mes de septiembre, y los funcionarios realizaron recortes de un cuarto de punto en sus dos últimas reuniones del año. Es probable que más funcionarios consideren que el contexto económico es menos favorable para una flexibilización agresiva que el año pasado, ya que la inflación tiende a mantenerse estable o al alza. El año pasado, la tasa de desempleo había registrado un aumento más pronunciado que el año anterior, y la inflación mostraba una clara tendencia a la baja hacia el objetivo del 2 % de la Fed.
"El entorno inflacionista es completamente diferente al de hace un año", señala Eric Rosengren, expresidente de la Fed de Boston. El año pasado, "la progresión de la inflación era claramente a la baja. No se puede decir lo mismo en esta reunión".
*Contenido con licencia de The Wall Street Journal. Traducido por Federico Caraballo
Los responsables de la Reserva Federal han pasado meses sopesando riesgos antagónicos: una inflación persistente que abogaba por no recortar los tipos y unas condiciones del mercado laboral más débiles que abogaban por sí hacerlo. Esta semana, están listos para tomar una decisión.