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Musk tiene 14 hijos de 4 madres distintas: este es su plan maestro para gestionarlo todo
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Musk tiene 14 hijos de 4 madres distintas: este es su plan maestro para gestionarlo todo

El hombre más rico del mundo compagina la paternidad de más de una docena de hijos y una especie de harén personal con la dirección de sus empresas y el asesoramiento a Trump

Foto: Elon Musk.
Elon Musk.
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Hace poco se sometió a una prueba de paternidad por una disputa con una mujer en torno al dinero y la privacidad. Ashley St. Clair quería demostrar que Elon Musk era el padre de su bebé recién nacido, pero para pedirle al multimillonario que se hiciera una prueba de paternidad, la “influencer” de derechas tuvo que pasar por el intermediario de Musk, Jared Birchall. “No quiero que mi hijo se sienta como si fuera un secreto”, le dijo St. Clair a Birchall en una llamada telefónica de dos horas en diciembre.

Birchall, por su parte, le dio algunos consejos a St. Clair. Su jefe era "una persona muy bondadosa, amable y generosa", dijo. Pero Musk también tenía una cara oculta. Cuando la madre de su hijo toma “la vía legal” en estas situaciones, “siempre sale peor parada que si se hubiera resuelto de otra manera”, le dijo Birchall a la joven de 26 años. Además, añadió, Musk no estaba seguro de que el niño fuera suyo. No era la primera conversación de este tipo para Birchall. Su trabajo oficial consiste en dirigir la oficina familiar de Musk, y ha ayudado recientemente a organizar la campaña de Musk de más de 250 millones de dólares en apoyo de la campaña electoral de Donald Trump. Entre bastidores, Birchall también gestiona los acuerdos financieros y de privacidad que Musk exige a las mujeres que crían a los hijos del hombre más rico del mundo.

Foto: Elon Musk. (Reuters/Kent Nishimura)

Musk ha tenido al menos 14 hijos con cuatro mujeres, entre ellas la cantante de pop Grimes y Shivon Zilis, ejecutiva de su empresa de computación neuronal Neuralink. Múltiples fuentes cercanas al empresario tecnológico afirman que la cifra real de hijos de Musk es mucho mayor de lo que se conoce públicamente. Musk ofreció a St. Clair 15 millones de dólares y 100.000 dólares al mes de manutención a cambio de su silencio sobre el niño, al que llamaron Romulus. Otros acuerdos similares se habían negociado con otras madres de los hijos de Musk, según le dijo Birchall a St. Clair. La lucha con St. Clair por los términos del acuerdo sobre su bebé ha continuado mientras Musk ha asumido uno de los papeles más influyentes en el gobierno de EEUU.

Como asesor principal del presidente Trump, ha estado recortando personal y miles de millones de dólares del gobierno federal como jefe del Departamento de Eficiencia Gubernamental, con programas de prestaciones masivas como la Seguridad Social, Medicaid y Medicare en el punto de mira. El proyecto de Musk de tener hijos es coherente con su ambición de que la NASA se dé prisa en ir a Marte. En X dijo que hacer que la gente sea multiplanetaria es “fundamental para garantizar la supervivencia a largo plazo de la humanidad y de toda la vida tal y como la conocemos”. En la visión oscura del mundo de Musk, la civilización está amenazada por el declive de la población. Según personas familiarizadas con el asunto, está decidido a corregir el momento histórico ayudando a sembrar la tierra con más seres humanos de gran inteligencia. Sus negocios están creados para servir a esta idea: el objetivo principal de SpaceX es construir un cohete capaz de llegar a Marte, y sus otras empresas, incluido el fabricante de coches eléctricos Tesla, ayudan a financiar el plan.

Musk ha tenido al menos 14 hijos con cuatro mujeres, entre ellas la cantante de pop Grimes y Shivon Zilis, ejecutiva de su empresa Neuralink

Musk se refiere a su descendencia como una “legión”, en referencia a las antiguas unidades militares que podían contener miles de soldados y fueron clave para extender el alcance del Imperio Romano. Durante el embarazo de St. Clair, Musk sugirió que trajeran a otras mujeres para tener aún más hijos y más rápido. “Para alcanzar el nivel de legión antes del apocalipsis”, le dijo a St. Clair en un mensaje de texto visto por The Wall Street Journal, “tendremos que usar madres de alquiler”. Ha reclutado a potenciales madres en su red social X, según algunas de las personas. Musk ha utilizado su riqueza para comprar el silencio de algunas mujeres que tienen hijos suyos, según atestiguan St. Clair, otras personas, mensajes de texto y documentos revisados por el Journal. Las cláusulas de confidencialidad forman parte de algunos de los acuerdos de pago. Si las madres se resisten o buscan asesoramiento externo, los asesores de Musk, incluido Birchall, amenazan con represalias económicas.

Birchall expuso las expectativas de Musk a St. Clair: “La privacidad y la confidencialidad son lo primero en todos los aspectos de su vida, en todos los aspectos, y todo su mundo está configurado para ser como una meritocracia”. Los beneficios fluyen, dijo, cuando “la gente hace un buen trabajo”. Durante la llamada con Birchall, St. Clair le dijo que había recibido la visita de una mujer a la que Musk había invitado a tener su bebé. Le dijo que estaba atrapada en el harén de Musk. Los detalles de la misión gestacional de Musk apenas están empezando a salir a la luz pública. Grimes le suplicó ayuda a Musk en febrero por X, cuando uno de sus hijos estaba teniendo una “emergencia médica”, porque Musk no quería involucrarse con ella. A principios de ese mes, después de que su hijo de 4 años, también llamado X, hubiera aparecido en la televisión nacional sobre los hombros de su padre mientras hablaba de los recortes del gobierno en el Despacho Oval, Grimes publicó que “no debería aparecer en público de esa manera”.

Una persona cercana a Musk que conoce su opinión sobre los acuerdos con las madres de sus hijos afirma que Musk cree que es mejor resolver estos asuntos a puerta cerrada por la seguridad del niño.

"Crear nuevos humanos"

Musk ha alertado de que "la civilización se derrumbará" si la gente no empieza a tener más hijos, una opinión que se ha popularizado como pronatalismo en los círculos de derechas. El movimiento pronatalista está compuesto por personas preocupadas por la tasa de natalidad y deseosas de aplicar políticas y soluciones culturales al problema. Martin Varsavsky, amigo de Musk y fundador de una gran cadena de clínicas de fertilización in vitro en EEUU, afirmó haber hablado con Musk sobre los riesgos de la caída de la tasa de natalidad. “Sin bebés no hay futuro, todos los problemas pasan a un segundo plano frente al problema de no tener gente en el planeta”, dijo Varsavsky. “Elon cree que un país no es la geografía, un país es la gente”.

En una conferencia sobre inversión celebrada en Arabia Saudí el año pasado, Musk expuso la urgencia del asunto ante una audiencia. “Creo que la mayoría de los países deberían considerar la tasa de natalidad como el mayor problema que deben resolver. Si no se crean nuevos seres humanos, no hay humanidad, y todas las políticas del mundo no importan”, declaró Musk a la multitud a través de un vídeo en directo. Cuando el entrevistador bromeó diciendo que Musk estaba poniendo de su parte para abordar el problema, el multimillonario asintió. “Sí. Lo estoy haciendo. Quiero decir, ya sabes, hay que predicar con el ejemplo. Así que tengo muchos hijos y animo a los demás a tener muchos hijos”. Por otro lado, Musk ha dicho que le preocupa que los países del tercer mundo tengan tasas de natalidad más altas que Estados Unidos y Europa. Una de las formas más importantes de cambiar esta dinámica, ha dicho repetidamente a personas cercanas a él, es que las personas con estudios tengan más hijos.

Foto: Elon Musk vuelve a estar en el foco de la polémica (EFE/Shawn Thew)

En 2023, tuvo una reunión en Austin en la que personas que describió como funcionarios japoneses le pidieron que fuera donante de esperma para una mujer de alto perfil, según un mensaje de texto revisado por el Journal. “Quieren que sea donante de esperma. Sin romance ni nada, solo esperma”, le envió en un mensaje de texto a St. Clair. Más tarde, Musk le informó que había donado su esperma a la persona que se lo pidió, sin nombrar a la mujer.

Un estatus especial

Vivian Wilson, una de las hijas mayores de Musk de su primera mujer, Justine Musk, declaró recientemente a Teen Vogue que no sabe cuántos medios hermanos tiene en su familia. Musk está ahora distanciado de Vivian porque se niega a aceptar su identidad como transgénero. Justine Musk tuvo seis hijos con Musk, pero uno de ellos murió siendo bebé. Grimes, cuyo nombre legal es Claire Boucher, tiene tres hijos pequeños con Musk. Ella y el magnate se enfrentaron en una batalla por la custodia, pero llegaron a un acuerdo en agosto. Musk ofreció su esperma a Zilis, y los dos tienen cuatro hijos pequeños juntos. Zilis es considerada una fuerza estabilizadora en la vida de Musk y es la más destacada de sus madres. “De verdad quiere que la gente inteligente tenga hijos, así que me animó a hacerlo”, le dijo Zilis al biógrafo de Musk, Walter Isaacson.

La licenciada por la Universidad de Yale fue miembro fundadora del equipo de inversiones de Bloomberg Beta y entró en la lista de capital riesgo "30 Under 30" de Forbes en 2015. Zilis también fue miembro de la junta directiva de OpenAI y trabajó en Tesla al principio de su carrera. Dos personas cercanas a Musk la describieron como alguien con un “estatus especial”, lo que significa que Musk elige pasar tiempo en su casa de Austin y llevarla a eventos públicos de alto perfil. En enero, Zilis asistió con Musk a una cena de gala a la luz de las velas previa a la toma de posesión, y fue fotografiada hablando con Ivanka Trump, Jared Kushner, el fundador de Amazon, Jeff Bezos, y su prometida, Lauren Sánchez. Semanas después, acompañó a Musk a una reunión con el primer ministro de la India, Narendra Modi, en Blair House, la casa de huéspedes presidencial situada frente a la Casa Blanca, con dos de sus hijos y otro de Musk.

"Elige un nombre"

Aunque Musk publica a veces docenas de veces al día en X sobre políticas de derechas o sobre sus empresas, entre otras cosas que le preocupan, a menudo interactúa con usuarios menos conocidos. Les responde y a veces interactúa a través de mensajes directos, a algunos de los cuales acaba solicitando que tengan sus hijos, según personas que han visto los mensajes. La influencer de criptomonedas Tiffany Fong estaba cubriendo la caída del arruinado magnate de las criptomonedas Sam Bankman-Fried cuando Musk empezó a darle a “Me gusta” y a responder a sus publicaciones. Las interacciones de Musk aumentaron a medida que Fong publicaba más contenido político en apoyo a Trump, y Musk la siguió el verano pasado.

Ese tipo de atenciones de Musk en X, donde tiene 219 millones de seguidores, le trajo a Fong una avalancha de seguidores, lo que supuso una gran ayuda económica. Más interacción significaba más ganancias para ella como parte de un programa de reparto de ingresos para creadores en X. Durante el apogeo de sus interacciones con el multimillonario propietario, Fong ganó 21.000 dólares en la plataforma en un período de dos semanas en noviembre, según una captura de pantalla que publicó. Fue más o menos cuando Musk le envió un mensaje directo preguntándole si estaba interesada en tener un hijo suyo, según personas próximas al asunto. Los dos nunca se habían visto en persona. Fong no siguió adelante con Musk porque se veía teniendo hijos en una familia nuclear más tradicional, pero le confesó a algunos amigos la propuesta, incluida St. Clair, a quien conocía como otra figura conservadora de las redes sociales, y les contó que le preocupaba que rechazarle pudiera perjudicar sus ganancias. Una vez que Musk se enteró de que Fong había revelado la petición a otros, criticó su falta de discreción y dejó de seguirla. Eso provocó una caída en su visibilidad y sus ganancias disminuyeron.

Foto: Los usuarios de X en todo el mundo deben extremar las precauciones (Reuters/Kevin Lamarque)

St. Clair y Musk se habían conocido antes, en la primavera de 2023, después de que Musk comenzara a reaccionar a las publicaciones de la influencer en Instagram y siguiera su cuenta. Poco después, empezaron a intercambiar mensajes directos antes de que Musk la invitara a visitar la oficina de la red social en San Francisco, y entonces la relación se tornó romántica. Musk invitó a St. Clair, que había sido directora de operaciones en una empresa de medios de comunicación conservadora propietaria de The Babylon Bee, a viajar en su avión privado a Rhode Island, donde estaba visitando a uno de sus hijos en la universidad. La primera vez que tuvieron relaciones sexuales, Musk bromeó diciendo que debían "elegir un nombre" para su futuro hijo. Según ella, él le hablaba con frecuencia de traer un niño al mundo. Fue meses después, en un viaje de Año Nuevo a St. Barts, cuando ella le dijo que estaba ovulando. Él le preguntó "¿a qué estamos esperando?" y los dos concibieron a su hijo en ese viaje, según St. Clair.

Estar en su círculo le daba acceso a un flujo constante de mensajes, en particular sobre su creciente participación en la elección de Trump. Antes de que Musk apoyara públicamente a Trump, le envió un mensaje: “No puedo ser presidente, pero puedo ayudar a Trump a derrotar a Biden y lo haré”. En otro mensaje antes de que Trump eligiera a quien le acompañaría en la candidatura, visto por el Journal, Musk le preguntó a St. Clair qué pensaba de Tulsi Gabbard como candidata a la vicepresidencia, señalando que en las entrevistas dice “las palabras antisistema adecuadas”. Mientras Musk estaba en Pensilvania haciendo campaña para Trump antes de las elecciones, envió una serie de mensajes a St. Clair sobre la importancia de ganar en el estado. “En toda la historia, nunca ha habido un ejército competitivo compuesto por mujeres. Ni una sola vez”, escribió. “Los hombres están hechos para la guerra. Los hombres de verdad, al menos”. Continuó con: “Estoy en modo guerra total. Hoy voy al frente. Debemos ganar Pensilvania”.

Protegiendo a Elon

En la llamada telefónica de diciembre, Birchall le dijo a St. Clair que su trabajo consistía en "proteger a Elon". Le dijo que había estado felizmente casado con la misma mujer, pero que había “estado muy involucrado en los tribunales de familia” a través de su trabajo para Musk. “Siento que he pasado por, digamos, tres divorcios”, dijo. Birchall trabajó en finanzas antes de convertirse en uno de los principales consejeros en la órbita de Musk. Musk lo reclutó del grupo de gestión de patrimonio privado de Morgan Stanley, donde formaba parte de un pequeño equipo que administraba el dinero del empresario. Los dos hombres no podrían ser más diferentes en apariencia: Birchall es un mormón practicante con una familia numerosa que trabaja duro para mantener un perfil bajo.

Las responsabilidades formales de Birchall son muy amplias, desde desembolsar fondos para el super PAC de Musk hasta formar el equipo que ayudó a Musk a privatizar Twitter. Su papel como intermediario entre Musk y algunas de las madres ocurre en segundo plano. Musk a menudo hace que Birchall intervenga para manejar las negociaciones con las mujeres sobre los arreglos para el embarazo y el apoyo financiero posterior. Los acuerdos se desarrollan de manera similar para las diferentes mujeres, según un documento y fuentes familiarizadas con el asunto. Birchall participó en la adquisición de una propiedad para un complejo en Austin donde Musk se imaginaba a las mujeres y a su creciente número de bebés viviendo todos entre múltiples residencias. También está involucrado en otras operaciones inmobiliarias en los diferentes negocios de Musk.

Las responsabilidades de Birchall son muy amplias, desembolsar fondos para el super PAC o formar el equipo para privatizar Twitter

Zilis vive en una comunidad privada con sus hijos, y Musk va y viene. Musk también intentó que Grimes se mudara al complejo, pero ella se negó. Del mismo modo, intentó que St. Clair pasara algún tiempo en Austin “con nuestra legión de niños”, según un mensaje que le envió. Birchall dijo en la llamada de diciembre con St. Clair que los acuerdos de confidencialidad son necesarios. “Hemos pasado por demasiados problemas donde, no firmar algún acuerdo asociado con la entrega de más de 15 millones de dólares es absolutamente una locura e irresponsable, y esto se debe a que hemos tratado con personas muy inestables, mentalmente inestables, que de repente olvidan cosas”, dijo. Añadió que su jefe “no puede permitir que la gente simplemente vaya compartiendo información sobre su vida. Es el pararrayos más grande de todo el planeta”. Cuando Birchall le dijo a St. Clair que otras madres firmaron acuerdos de confidencialidad similares, ella se dio cuenta de que no parecían contentas. Zilis, dijo Birchall, tiene “altibajos en su búsqueda de la felicidad”, pero Grimes “nunca va a encontrar la verdadera felicidad”.

"Quiero volver a dejarte embarazada"

Grimes afirmó en X que su batalla judicial con Musk por la custodia de sus tres hijos la llevó a la bancarrota y que tenía “una fracción de los recursos [de Musk] (o experiencia en inteligencia/estrategia)” para navegar por el sistema judicial de familia. Musk había demandado a Grimes en 2023 en Texas para establecer la “relación padre-hijo”, y Grimes presentó una contrademanda en California para obtener la custodia física principal. Ella alegó que Musk la había privado de uno de sus hijos durante cinco meses y que, durante los procedimientos judiciales, el equipo de Musk desenterró partes de su pasado para retratarla como una mala madre. Los dos habían salido en 2018 antes de tener hijos. Birchall ocupó un lugar destacado en la lucha de Musk con Grimes, actuando como intermediario en varias negociaciones entre la cantante y Musk. Birchall también estuvo presente en la sala del tribunal de Austin durante su disputa judicial. El caso se ha resuelto y ahora está sellado y Grimes y Musk se turnan con los niños cada dos semanas, según fuentes cercanas al asunto.

St. Clair estaba en primera fila en la batalla por la custodia, ya que en ese momento estaba saliendo con Musk y él la mantenía al tanto de las deliberaciones. Un año después, era ella la que estaba librando su propia batalla con Musk. Después de quedarse embarazada de su hijo, la relación de St. Clair y Musk fue mejorando, y Musk le enviaba flores en su cumpleaños y en el Día de la Madre. El hijo pequeño de St. Clair, fruto de una relación anterior, jugaba con los hijos pequeños de Musk, y ella y el niño conocieron a la madre de Musk, Maye Musk. En un momento dado, St. Clair le hizo a Musk un sombrero negro personalizado con la inscripción “Make America Great Again” en estilo gótico, una versión de la gorra roja de Trump. Musk lo llevaba a todas partes, incluso hizo referencia al sombrero en sus discursos de campaña para Trump durante las elecciones. En noviembre, Musk respondió a un selfie que ella le envió diciendo: "Quiero volver a dejarte embarazada".

Foto: El CEO de Tesla y SpaceX, Elon Musk, durante un discurso en Green Bay, Wisconsin. (Reuters/Vincent Alban)

Mientras estaba embarazada, Musk la había instado a que diera a luz al bebé por cesárea y le dijo que no quería que el niño fuera circuncidado. (Musk ha publicado en X que los partos vaginales limitan el tamaño del cerebro y que las cesáreas permiten cerebros más grandes). St. Clair es judía y las circuncisiones son un ritual importante en la religión, y además decidió no someterse a una cesárea. Él le dijo que debería tener una decena de hijos y se pusieron a discutir el segundo nombre del niño. Una vez empezó a estar visiblemente embarazada, se pasó la mayor parte del tiempo en su apartamento para que el embarazo no se hiciera público, dijo. Durante su gestación, Musk dio instrucciones a Birchall para que enviara a St. Clair dos millones de dólares para gastos, dijo ella, con la mitad de esa cantidad estructurada como préstamo, según un mensaje visto por el Journal. Ella utilizó parte de los fondos para pagar la seguridad, que ascendía a más de 100.000 dólares al mes, dijo.

Cuando estaba en el hospital en septiembre, en la fase de inducción del parto, Birchall le envió un mensaje para que no incluyera el nombre de Musk en el certificado de nacimiento. Poco antes, había contratado a un abogado, algo que Birchall le había advertido que no hiciera. Ella accedió a la petición de no nombrar a Musk en el certificado de nacimiento. Poco después del nacimiento, Birchall presionó a St. Clair para que firmara documentos que mantenían en secreto al padre del bebé y los detalles sobre su relación con Musk a cambio de apoyo financiero. La oferta consistía en una tarifa única de 15 millones de dólares para gastos de vivienda y manutención, más 100.000 dólares adicionales al mes hasta que el bebé cumpliera 21 años. Musk le dijo que era peligroso revelar su relación con el bebé, describiéndose a sí mismo como el "número 2 después de Trump como objetivo de asesinato" y añadió que “solo los paranoicos sobreviven”.

Musk ha publicado en X que los partos vaginales limitan el tamaño del cerebro y que las cesáreas permiten cerebros más grandes

Sin embargo, ella no firmó. El acuerdo le impedía hablar de Musk en relación con el niño o menospreciarlo, pero no impedía que Musk hablara negativamente de ella si quería. St. Clair debería devolver la suma global de 15 millones de dólares si rompía el acuerdo. Uno de los principales puntos de conflicto, dijo, era que su hijo se sentiría ilegítimo. El acuerdo no preveía manutención para su hijo si enfermaba gravemente ni un fondo fiduciario o un seguro de vida si Musk moría antes de que el niño cumpliera 21 años. Además, el acuerdo no preveía una asignación para gastos de seguridad. Ella también quería una prueba de paternidad. Los tribunales de Nueva York, donde vive St. Clair, exigen la prueba para aprobar los acuerdos de manutención de los hijos, según Karen B. Rosenthal, una de las abogadas de St. Clair.

En varias ocasiones, St. Clair intentó resolver las cosas directamente con el multimillonario, pero asegura que él ignoró sus mensajes. En febrero, cuando se enteró de que una revista sensacionalista estaba preparando una historia sobre su relación, decidió adelantarse y lo publicó en Instagram, haciendo público todo por primera vez, afirma. "Hace cinco meses, di la bienvenida a un nuevo bebé al mundo. Elon Musk es el padre", escribió. "No lo he revelado antes para proteger la privacidad y la seguridad de nuestro hijo, pero en los últimos días ha quedado claro que los medios sensacionalistas tienen la intención de hacerlo, sin importar el daño que causará".

Foto: Una protesta contra Elon Musk frente a un concesionario de Tesla en Seattle, Washington (Getty Images, David Ryder)

Cuatro días después de la publicación, Musk eliminó la oferta de 15 millones de dólares. Luego, cuando acudieron a los tribunales para discutir la prueba de paternidad y la solicitud de Musk de una orden de silencio, él redujo aún más la oferta económica, dejando su manutención en 40.000 dólares al mes, justo cuando estaba previsto que sus honorarios legales se dispararan en la disputa. El jueves, el Journal se puso en contacto con Musk para que diera su opinión sobre este artículo. El viernes, St. Clair aseguró que Musk no le había enviado la pensión alimenticia que había acordado. El martes por la noche, afirmó que el equipo de Musk le había enviado 20.000 dólares, reduciendo de nuevo su asignación a la mitad.

"El momento de la reducción de los pagos por su parte coincide con los desacuerdos sobre las pruebas y las órdenes de silencio. La única conclusión que podemos sacar es que el dinero se está utilizando como arma", dijo Dror Bikel, otro de los abogados de St. Clair. Los honorarios legales de St. Clair han superado los 240.000 dólares, según comenta Rosenthal. El caso está en trámite en el Tribunal Supremo de Nueva York, que ordenó a Musk que se sometiera a la prueba de paternidad. El viernes se recibieron los resultados. Un informe de Labcorp afirma que la "probabilidad de paternidad" era del 99,9999 %.

*Contenido con licencia de The Wall Street Journal. Traducido por Federico Caraballo

Hace poco se sometió a una prueba de paternidad por una disputa con una mujer en torno al dinero y la privacidad. Ashley St. Clair quería demostrar que Elon Musk era el padre de su bebé recién nacido, pero para pedirle al multimillonario que se hiciera una prueba de paternidad, la “influencer” de derechas tuvo que pasar por el intermediario de Musk, Jared Birchall. “No quiero que mi hijo se sienta como si fuera un secreto”, le dijo St. Clair a Birchall en una llamada telefónica de dos horas en diciembre.

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