¿Cuánto tiene que desplomarse el mercado antes de que sea el momento de comprar?
Ya se reflejan en el precio las malas noticias. Los inversores pueden volver al mercado con cautela, siempre y cuando cuenten con que las acciones podrían caer mucho más todavía
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F445%2F60a%2Ff8a%2F44560af8a1297e99d49456ac829bd6a5.jpg)
Los inversores se hacen la misma pregunta que nos hacíamos de niños en el coche: ¿cuánto falta?. Después de una de las peores caídas bursátiles de la historia y con las acciones llevando al S&P 500 brevemente a un mercado bajista el lunes, con una caída de más del 20 % desde su máximo intradiario de febrero, ¿es el momento de comprar?
Puede parecer una pregunta tonta. Los aranceles impuestos por el presidente Trump golpearán la economía y supondrán una amenaza de recesión global. Y lo que podría ser peor, la incompetencia de su ejecución —con aranceles sobre islas deshabitadas y sin reciprocidad real en la fórmula defectuosa utilizada— ha socavado la fe en la formulación de políticas de EEUU. Cuando el miedo reina, nadie quiere acciones. A excepción, por supuesto, de los inversores contrarios. Pero, ¿reina realmente el miedo? Y, lo que es igual de importante, ¿qué podría desencadenar un repunte?
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2Fcc8%2Ff15%2Fe72%2Fcc8f15e72e44971330697cd7643938ed.jpg)
Hace tres semanas establecí un marco para evaluar cuándo el mercado se está acercando a su punto más bajo, y aunque algunos de los indicadores indicaban claramente que había que comprar, yo seguía teniendo dudas. Las cosas están mucho peor ahora: el S&P 500 está sufriendo su tercera caída de tres días más grave desde su creación en 1957, y el índice VIX de volatilidad implícita alcanzó brevemente los 60 puntos el lunes a primera hora, antes de recuperarse parcialmente. Solo ha estado a un nivel más alto durante el pánico que se vivió en Japón el verano pasado, la pandemia y la crisis financiera mundial de 2008. El grado de pánico que se ha apoderado de los inversores privados se muestra en la encuesta (no científica) de la Asociación Americana de Inversores Individuales, en la que más personas dicen que son pesimistas que en cualquier otro momento desde la semana en que las acciones tocaron fondo en 2008.
Compra, como en realidad nunca dijo el legendario banquero Nathan Mayer Rothschild, cuando haya sangre en las calles, aunque la sangre sea tuya. El sentimiento entre los inversores institucionales también se ha hundido, ya que se están apresurando a buscar la seguridad de los bonos del Tesoro de EEUU y a comprar opciones de venta, aunque indicadores como la proporción de opciones de venta frente a opciones de compra alcistas son solo malos, no del todo terribles. Los fondos de cobertura han estado recortando frenéticamente su deuda, lo que contribuye a mi sensación de que un mínimo impulsado por el desapalancamiento está más cerca. Sin embargo, la caída de las acciones ha sido bastante ordenada, coincidiendo con la caída de los fundamentos económicos. Los inversores han estado valorando una posibilidad mucho mayor de recesión, asumiendo que los aranceles aplastarán el comercio mundial y forzarán una reestructuración de la industria que conduzca a una menor productividad y menores beneficios.
Compra, como en realidad nunca dijo el legendario banquero Nathan Mayer Rothschild, cuando haya sangre en las calles, aunque la sangre sea tuya
Los desencadenantes más obvios para un repunte son las cosas que cambian esta visión. La primera es que Trump se eche atrás. Tiene muchas excusas para reducir el impacto de los aranceles, que podría presentar como razonables o incluso como una victoria. Kevin Hassett, director del Consejo Económico Nacional, dijo durante el fin de semana que más de 50 países se han puesto en contacto para negociar. La gran cantidad de conversaciones justifica un retraso en la fecha de inicio de los aranceles, y se podrían utilizar concesiones menores como tapadera para eliminar por completo los aranceles de algunos países. Desafortunadamente, esto supone que Trump pretende utilizar los aranceles como herramienta de negociación, algo que los inversores han calificado repetidamente de error.
La segunda es que otros países se echen atrás. Si los países optan por no tomar represalias, la guerra comercial mundial sería menos grave. Si luego ofrecen mejores condiciones comerciales a Estados Unidos y Trump responde eliminando los aranceles estadounidenses, eso reduciría las barreras comerciales y animaría a los mercados. China ya ha contraatacado con fuerza y otros están discutiendo las represalias, pero es posible.
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2Fb01%2F64e%2F7ac%2Fb0164e7ac02402a947a8bad12c732b08.jpg)
La tercera es la intervención de la Reserva Federal. Los recientes pánicos del mercado han terminado con la compra por parte del banco central de activos de riesgo como hipotecas y bonos corporativos, lo que ha reactivado el mercado y la economía. La Reserva Federal probablemente recortará los tipos a medida que la economía se desacelere, aunque la inflación resultante de los aranceles puede inducir a cierta cautela. Pero, ¿querrá hacer algo más para rescatar a los mercados de los efectos de una política gubernamental deliberada? Supongo que no, ya que pondría en peligro la apreciada imagen de independencia de la Reserva Federal.
Debido a que los inversores están tan nerviosos, un repunte, si se produce, podría ser muy grande. Después de caídas de dos días tan grandes o mayores en el pasado, las acciones han seguido ganando dinero en su mayoría durante el mes siguiente. Pero los repuntes no duran siempre: los mercados bajistas están llenos de repuntes que te dejan atónito y que apenas aparecen en los gráficos de caídas a largo plazo. El rebote del gato muerto de noviembre de 2008 hizo que el S&P 500 subiera un 27 % en enero, antes de perder casi un tercio de su valor hasta tocar fondo en marzo de 2009.
La Reserva Federal probablemente recortará los tipos a medida que la economía se desacelere
Sin un detonante, las acciones acabarán tocando fondo. Eso casi nunca ocurre antes de que comience la recesión, por lo que una recuperación a largo plazo necesita algo que sugiera que se puede evitar la recesión. También podría haber factores desencadenantes de más ventas, ya que la temporada de resultados de esta semana trae consigo la perspectiva de más advertencias de los directores ejecutivos sobre el daño que causarán los aranceles. Aun así, ya se han tenido en cuenta muchas malas noticias. Los inversores valientes pueden empezar a volver de puntillas al mercado, siempre y cuando se den cuenta de que las acciones podrían caer mucho más con facilidad si los aranceles se mantienen y se produce una recesión.
Contenido con licencia de The Wall Street Journal. Traducido por Federico Caraballo
Los inversores se hacen la misma pregunta que nos hacíamos de niños en el coche: ¿cuánto falta?. Después de una de las peores caídas bursátiles de la historia y con las acciones llevando al S&P 500 brevemente a un mercado bajista el lunes, con una caída de más del 20 % desde su máximo intradiario de febrero, ¿es el momento de comprar?