Pistas de inversión: la tendencia es tu amiga, hasta que deja de serlo
El 'momentum', una estrategia de inversión extrañamente exitosa, podría estar cerca de la zona de peligro
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No es difícil entender por qué algunas estrategias de inversión funcionan bien a largo plazo. Pero una de las mejores, la inversión basada en tendencias o momentum, es un misterio: resulta demasiado fácil. Un factor de inversión como el valor funciona porque es lógico comprar barato y vender caro; la calidad funciona porque las empresas bien gestionadas tienden a sobrevivir a las crisis y son más rentables; las acciones con altos dividendos prosperan porque al menos se obtiene dinero en efectivo, y tienden a tener valoraciones razonables.
El momentum, en cambio, tiene menos sentido para un inversor prudente que piensa a largo plazo, y hace que parezca algo así como una temeridad. En esencia, consiste en comprar un mayor número de acciones cuando estas acaban de subir. Muchas estrategias exitosas requieren tanto habilidades analíticas como disciplina. Seguir a la multitud es algo inherente a la naturaleza humana y es una característica de las burbujas.
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Sin embargo, es difícil rebatir los resultados a largo plazo: un índice basado en las tendencias bursátiles gestionado por S&P Dow Jones Indices desde el verano de 1994 habría convertido una inversión de 1000 dólares en 28 500 dólares el verano pasado, un 71% más que con solo poseer el S&P 500. También superó con creces a las cestas de valor y de altos dividendos, a la vez que presentaba una menor volatilidad. "La tendencia es tu amiga" ha sido durante mucho tiempo el grito de guerra de los especuladores. Sus excelentes resultados de inversión a largo plazo se describieron por primera vez en un artículo académico de 1993 que afirmaba que la rentabilidad de una acción en los tres a doce meses anteriores predecía sus resultados en los tres a doce meses siguientes. A diferencia de otros factores, como el valor, que también se describió por primera vez ese año, ha seguido dando resultados en su mayor parte, pero no siempre. Los periodos de crecimiento a la baja y de inflación al alza han sido pésimos para el momentum.
Esto es especialmente relevante en este momento porque los aranceles podrían afectar al crecimiento económico mundial y, al mismo tiempo, aumentar los precios internos. Durante los periodos de bajo crecimiento y aumento de la inflación, el momentum ha tenido rentabilidades anualizadas negativas del 13,33 % y también mucha volatilidad, según un estudio de 2024 de S&P. La rentabilidad ajustada al riesgo de una cesta de acciones de alto dividendo, en cambio, se ha mantenido prácticamente plana en las mismas condiciones.
Los periodos de crecimiento a la baja y de inflación al alza han sido pésimos para el momentum
Hay más aspectos a considerar. T. Rowe Price afirma que algunos periodos de muy buen rendimiento del momentum han sido, en retrospectiva, un "junk rally" que precede a una venta masiva, como justo antes del desplome tecnológico de la década de 2000. En el año transcurrido hasta finales de febrero, el índice S&P Momentum ha tenido un vertiginoso rendimiento del 30,53%. Suena tal cual como el año pasado. El enamoramiento por la inteligencia artificial y la concentración sin precedentes del mercado ciertamente le dieron un aire de burbuja al último mercado alcista. Si los ganadores recientes, como las acciones de los Siete Magníficos, siguen perdiendo fuelle, 2025 podría ser uno de esos años en los que el impulso decepcione.
No obstante, tales bajones podrían ayudar a explicar la persistencia del impulso. Mientras que los inversores en valor tienden a ser pacientes por necesidad, los inversores en impulso podrían no serlo. Muchos no llegaron a la estrategia a través de un estudio cuidadoso de lo que ha funcionado antes, en su lugar, se basaban en la intuición pura. Si la bolsa les deja con el culo al aire, es posible que no estén por la labor de continuar con la misma estrategia. Entonces, el momentum se descongestiona, despejando el camino para que la estrategia vuelva a hacer su extraña magia una vez más.
*Contenido con licencia de The Wall Street Journal. Traducido por Federico Caraballo
No es difícil entender por qué algunas estrategias de inversión funcionan bien a largo plazo. Pero una de las mejores, la inversión basada en tendencias o momentum, es un misterio: resulta demasiado fácil. Un factor de inversión como el valor funciona porque es lógico comprar barato y vender caro; la calidad funciona porque las empresas bien gestionadas tienden a sobrevivir a las crisis y son más rentables; las acciones con altos dividendos prosperan porque al menos se obtiene dinero en efectivo, y tienden a tener valoraciones razonables.