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Cómo saber si la caída del mercado ha tocado fondo
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Cómo saber si la caída del mercado ha tocado fondo

Aún no parece que sea el momento de comprar, pero aquí hay tres pistas que te ayudarán a decidir

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Cualquiera que trate de dar sentido a la caída del mercado de valores centrándose en el yoyó arancelario del presidente Trump se habrá quedado sin saber qué hacer a principios de la semana pasada. Las acciones de Tesla, dirigida por Elon Musk, la motosierra en jefe de Trump, se desplomaron un 15% el lunes, situándose por debajo de donde estaban antes de las elecciones. Sin embargo, las acciones de General Motors y Ford, ambas mucho más expuestas a los aranceles sobre el acero, Canadá y México que Tesla, subieron, resistiendo a la venta generalizada.

Los aranceles eran el lugar equivocado para buscar una explicación. Si se examina más a fondo la dinámica comercial, podemos hacernos una idea de las fuerzas más amplias del mercado que llevaron a las acciones a territorio de corrección esta semana. Los extraños movimientos de Tesla y Ford se debieron más bien a lo que en Wall Street se conoce como capitulación. Es cuando los operadores tiran la toalla y cierran las apuestas a las que se habían aferrado con la esperanza de un cambio de tendencia.

Foto: Inversores en la bolsa de Nueva York. (Getty/Spencer Plat)

La culpa es del ejército de "day traders" individuales que siguen obsesivamente a Tesla (mientras que GM y Ford son despreciadas por esta multitud). Estos especuladores finalmente se rindieron cuando Tesla perdió todas sus ganancias posteriores a las elecciones. La ironía para los que abandonaron Tesla es que las acciones subieron el martes y el miércoles (y Ford cayó, mientras que GM se mantuvo estable), antes de reanudar su caída el jueves. El hecho de que Trump promocionara Teslas frente a la Casa Blanca justificó que algunos intentaran comprar la caída. Además está en juego otro movimiento técnico impulsado por los fondos de cobertura.

Tesla era la mayor posición corta de los fondos de cobertura a finales de enero, los últimos datos disponibles, según Goldman Sachs. La apuesta de los "hedge funds" por la caída de la cotización de Tesla había sido muy dolorosa cuando la acción se disparó tras las elecciones. El retroceso les ha proporcionado algunos beneficios (o quizá simplemente ha reducido sus pérdidas), lo que ha facilitado la recompra de las acciones para cerrar la operación. Todo esto es importante a la hora de decidir si el mercado ha terminado su corrección. Las acciones tienden a sobrepasar la realidad tanto al alza como a la baja, a medida que los inversores se sobreexcitan o se desaniman. Tras las elecciones, se dispararon al alza, mucho más de lo que estaba justificado. Si se disparan a la baja, será el momento de comprar. Aún no parece que sea el momento de hacerlo, pero aquí hay tres claves que te ayudarán a decidir.

El hecho de que Trump promocionara Teslas frente a la Casa Blanca justificó que algunos intentaran comprar la caída

El sentimiento ya se ha deteriorado entre los inversores privados. Los bajistas superan en número a los alcistas en la encuesta semanal de la American Association of Individual Investors, y los boletines financieros son más negativos que positivos en cuanto a las perspectivas de las acciones, según la encuesta de Investors Intelligence. El sentimiento es un indicador contrario, y cuando es muy negativo puede ser un buen momento para comprar, ya que resulta difícil hundirse aún más. Si la nube de negatividad se disipa, ayudaría a los valores populares entre los particulares, como Tesla. Entre los inversores institucionales, sin embargo, no hay suficientes señales de pánico como para querer volver a invertir. La cobertura en el mercado de opciones ha repuntado, señal de preocupación. Pero los niveles ni siquiera son tan altos como cuando el "carry trade" japonés se deshizo repentinamente el verano pasado. Me gusta comprar cuando el miedo hace que las acciones bajen demasiado, pero este no es el momento.

El apalancamiento contribuye a los excesos, ya que los fondos de cobertura y los day traders piden prestado para comprar acciones, o tienen que vender para devolver lo prestado. En los principales mínimos del mercado, los operadores apalancados se ven obligados a cerrar operaciones para reembolsar la deuda. Esto acelera la caída y ayuda a encontrar el fondo. El lunes se produjo una muestra de la caótica negociación que resulta de deshacer las operaciones apalancadas, pero los hedge funds apenas han empezado a recortar su deuda, según la división de corretaje preferente de Goldman, que les presta dinero. La pequeña caída del apalancamiento por sí sola no basta para hacerme pensar que es inminente un repunte de los valores populares entre los hedge funds, como las grandes tecnológicas.

Foto: El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, muestra un decreto sobre el aumento de aranceles, junto al secretario de Comercio, Howard Lutnick, el 13 de febrero en el Despaho Oval. (Reuters/Kevin Lamarque)

La superación de los fundamentales es otra señal de que hemos tocado fondo. David Kostin, estratega jefe de renta variable estadounidense de Goldman Sachs, compara los valores cíclicos sensibles a la economía con los valores defensivos para tratar de averiguar qué tasa de crecimiento económico está descontada en los mercados. Esta semana llegó a la conclusión de que, después de que el banco rebajara sus previsiones de crecimiento, las acciones no están valorando una desaceleración significativa. Goldman tiene muchos motivos para recortar las previsiones económicas, ya que la debilidad de los datos ha provocado un temor al crecimiento que se ha propagado por los mercados bursátiles. Sin embargo, las previsiones económicas son conjeturas, no ciencia, y si ha habido un exceso depende de lo que tú pienses que va a pasar con el crecimiento bajo el mandato de Trump.

Los inversores que creen que la preocupación es exagerada deberían pensar que las acciones cíclicas, como Ford y GM, son una ganga. El grupo cada vez más ruidoso que pronostica una recesión preferirá los valores defensivos, o abandonar las acciones por completo. ¿Cómo decidirnos? La incertidumbre creada por Trump ha afectado claramente a algunos planes de gasto de los hogares y los CEO, pero no estoy seguro de si la cautela es lo suficientemente generalizada como para inclinar la economía hacia el precipicio. Esto es difícil de predecir, porque es imposible saber qué hará Trump a continuación o en qué medida la propia incertidumbre ralentizará la economía.

La semana pasada escribí que estaba paralizado por toda la incertidumbre. Los signos de al menos cierta capitulación esta semana me hacen pensar que un repunte está más cerca, pero no hay —todavía— suficiente pánico para desencadenar mi estrategia de comprar-cuando-tengo-miedo.

*Contenido con licencia de The Wall Street Journal. Traducido por Federico Caraballo

Cualquiera que trate de dar sentido a la caída del mercado de valores centrándose en el yoyó arancelario del presidente Trump se habrá quedado sin saber qué hacer a principios de la semana pasada. Las acciones de Tesla, dirigida por Elon Musk, la motosierra en jefe de Trump, se desplomaron un 15% el lunes, situándose por debajo de donde estaban antes de las elecciones. Sin embargo, las acciones de General Motors y Ford, ambas mucho más expuestas a los aranceles sobre el acero, Canadá y México que Tesla, subieron, resistiendo a la venta generalizada.

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