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La bolsa asume el golpe de los aranceles con desplomes: ¿llegó el momento de comprar?
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La bolsa asume el golpe de los aranceles con desplomes: ¿llegó el momento de comprar?

A pesar de la indecisión reinante, si crees en el discurso de Trump, ahora podría ser el momento de aprovechar la oportunidad

Foto: Inversores en la bolsa de Nueva York. (Getty/Spencer Plat)
Inversores en la bolsa de Nueva York. (Getty/Spencer Plat)
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Tras la victoria del presidente Trump, los inversores se entusiasmaron con todas las cosas buenas que había prometido y se olvidaron de las cosas que podrían ser perjudiciales para las acciones. Ahora están muy preocupados por todo lo negativo para las acciones y se han olvidado de las cosas que podrían ser beneficiosas. ¿Ha ido demasiado lejos la venta?

Los lectores habituales podrían pensar que soy un poco caprichoso por plantear la pregunta. Me puse en el bando opuesto, preocupado por la amenaza de los aranceles, las medidas drásticas contra la inmigración y los mercados inflados cuando los inversores estaban centrados en los recortes fiscales y la desregulación. Pero los precios se han movido, y los precios importan.

Foto: Contenedores en el puerto de Houston, Texas. (Getty/Brandon Bell)

El argumento para pensar que la venta es exagerada es que los mercados han retrocedido en general hasta donde estaban en el momento de las elecciones. Algunas caídas son tremendas: Tesla ha bajado un 45% desde su máximo a mediados de diciembre. Desde su salida a bolsa, Tesla solo ha caído más en un periodo tan corto en 2022, cuando la Reserva Federal subió agresivamente los tipos. El Nasdaq 100, dominado por las grandes tecnológicas, y el índice Russell 2000 de empresas más pequeñas bajaron brevemente el viernes más de un 10% desde sus máximos postelectorales, antes de que las tranquilizadoras palabras del presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, sobre la economía provocaran un repunte. Ambos índices están más bajos que el día de las elecciones. El S&P 500 no subió tanto ni ha caído tanto, pero sigue por debajo de donde estaba el 5 de noviembre. No se trata solo de los Siete Magníficos: la versión de igual ponderación del S&P también ha bajado. El dólar ha caído bruscamente, pero se mantiene ligeramente por encima de donde estaba antes del resultado de las elecciones, mientras que el peso mexicano está más fuerte que el día de las elecciones.

Para cualquiera que pensara que los discursos de Trump sobre desregulación y bajada de impuestos impulsarían el crecimiento económico, esto debería ser una gran oportunidad. El resto del mercado ha renunciado al "excepcionalismo americano". Me cuesta ponerme alcista a largo plazo, ya que temo que el nuevo orden mundial que Trump está instaurando no acabe bien para los inversores. Sin embargo, a corto plazo, parece que estamos ante una venta masiva muy rápida que al menos deshace gran parte de mi preocupación por el exceso en los mercados. Los inversores han dejado de ser superpositivos para centrarse en los peligros. Cuando el sentimiento se torna negativo, suele ser un buen momento para encontrar gangas. Los riesgos de esta perspectiva son tres.

El Nasdaq 100 y el índice Russell 2000 de empresas más pequeñas bajaron brevemente el viernes más de un 10% desde su` máximos postelectorales

En primer lugar, los precios no se han movido tanto. Las acciones estadounidenses no estaban baratas el 5 de noviembre y tampoco lo están ahora. Las acciones siguen siendo más de 21 veces los beneficios estimados para los próximos 12 meses (su máximo en la era de las puntocom hace 25 años fue de 25 veces). Sigue siendo cierto que gran parte de esta elevada valoración se debe al gran peso en el S&P de los Siete Magníficos: Amazon, Alphabet, Apple, Meta, Microsoft, Nvidia y Tesla. No obstante, si se desploman de nuevo a valoraciones más bajas, son tan grandes que arrastran al índice en su conjunto.

En segundo lugar, las partes malas de la agenda de Trump, en particular los aranceles, están paralizando los negocios y asustando a los consumidores. Los datos económicos se han debilitado y han quedado por debajo de las expectativas, lo que ha provocado el tramo bajista más reciente de las acciones. Si los planes de contratación y expansión se frenan debido a la incertidumbre sobre el comercio, la debilidad podría extenderse. No sé cómo pronosticar esto; no tenemos experiencia de que se impongan fuertes aranceles a nuestros socios comerciales más cercanos, se modifiquen, se aplacen en gran medida y se amenace con nuevos aranceles, todo ello en el plazo de una semana. Pero sí sé que la confianza importa, y esta no es una buena forma de levantar el ánimo.

Foto: Donald Trump y su secretario de comercio, Howard Lutnick. (EFE/Samuel Corum)

La ralentización podría ser simplemente la vuelta a un nivel de crecimiento razonable, más bajo, después de que la economía funcionara a un ritmo insosteniblemente rápido el año pasado. Pero si la confianza se resiente, podría ser el comienzo de algo mucho peor. Los mercados ya han empezado a prepararse para una economía más lenta. Las expectativas de recortes de tipos de la Fed este año han aumentado, y el rendimiento del Tesoro a 10 años ha bajado rápidamente. En acciones, mi índice de igual ponderación de los sectores defensivos menos sensibles a la economía ha subido ligeramente desde que comenzó la última liquidación a mediados de febrero, mientras que los cíclicos expuestos al crecimiento económico han bajado un 8%.

En tercer lugar, los aspectos positivos de la agenda de Trump también están en entredicho. Los inversores esperaban que, además de prorrogar los recortes fiscales de 2017, un aluvión de otros recortes fiscales sobre las propinas, las horas extraordinarias y los pagos de la seguridad social transfiriera dinero del Gobierno a los accionistas y estimulara la economía. El Congreso aún está estudiando cómo prorrogar los recortes fiscales, pero la propuesta de los republicanos en la Cámara de Representantes incluye recortes del gasto por valor de 2 billones de dólares, lo que reduce casi a la mitad el efecto estimulante de la prórroga fiscal de 4,5 billones de dólares. Aún no está claro qué saldrá exactamente del proceso de reconciliación.

Los mercados ya han empezado a prepararse para una economía más lenta

La desregulación se está haciendo con un hacha en lugar de con un bisturí. Trump ha intentado desmantelar agencias gubernamentales enteras, lo que ha provocado repetidos reveses legales. El "Departamento de Eficiencia Gubernamental" de Elon Musk se ha centrado en los despidos masivos, en lugar de en la productividad. Las empresas podrían ver los beneficios con el tiempo, pero por ahora obtienen más titulares sobre trabajadores despedidos que son recontratados que sobre desregulación. Las esperanzas de desregulación están vivas en las criptomonedas, donde algunas de las primeras directivas de Trump ya han entrado en vigor, y en la banca, donde el Tesoro ha estudiado recortar los requisitos de capital. El bitcoin ha bajado un 18% desde su máximo de diciembre y las acciones bancarias solo han subido un 4% desde las elecciones, tras haber llegado a subir un 19%.

Los inversores que piensen que la economía está atravesando simplemente una mala racha, que los recortes fiscales serán importantes y que la administración logrará una desregulación que merezca la pena deberían pensar en comprar. Me alegro de que la euforia se haya disipado, pero estoy a la espera, paralizado por la incertidumbre.

*Contenido con licencia de The Wall Street Journal. Traducido por Federico Caraballo

Tras la victoria del presidente Trump, los inversores se entusiasmaron con todas las cosas buenas que había prometido y se olvidaron de las cosas que podrían ser perjudiciales para las acciones. Ahora están muy preocupados por todo lo negativo para las acciones y se han olvidado de las cosas que podrían ser beneficiosas. ¿Ha ido demasiado lejos la venta?

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