Un acertijo para inversores: ¿por qué reina el caos en las acciones, pero no en los mercados?
Mientras que el S&P 500 se ha mantenido imperturbable ante DeepSeek y la guerra arancelaria, las acciones del índice se han mostrado volátiles y descorrelacionadas
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El mercado bursátil actual se asemeja a un tranquilo lago con peligrosas corrientes serpenteando bajo la superficie.
A juzgar por la ganancia del 4% del S&P 500 en lo que va de año, es difícil deducir que se haya visto afectado recientemente por dos grandes sacudidas: el auge de la inteligencia artificial china y la guerra arancelaria de la administración Trump. Los inversores tampoco parecen preocupados por la incertidumbre que se avecina: el índice de volatilidad Cboe, o Vix, apodado el "termómetro del miedo" del mercado, alcanzó brevemente los 18,6 puntos a principios de este mes, pero desde entonces ha caído a los 15. La media histórica es de 19,5.
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Lo verdaderamente extraño, sin embargo, es que mientras la volatilidad del S&P 500 ha estado contenida, los valores que forman parte de ella han experimentado fuertes altibajos. Las caídas de unos han compensado las subidas de otros, y viceversa. Por ejemplo, los "Siete Magníficos": en conjunto, han bajado un 2,7% desde el cierre del 24 de enero, cuando DeepSeek asustó por primera vez a los inversores. Sin embargo, Alphabet ha bajado un 7,5% y Meta Platforms ha subido un 13,8%. El peligro es que, si esta tendencia se invierte, el S&P 500 se llevará un buen golpe. "No creo que las acciones vayan a ser menos volátiles a corto plazo, pero no hace falta que ocurran cosas como el COVID o la gran crisis financiera para que de repente estén más correlacionadas", afirma Dean Curnutt, director ejecutivo de Macro Risk Advisors.
En la jerga de Wall Street, se ha producido un aumento de la "dispersión" del mercado de renta variable. El índice Cboe S&P 500 Dispersion lleva un año subiendo y el 29 de enero alcanzó su nivel más alto desde mayo de 2022. Esto es algo inusual. El mercado de 2022 fue complicado y sufrió la resaca de los "valores meme". La volatilidad de los valores por separado fue elevada, pero el S&P 500 también se mostró inestable. Por otra parte, la elevada dispersión debería implicar que la renta variable se ve impulsada en gran medida por noticias específicas de las empresas más que por tendencias generales.
Mientras la volatilidad del S&P 500 ha estado contenida, los valores que forman parte de ella han experimentado fuertes altibajos
No obstante, las tendencias generales han sido hasta ahora el rasgo distintivo de 2025. No es que los inversores hayan vendido todas las acciones relacionadas con la IA y comprado todo lo demás. Las acciones de los Siete Magníficos están menos correlacionadas entre sí que durante la mayor parte de la última década. Podría decirse que los modelos chinos baratos de IA afectarán de forma diferente a los gigantes tecnológicos estadounidenses, pero las correlaciones han bajado incluso cuando se observan específicamente las empresas de "infraestructura de IA". Estas se consideran perdedoras directas de los modelos de IA que no requieren una inversión tan grande en chips y electricidad. Hubbell, con sede en Connecticut y fabricante de componentes electrónicos para centros de datos, ha caído un 14,3% desde el 24 de enero, mientras que Equinix, propietaria de centros de datos, solo ha bajado un 0,8%. El fabricante de chips Nvidia ha perdido un 2,6%. Sin duda, estas empresas tienen modelos de negocio diferentes y cotizan con valoraciones distintas, sin embargo, esto no importó tanto en 2023 y principios de 2024, cuando las esperanzas en torno a la IA las impulsaron a todas.
Además, no se trata solo de tecnología. Wolfe Research ha creado una cesta de valores estadounidenses que contiene empresas consideradas especialmente vulnerables a las políticas proteccionistas, como Caterpillar, Hasbro y Dollar General. Un análisis de la cesta muestra correlaciones bajas, incluso cuando el ritmo de los pronunciamientos arancelarios de la administración Trump se ha acelerado. Lo mismo ocurre entre los sectores del S&P 500 y dentro de los mercados de renta variable europeos. ¿Qué hay detrás de esta dispersión? Quizá nos encontremos en una era de exuberancia irracional: los inversores reaccionan a las buenas noticias inflando el mercado de valores indiscriminadamente y luego, cuando las noticias son malas, intentan clasificar a ganadores y perdedores en lugar de venderlo todo simétricamente.
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Con todo, la última encuesta de confianza de la Asociación Estadounidense de Inversores Individuales muestra que los bajistas superan a los alcistas por un amplio margen. Una explicación posiblemente más preocupante es que los operadores que intentan beneficiarse de la dispersión la están exacerbando ellos mismos. En el último año, muchos fondos de cobertura han utilizado contratos de opciones para apostar, simultáneamente, en contra de la volatilidad de los índices y a favor de la volatilidad de valores concretos. Esta operación les ha salido bien. Los datos del Cboe sugieren que, en el caso de las acciones del S&P 500, la rentabilidad en 2024 fue del 28%, mejor que la del propio S&P 500.
Existe un riesgo evidente. Las estrategias de "dispersión inversa" son más difíciles de implementar, lo que hace que estas operaciones sean unilaterales. Esto puede crear la propia tendencia por la que se apuesta, porque los bancos toman el otro bando de la operación y cubren su exposición comprando y vendiendo los activos subyacentes. También podría ser que el auge de la popularidad de las opciones a corto plazo entre los operadores aficionados, o la multitud de nuevos fondos cotizados que ahora utilizan derivados, esté distorsionando aún más las señales del mercado. En cualquier caso, la volatilidad de los índices no puede suprimirse durante mucho tiempo, como demostró el infame "Volpocalypse" de 2018. Con el mercado de renta variable tan bien valorado, esta es otra razón para mantener una buena cantidad de bonos y efectivo como seguro. Las correlaciones son más fuertes cuando todo va a la baja.
*Contenido con licencia de The Wall Street Journal. Traducido por Federico Caraballo
El mercado bursátil actual se asemeja a un tranquilo lago con peligrosas corrientes serpenteando bajo la superficie.