Los Siete Magníficos son cosa del año pasado, las "vacas lecheras" dominan ahora el mercado
Un nuevo giro en el concepto de valor ha hecho que los inversores se den cuenta de la belleza de las empresas que devuelven grandes cantidades de efectivo a los accionistas
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El secreto de inversión que ayudó a Warren Buffett a convertirse en multimillonario ya no funciona, aunque probablemente no por la razón que cabría pensar. Aproximadamente cada década, alguien anuncia que el jefe de Berkshire Hathaway ha perdido su toque, lo que suele ser una señal para que los valores de precio razonable que prefiere repunten. Aun así, la inversión en valor, tal y como la practicó Benjamin Graham, mentor de Buffett, y la definieron economistas galardonados con el Premio Nobel décadas más tarde, ha tenido muy pocos repuntes recientemente.
La razón no es que los "Siete Magníficos" como Nvidia, Apple y Tesla hayan reescrito las leyes, sino que la inversión en valor necesitaba una puesta a punto. Ahora, una serie de fondos cotizados, muchos de ellos sin la palabra "valor" en sus nombres, se han encargado de ello. El factor valor clásico se describió en un artículo histórico de los economistas Eugene Fama y Kenneth French en 1992, y resultaba convincente: una cartera de acciones baratas en relación con su valor contable superó a las acciones más llamativas en miles de puntos porcentuales a lo largo de décadas.
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Sin embargo, los resultados de los profesores abarcaban un periodo en el que el valor de las empresas residía principalmente en la propiedad y la maquinaria, más que en las marcas y la propiedad intelectual. Hace cincuenta años, menos de una quinta parte de los activos del S&P 500 eran intangibles. Hoy son más del 80%, y muchas empresas de alto rendimiento como Microsoft son de "activos ligeros". Los resultados lo dicen todo: los analistas de la gestora de fondos Lord Abbett señalan que una cartera basada en una baja relación precio/valor contable obtuvo una rentabilidad del 519% entre 2002 y mediados del año pasado. Una basada en el rendimiento del flujo de caja libre obtuvo más del doble.
El flujo de caja libre se define generalmente como el dinero sobrante después de gastos e inversiones de capital que una empresa puede devolver a los accionistas. El rendimiento suele calcularse dividiendo el flujo de caja libre de 12 meses por el valor de la empresa— la capitalización del mercado más el endeudamiento neto. "Nos dimos cuenta de esto hace unos 10 años", afirma Sean O'Hara, presidente de Pacer ETFs Distributors. El índice U.S. Cash Cows de Pacer respalda un ETF homónimo, con etiqueta de cotización COWZ, que cuenta con unos 25.000 millones de dólares en activos. El índice ha rendido un 15,7% anual en cinco años, la friolera de 7 puntos porcentuales más que el índice Russell 1000 Value. Incluso supera en 1,4 puntos anuales al índice Russell 1000, en el que predominan los Siete Magníficos, que no tienen nada que ver con el valor.
Hace cincuenta años, menos de una quinta parte de los activos del S&P 500 eran intangibles. Hoy son más del 80%
Si la imitación es la forma más sincera de adulación, entonces la reciente popularidad de los fondos que tratan de capturar efectos similares es un gran elogio para el rendimiento del flujo de caja libre. Entre los ETF lanzados solo en 2023 figuran los "tickers" FLOW de Global X, QOWZ de Invesco, COWS de Amplify ETFs y VFLO de VictoryShares. La inversión en valor nunca estuvo muerta, solo tenía un problema de medición. Muchos inversores, entre ellos Joel Greenblatt, famoso por su "fórmula mágica", e incluso el propio Buffett, ignoran las restricciones académicas que afectan a algunos índices de valor. Otros gestores de fondos han tenido en cuenta el aumento de los activos intangibles modificando el cálculo clásico del valor contable, lo que también mejora los resultados. Pero esto es más difícil de explicar.
COWZ es sencillo: su índice propio selecciona los 100 valores con mayor rentabilidad por flujo de caja libre del índice Russell 1000 y pondera esos 100 valores por su flujo de caja libre en dólares, con un tope del 2% del índice. El rendimiento del fondo a finales de 2024 era del 7,32%, es decir, 4,7 puntos porcentuales más que el índice general Russell 1000. Una versión para pequeñas empresas llamada CALF (en inglés, ternero), rindió un 9,94%.
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¿Funcionará la estrategia en tiempos difíciles? S&P Dow Jones Indices ha construido su propio índice basado en el flujo de caja libre a partir del S&P 500. Calcula que el índice batió al mercado general con el mayor margen en tiempos de caída del crecimiento económico y aumento de la inflación. Ante el creciente nerviosismo por los Siete Magníficos, los siete valores del COWZ que más efectivo han devuelto a los inversores recientemente —Qualcomm, Gilead Sciences, Cencora, Tenet Healthcare, Valero Energy, Archer-Daniels-Midland y Bristol-Myers Squibb— podrían resultar una alternativa más sólida. Llamémosles los "Siete Generosos".
*Contenido con licencia de The Wall Street Journal. Traducido por Federico Caraballo
El secreto de inversión que ayudó a Warren Buffett a convertirse en multimillonario ya no funciona, aunque probablemente no por la razón que cabría pensar. Aproximadamente cada década, alguien anuncia que el jefe de Berkshire Hathaway ha perdido su toque, lo que suele ser una señal para que los valores de precio razonable que prefiere repunten. Aun así, la inversión en valor, tal y como la practicó Benjamin Graham, mentor de Buffett, y la definieron economistas galardonados con el Premio Nobel décadas más tarde, ha tenido muy pocos repuntes recientemente.