La pregunta que trae de cabeza a científicos de todo el mundo: ¿envejecer es o no una enfermedad?
Nuestra forma de pensar acerca de la edad está cambiando. Los detractores afirman que este cambio podría llevar a los médicos a considerar los problemas de salud como "mera vejez"
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Un pequeño, pero cada vez mayor grupo de científicos pretende catalogar el envejecimiento como enfermedad. Tienen ante sí una ardua batalla. La mejora de los conocimientos científicos en materia de biología del envejecimiento está llevando a algunos científicos, médicos y empresarios a defender que el envejecimiento es una enfermedad. Es una de las principales causas de dolencias y muertes, afirman, y clasificarlo como tal podría facilitar la aprobación de fármacos para tratar el envejecimiento en sí, en lugar de los problemas de salud relacionados con la edad. Al mismo tiempo, la población envejece pero son muchos los estadounidenses de edad avanzada que se mantienen sanos y activos. Para ellos, y para buena parte de los profesionales sanitarios, la idea de que el envejecimiento es una enfermedad es ofensiva y no hay nada intrínsecamente malo en sumar años.
Los detractores afirman que este cambio podría llevar a los médicos a considerar los problemas de salud como "mera vejez", lo que se traduciría en una peor atención médica para las personas mayores. A otros les preocupa que denominar al envejecimiento una enfermedad pueda dar lugar a una explotación económica por parte de la industria antienvejecimiento, que se lucra con las fórmulas rápidas para "curar" la vejez. "Hay personas de 80 años que siguen esquiando, bailando o corriendo una maratón. Y a la vez hay personas de 40 años que no se mueven mucho y no pueden hacer nada de eso", afirma Carole Blueweiss, fisioterapeuta especializada en geriatría. "La edad no es en absoluto un indicador de nada".
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La Administración de Alimentos y Medicamentos de EEUU (FDA, por sus siglas en inglés) actualmente no cataloga el envejecimiento como enfermedad, y no hay ningún fármaco aprobado por la agencia para tratar el envejecimiento humano. El año pasado, dos grupos presentaron peticiones ciudadanas a la FDA para intentar cambiar esta situación. El floreciente campo de la longevidad ha atraído inversiones por valor de miles de millones de dólares y ha hecho que la lucha contra el envejecimiento se haya convertido en una corriente dominante. Los entusiastas de dicha ciencia esperan que la agencia sea más comprensiva con el nuevo comisionado propuesto por el presidente Trump. La FDA ha declarado que no se pronunciará sobre las peticiones pendientes. Un portavoz se ha referido al envejecimiento como un "proceso natural".
"No es necesariamente malo"
Los mismos factores subyacentes que contribuyen al envejecimiento también juegan un papel fundamental en el desarrollo de enfermedades, asegura Richard Faragher, profesor de biogerontología en la Universidad de Brighton y miembro de la junta de la Federación Estadounidense para la Investigación del Envejecimiento. Cita el ejemplo de un proceso biológico llamado senescencia celular, que consiste en que las células que dejan de dividirse pero no mueren se acumulan a medida que las personas cumplen años. Este proceso está relacionado con diversas enfermedades asociadas a la edad. "¿Podemos hacer algo para influir en la biología fundamental del envejecimiento humano? Creo que la respuesta es un rotundo sí", afirma Faragher.
Los fármacos de la longevidad, si se demuestra que funcionan, podrían ralentizar o prevenir la aparición de afecciones relacionadas con la edad en lugar de tratarlas después de que se desarrollen y, a la larga, ahorrar millones en gastos derivados de enfermedades crónicas en etapas posteriores de la vida, afirman sus defensores. En 2021, el 1% más caro de los beneficiarios tradicionales de Medicare representó el 19% del gasto, según la Comisión Asesora de Pagos de Medicare, un organismo de control no partidista. Los beneficiarios en su último año de vida tienden a generar más gasto que los demás.
Los fármacos de la longevidad, si se demuestra que funcionan, podrían ralentizar o prevenir la aparición de afecciones relacionadas con la edad
Sin embargo, la estigmatización del envejecimiento también es cara, afirma Becca Levy, profesora de la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Yale que estudia cómo influyen las creencias sobre el envejecimiento en la salud de las personas mayores. Según un estudio en el que ha trabajado, los efectos de la discriminación por motivos de edad sobre la salud supusieron un gasto sanitario de 63.000 millones de dólares en un año.
Cita el ejemplo de una pariente de unos 80 años cuyo hematoma fue descartado por un médico como síntoma de envejecimiento y no como efecto secundario de un medicamento. Suposiciones erróneas como ésa pueden retrasar un tratamiento eficaz y, a la larga, acarrear problemas de salud peores y más costosos. "Clasificar el envejecimiento como una enfermedad puede formar parte de la discriminación estructural por motivos de edad", afirma Levy. "Envejecer no es necesariamente malo".
Ventajas de la edad
A sus 81 años, Art Saboski cree que la edad también tiene sus cosas buenas. Una vez jubilado, este antiguo piloto de las Fuerzas Aéreas empezó a pintar acuarelas y ha presentado varias obras a concursos locales en Prescott Valley, Arizona. También compone y hace arreglos musicales, que se emiten en una emisora de radio local. Suele reunirse para comer con un grupo de amigos e incluso le han publicado una carta en las páginas de este mismo periódico. Y además goza de buena salud. "Envejecer puede ser una época de disfrute, no de decadencia", dice Saboski. "La vida se vive muy bien, siempre que podamos hacer cosas así".
Si los médicos empiezan a tratar y codificar el envejecimiento como una enfermedad, es más probable que descarten las afecciones tratables de los pacientes como meros síntomas de la vejez, explica Nancy Morrow-Howell, gerontóloga que dirige el Centro Harvey A. Friedman para el Envejecimiento de la Universidad de Washington en San Luis. Tratar el envejecimiento como una enfermedad "implicaría que todas las personas de 20 años están enfermas", señala Eric Verdin, director general y presidente del Instituto Buck de Investigación sobre el Envejecimiento. Él prefiere pensar en el envejecimiento como un factor de riesgo de enfermedades, algo parecido a lo que ocurre con el colesterol alto, que no suele considerarse una enfermedad en sí.
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En cambio, se considera un factor de riesgo de cardiopatías y puede tratarse con estatinas. Por otra parte, la edad avanzada suele conllevar cambios sociales y emocionales positivos que se pasan por alto, comenta el Dr. John Rowe, geriatra y profesor de política sanitaria y envejecimiento de la Universidad de Columbia, como una mayor capacidad para resolver problemas y una mayor estabilidad emocional. "Se adaptan mejor a diversos tipos de estrés", dice Rowe. "Eso no es una enfermedad".
*Contenido con licencia de The Wall Street Journal. Traducido por Federico Caraballo
Un pequeño, pero cada vez mayor grupo de científicos pretende catalogar el envejecimiento como enfermedad. Tienen ante sí una ardua batalla. La mejora de los conocimientos científicos en materia de biología del envejecimiento está llevando a algunos científicos, médicos y empresarios a defender que el envejecimiento es una enfermedad. Es una de las principales causas de dolencias y muertes, afirman, y clasificarlo como tal podría facilitar la aprobación de fármacos para tratar el envejecimiento en sí, en lugar de los problemas de salud relacionados con la edad. Al mismo tiempo, la población envejece pero son muchos los estadounidenses de edad avanzada que se mantienen sanos y activos. Para ellos, y para buena parte de los profesionales sanitarios, la idea de que el envejecimiento es una enfermedad es ofensiva y no hay nada intrínsecamente malo en sumar años.