Honda-Nissan es solo el principio: Japón activa una oleada de fusiones en el motor mundial
La alianza Honda-Nissan es una respuesta a los retos que afronta el sector y que están empujando a los fabricantes a fusionarse
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Los fabricantes de automóviles tradicionales se están quedando sin opciones, atrapados entre dos fuerzas que están reconfigurando la industria: los fabricantes chinos de vehículos eléctricos, que están destruyendo mercados antes rentables, y las exigencias de capital de la transición eléctrica. En el horizonte se vislumbran nuevas fusiones.
La posible alianza entre Honda Motor y Nissan Motor —dirigida por los consejeros delegados Toshihiro Mibe y Makoto Uchida, respectivamente— es solo la última señal de esta tendencia. Los dos gigantes japoneses han anunciado un plan para fusionarse en 2026, creando el tercer mayor fabricante de automóviles del mundo. Sin embargo, en lugar de constituir una demostración de fuerza, la combinación refleja más bien la sombría realidad a la que se enfrentan los fabricantes de automóviles tradicionales.
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Por un lado, China tiene un gran peso en la decisión. Nissan ha luchado por adaptarse al nuevo panorama industrial del país, que antaño fue un paraíso de beneficios para los fabricantes de automóviles de todo el mundo. En los seis meses anteriores a septiembre, vendió 339.000 coches en China, menos de la mitad que en el mismo periodo de 2018. Además, Nissan no está sola. Volkswagen, durante mucho tiempo la marca de automóviles más popular en China, vendió alrededor de un cuarto menos de automóviles en el país durante el mismo período. Su posición de liderazgo como la marca más vendida en el país ha sido superada por el fabricante chino de vehículos eléctricos BYD.
Los fabricantes chinos de vehículos eléctricos han convertido su mercado nacional en un campo de batalla brutalmente competitivo. Las marcas extranjeras solían copar más de la mitad del mercado nacional, pero su cuota se ha reducido al 30%, según datos de la Asociación China de Fabricantes de Automóviles a través de Wind. En los últimos meses, más de la mitad de los turismos vendidos en el país eran vehículos de nueva energía, entre los que se incluyen los híbridos enchufables, según la Asociación China de Turismos.
Las marcas extranjeras solían copar más de la mitad del mercado nacional, pero su cuota se ha reducido al 30%
Ni siquiera las marcas de lujo son inmunes. Las entregas del fabricante de automóviles Porsche en China cayeron un 29% respecto al año anterior en los nueve primeros meses de 2024. Los coches de lujo alemanes solían ser símbolos de estatus para los nuevos ricos de China, pero los nuevos VE chinos, equipados con tecnología punta, han empezado a darles guerra. Mientras tanto, el exceso de capacidad de los automóviles chinos amenaza con inundar el mercado mundial con exportaciones baratas. Según The Wall Street Journal, el año pasado los fabricantes de automóviles chinos solo utilizaron la mitad de su potencial.
Por eso, los fabricantes de automóviles necesitan una estrategia viable de vehículos eléctricos para seguir siendo competitivos en China y en el resto del mundo. No obstante, esto plantea otro problema: las enormes inversiones de capital necesarias, que podrían tener resultados inciertos en otros mercados, sobre todo en Estados Unidos. Las ventas de vehículos eléctricos en Estados Unidos se han ralentizado y podrían ralentizarse aún más si la próxima administración Trump elimina algunos de los subsidios y políticas para fomentar el cambio desde los coches de gasolina.
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La fusión Honda-Nissan probablemente no será la última unión que veamos en la industria automovilística, ya que hoy día proliferan las alianzas entre los fabricantes tradicionales y las nuevas empresas de vehículos eléctricos. Volkswagen, por ejemplo, se ha asociado con Rivian en Estados Unidos y Xpeng en China. También es probable que los fabricantes tradicionales sigan uniendo fuerzas para aunar recursos en el desarrollo de la tecnología de los vehículos eléctricos. La tendencia a apoyar a los campeones nacionales, que motivó la fusión Honda-Nissan, se hará patente probablemente en otros países productores de automóviles.
Para las empresas automovilísticas tradicionales, competir en solitario parece cada vez menos viable. Podríamos estar ante una nueva era de fusiones automovilísticas.
*Contenido con licencia de The Wall Street Journal. Traducido por Federico Caraballo
Los fabricantes de automóviles tradicionales se están quedando sin opciones, atrapados entre dos fuerzas que están reconfigurando la industria: los fabricantes chinos de vehículos eléctricos, que están destruyendo mercados antes rentables, y las exigencias de capital de la transición eléctrica. En el horizonte se vislumbran nuevas fusiones.