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La caída de los bonos está sacudiendo el mundo. Quizá te interese pasarte al otro bando
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La caída de los bonos está sacudiendo el mundo. Quizá te interese pasarte al otro bando

Un extraño 'steepening' bajista presiona a los Gobiernos y preocupa a los inversores

Foto: Sede del Departamento del Tesoro de Estados Unidos en Washington. (Getty/Chip Somodevilla)
Sede del Departamento del Tesoro de Estados Unidos en Washington. (Getty/Chip Somodevilla)
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Wall Street está realmente preocupado por los bonos. Puede que sea el momento de comprar. El viernes, un informe sobre el empleo que superó las expectativas elevó los rendimientos de los bonos del Tesoro a 10 años hasta el 4,772%, el cierre más alto desde el 1 de noviembre de 2023, y los de los bonos a 30 años hasta el 4,962%.

Sin embargo, lo que está asustando a los mercados es que gran parte de la reciente subida de los rendimientos no parece reflejar expectativas de un mayor crecimiento económico. Más bien podría deberse a que los inversores aplican un mayor descuento o "prima a plazo" para mantener bonos a largo plazo, según sugieren las estimaciones de la Reserva Federal. Algunos analistas lo atribuyen a la posibilidad de que los aranceles prometidos por Donald Trump hagan descarrilar la economía mundial y provoquen un repunte de la inflación, mientras sus recortes fiscales inflan aún más los déficits presupuestarios.

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Los movimientos de las primas a plazo suelen estar fuertemente correlacionados en todo el mundo, y las consecuencias se están sintiendo con mayor crudeza en las economías más débiles del extranjero, especialmente en Gran Bretaña. Allí, los rendimientos a 30 años rondan el 5,4%, el nivel más alto en 27 años. La responsable del Tesoro británico, Rachel Reeves, que se ha comprometido públicamente a apaciguar a los mercados de renta fija al tiempo que intentaba establecer algunas ambiciones moderadas de crecimiento en su último presupuesto, se encuentra bajo una fuerte presión. Francia también está en la cuerda floja, ya que el Gobierno está atrapado en un punto muerto parlamentario, y ahora tiene unos costes de endeudamiento muy superiores a los de Grecia.

Otra señal de peligro es la caída de la libra esterlina y el euro, que se acerca a la paridad con el dólar estadounidense. El S&P 500 y el Stoxx Europe 600 terminaron el viernes con caídas del 1,5% y el 0,8%, respectivamente. Sin embargo, y en contra de la intuición, la renta fija puede resultar en última instancia el lugar más seguro en medio de la tormenta. Por un lado, los agoreros fiscales probablemente se equivoquen: los países que imprimen su propia moneda no pueden verse abocados al impago. Y lo que es más importante, los bonos del Tesoro ligados a la inflación también se han vendido, lo que desmiente la idea de que los mercados ven en una economía en expansión y en los aranceles un grave problema inflacionista.

El S&P 500 y el Stoxx Europe 600 terminaron el viernes con caídas del 1,5% y el 0,8%, respectivamente

Después de todo, puede que todo tenga que ver con los tipos de interés. Desde diciembre, la Fed ha echado por tierra las expectativas de un ciclo prolongado de recortes de tipos. Como resultado, toda la parte media de la curva de rendimientos del Tesoro —de dos a cinco años— ha adquirido una pendiente positiva por primera vez desde 2022. Solo el extremo más corto, de tres meses a un año, permanece invertido, reflejando el recorte o los dos recortes que los mercados sugieren que aún podrían producirse este año. La razón por la que saltan las alarmas es que los bonos a más largo plazo se han vendido aún más, una operación de "steepening (o empinamiento) bajista", en la jerga de Wall Street. Tres de cada cuatro veces, las curvas de rendimiento se inclinan por la razón contraria, según muestran los datos históricos: una caída de los rendimientos a corto plazo impulsada por un rápido recorte de los tipos por parte de los bancos centrales. Los repuntes bajistas que siguen a un periodo de curvas de rendimiento invertidas son raros, y en su mayoría recuerdan a los periodos de "estanflación" de los años setenta y ochenta.

No obstante, esto nos lleva al meollo de la cuestión. La situación actual, en la que los bancos centrales han sido capaces de subir agresivamente los tipos sin perjudicar a la economía, y luego recortarlos lentamente al tiempo que lanzaban mensajes agresivos, casi no tiene precedentes. Teniendo esto en cuenta, lo que está ocurriendo con los bonos tiene sentido. Los inversores en renta fija han descartado un "aterrizaje forzoso" de la economía, y han sido persuadidos por los funcionarios de que los rendimientos del efectivo probablemente no bajarán del 3,5% en un futuro previsible. Así pues, han empezado a exigir una mayor recompensa por inmovilizar su dinero durante más tiempo.

Foto: Sede de la Fed en Washington. (Getty/Anna Moneymaker)

Esta prima a plazo aún no es muy elevada: al parecer, añade 0,6 puntos porcentuales a los rendimientos a 10 años, cuando la media histórica es de 1,5 puntos porcentuales. La inclinación de la mayor parte de la curva de rendimientos sigue siendo moderada en términos históricos. ¿Por qué reaccionaron tan negativamente los mercados bursátiles el viernes? Un factor clave podrían ser las valoraciones al alza. Tras años de subidas impulsadas por la tecnología, el S&P 500 se ha encarecido tanto que, incluso si se cumplen las optimistas previsiones de los analistas para 2025, su rendimiento de beneficios a un año ha caído al 4,6%, igual que el rendimiento de un bono del Tesoro a 5 años. Esto explica por qué los tenedores de acciones ven cada vez más en los bonos su competencia, especialmente para horizontes de inversión a medio plazo.

Por supuesto, esto no excluye la posibilidad de que los rendimientos sigan subiendo, o que los altos rendimientos en sí mismos puedan tener un impacto negativo en el crecimiento económico, especialmente fuera de Estados Unidos. Sin embargo, si el crecimiento y los beneficios empresariales se resintieran de verdad, los bancos centrales tendrían que cambiar de rumbo y pasar al modo de estímulo. ¿Adivinas qué clase de activo sale ganando en ese escenario? Los bonos.

*Contenido con licencia de The Wall Street Journal. Traducido por Federico Caraballo

Wall Street está realmente preocupado por los bonos. Puede que sea el momento de comprar. El viernes, un informe sobre el empleo que superó las expectativas elevó los rendimientos de los bonos del Tesoro a 10 años hasta el 4,772%, el cierre más alto desde el 1 de noviembre de 2023, y los de los bonos a 30 años hasta el 4,962%.

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