Nvidia es más que chips para 'data centers', pero los inversores pasan... de momento
Los inversores concentran su atención en los centros de datos a pesar de los nuevos proyectos en el sector de los videojuegos, los coches autónomos y la robótica
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El cofundador y consejero delegado de Nvidia se presentó de una forma poco habitual en el discurso de apertura de la conferencia anual, incluso cambiando su típica chaqueta de cuero negro por una con brillantes. Aprovechó la ocasión para presentar productos como los nuevos procesadores para videojuegos e incluso un superordenador de inteligencia artificial del tamaño de un bocadillo. También anunció nuevos avances en materia de robots humanoides y coches autónomos, de los que predijo que serán "la primera industria robótica de un billón de dólares".
El público se mostró entusiasmado, sobre todo con una nueva familia de tarjetas gráficas para videojuegos basadas en el chip Blackwell AI de la empresa. Sin embargo, los inversores se fueron decepcionados y las acciones de Nvidia cayeron más de un 6% el martes. Esa cifra duplica la ganancia de las acciones del día anterior, cuando Nvidia estaba en camino de superar a Apple y quizás así convertirse en la primera empresa pública en alcanzar una capitalización bursátil de 4 billones de dólares.
Nvidia valía apenas un tercio de esa cantidad hace un año, por lo que incluso su valoración actual de 3,4 billones de dólares no es nada desdeñable. Pero esa subida, impulsada por un crecimiento explosivo de las ventas y los beneficios, hace que las acciones de Nvidia sean muy sensibles a cualquier bache que pueda surgir en el camino. También ha hecho que los inversores estén muy centrados en el segmento de negocio de los chips de IA utilizados en los centros de datos, que está impulsando la mayor parte del crecimiento de la compañía en estos días. Nvidia no dio nuevas actualizaciones sobre ese negocio en la conferencia, conocida como el Consumer Electronics Show (CES). En una nota a los clientes, Cody Acree, de Benchmark, calificó el discurso de Huang de "sólido, pero algo apagado" y dijo que muchos inversores "esperaban actualizaciones de progreso más concretas sobre la expansión de Blackwell", así como sobre lo que vendrá después.
Los inversores se fueron decepcionados y las acciones de Nvidia cayeron más de un 6% el martes
Según FactSet, se prevé que el segmento de centros de datos de Nvidia genere por sí solo unos ingresos de 113.000 millones de dólares en el ejercicio fiscal que finaliza en enero, más que los ingresos totales previstos de cualquier otra empresa de chips para este año. Así que, naturalmente, esta área recibe mucha atención. Gran parte del valor actual de Nvidia proviene de su capacidad para seguir convenciendo a gigantes como Microsoft, Amazon, Google y Meta Platforms de que gasten decenas de miles de millones cada año en sistemas de IA. No obstante, Nvidia lleva mucho tiempo expuesta a otros sectores, como el automovilístico, el de los videojuegos y el del diseño de alta gama. Muchos de estos mercados pueden verse afectados por la IA generativa, o ya lo están. Se trata de importantes oportunidades de futuro para una empresa que pronto podría estar valorada en 4 billones de dólares.
Sin embargo, ser reconocida por ello será un proceso más largo y lento. La segunda mayor unidad de negocio de Nvidia, la de procesadores gráficos para ordenadores "gaming", está en camino de generar algo menos de 12.000 millones de dólares en ingresos este año y es aproximadamente una décima parte del tamaño de su segmento de centros de datos. Se espera que la unidad de automoción de la empresa aumente sus ingresos hasta los 2.000 millones de dólares en el próximo ejercicio fiscal, aunque la compañía afirma que los ingresos totales en automoción para ese año se aproximarán a los 5.000 millones de dólares si se tiene en cuenta la tecnología de centros de datos necesaria para los coches autónomos.
Estas realidades empresariales tan asimétricas mantendrán a los centros de datos en el timón de la cotización de Nvidia durante mucho tiempo. La empresa acaba de empezar a distribuir sus productos Blackwell y Huang ha calificado la demanda de "descomunal".
Sin embargo, Wall Street ya está especulando con la próxima familia de productos para centros de datos, llamada Rubin, que no se espera que empiece a comercializarse hasta 2026 y que también debería ser importante. Los analistas esperan que las ventas de Nvidia en centros de datos superen la marca de los 200.000 millones de dólares en el año fiscal que termina en enero de 2027, según las estimaciones de Visible Alpha. Convencer a los inversores para que consideren las otras actividades de Nvidia como algo más que un numerito secundario no será tarea fácil.
*Contenido con licencia de The Wall Street Journal. Traducido por Federico Caraballo
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