Las empresas se preparan para otro año de turbulencias geopolíticas
Las incertidumbres geopolíticas siguen siendo una de las principales preocupaciones de los ejecutivos al comienzo de un nuevo año
Las empresas se preparan para otro año de inestabilidad geopolítica, con grandes interrogantes en torno a la estrategia de política exterior del presidente electo Donald Trump y a la agitación mundial en general, a pesar del optimismo de algunos ejecutivos sobre el año que comienza. Las preocupaciones geopolíticas siguen siendo prioritarias en medio de la incertidumbre mundial general y, en particular, de una reestructuración continua de la relación entre Estados Unidos y China.
Varios gobiernos de todo el mundo sufrieron alteraciones en una misma semana, dijo el Director Financiero de Goldman Sachs, Denis Coleman, a los asistentes a una conferencia el mes pasado, citando a Francia, Siria y Corea del Sur. "Decir que hay inestabilidad geopolítica en el mundo sería quedarse muy corto", afirmó. Según un análisis publicado en noviembre por la consultora Verisk Maplecroft, los costes de hacer negocios en todo el mundo han alcanzado su nivel más alto en 10 años, a medida que la desglobalización y la llamada "deslocalización amiga" o "friend-shoring" ganan impulso.
"En los últimos años, las empresas se han visto sorprendidas por una cascada de perturbaciones —la pandemia, la reanudación de los conflictos en Europa y Oriente Próximo, el auge del populismo, la intensa competencia por los minerales ecológicos y la escalada del proteccionismo— que han obligado a un reajuste fundamental de viejas estrategias", afirma Reema Bhattacharya, responsable de investigación para Asia de Verisk Maplecroft."El viejo manual de estrategias, centrado en el tamaño del mercado, los costes y la eficiencia, se ha venido abajo. Ahora, la geopolítica es la fuerza motriz", afirma Bhattacharya.
La evolución de las relaciones entre EEUU y China ha dejado varias empresas atrapadas en el fuego cruzado, como TikTok, que se enfrenta a una inminente prohibición en Estados Unidos, y gigantes del comercio electrónico como Shein y Temu, que han sido objetivos frecuentes de las autoridades estadounidenses. China, por su parte, ha aumentado la presión sobre las empresas de auditoría y consultoría estadounidenses, ha abierto una investigación antimonopolio sobre el gigante del chip Nvidia y ha iniciado una investigación sobre PVH, propietaria de Calvin Klein.
Grandes preocupaciones
Las empresas de renombre no son las únicas que sienten la presión geopolítica. Casi dos tercios de los 900 ejecutivos encuestados por la consultora McKinsey & Co. para un informe publicado el mes pasado señalaron la inestabilidad geopolítica como principal riesgo para el crecimiento mundial. El 49% afirmó que los cambios en la política comercial eran un riesgo importante. La relación entre Estados Unidos y China domina las preocupaciones corporativas, en parte porque la dureza con China es un área poco común de consenso bipartidista en Washington. Siguiendo un patrón establecido en la primera administración Trump, la administración saliente de Biden ha aumentado constantemente las restricciones al comercio, incluidos los semiconductores utilizados en IA y en otros sectores clave, debido a la preocupación tanto por la seguridad nacional como por la competencia desleal con los trabajadores estadounidenses.
China ha respondido con sus propias contramedidas, muchas de las cuales dificultan hacer negocios en el país. Según Eric Sandberg-Zakian, presidente del grupo de aplicación de controles comerciales del bufete de abogados Covington & Burling, el grado de interrelación entre las economías estadounidense y china puede dificultar a las empresas el cumplimiento de los controles y restricciones comerciales. "China presenta el mayor riesgo de cumplimiento para las empresas", afirma Sandberg-Zakian. "Estamos viendo que las corporaciones invierten una increíble cantidad de tiempo y energía en llevar a cabo la debida diligencia con respecto a las partes en China".
Casi dos tercios de los 900 ejecutivos señalaron la inestabilidad geopolítica como principal riesgo para el crecimiento
La administración entrante de Trump incluye una serie de férreos opositores a China, incluido su candidato a secretario de Estado, el senador estadounidense Marco Rubio, de Florida, que estuvo detrás de una ley que prohibía la mayoría de las importaciones procedentes de la región de Xinjiang por motivos de trabajo forzoso. Los legisladores del Partido Republicano también han propuesto leyes que revocarían el estatus comercial normal de China y aumentarían drásticamente los aranceles sobre los productos de este país. Los aranceles son el mayor riesgo para las perspectivas de crecimiento de 2025, según afirmaron el mes pasado los analistas de la firma de investigación de inversiones Morningstar, que añadieron que esperan un aumento significativo de los aranceles sobre China, aunque con la advertencia de que existe incertidumbre en torno a la predicción. Trump también ha amenazado con imponer aranceles a Canadá y México.
Algunas industrias ven el cambio en el gobierno estadounidense como una oportunidad para presionar a favor de sus políticas favoritas. La industria textil nacional está preocupada por los aranceles a Canadá y México, pero apoya poner fin a las disposiciones comerciales que favorecen a China, señala Kim Glas, jefe del Consejo Nacional de Organizaciones Textiles. El sector textil y de la confección ha sido uno de los principales focos de atención de la administración Biden, pero también de los republicanos en el Congreso. "Siempre hay muchas esperanzas cuando no solo hay una nueva administración, sino también un Congreso distinto", según Glas. "Estamos deseando trabajar con todo el mundo a ambos lados del hemiciclo".
Elementos imprevisibles
En las últimas semanas se ha producido la caída de Bashar al-Assad, el histórico colapso del Gobierno francés y la breve instauración de la ley marcial en la por lo general estable Corea del Sur. El conflicto de Ucrania también ha adquirido un carácter cada vez más internacional, con la participación de tecnología iraní y soldados norcoreanos. "No creo que nadie tenga un manual de estrategias en este momento", afirma David K. Young, presidente del Comité para el Desarrollo Económico, el centro de políticas públicas de la Conference Board. "Nada ocurre de forma aislada. Todo está interconectado... Vivimos en un entorno geopolítico exacerbado".
A pesar de esos obstáculos, los miembros de los consejos de administración de las empresas han declarado tener más confianza en las condiciones empresariales que al inicio de 2024, con un notable repunte después de las elecciones, según una encuesta realizada en noviembre y diciembre por Diligent Institute, que ofrece formación en liderazgo corporativo. Sin embargo, el 52% cree que el conflicto geopolítico tiene más posibilidades de ser el próximo acontecimiento que altere la historia. Tras la pandemia, cuando muchas empresas se dieron cuenta tarde de la fragilidad de sus cadenas de suministro, y tras la invasión de Ucrania por Rusia en 2022, que llevó a muchas grandes multinacionales a desinvertir, muchas empresas han trabajado para reforzar su gestión del riesgo geopolítico.
El análisis de escenarios en torno a posibles problemas geopolíticos se ha convertido en una necesidad para muchas empresas. Según una encuesta realizada por la empresa de contabilidad Ernst & Young, cerca de tres cuartas partes de los directores ejecutivos afirman tener al menos una visibilidad significativa de los riesgos geopolíticos a los que se enfrentan, incluido un 30% que afirma tener una visibilidad total de los riesgos geopolíticos a los que se exponen.
Según Lindsay Newman, analista política londinense que ha trabajado para el grupo de reflexión Chatham House y la consultora Eurasia Group, las organizaciones deben hacer frente cada vez más a las complicadas interconexiones mundiales. Los ataques de los rebeldes yemeníes espoleados por el conflicto entre Israel y Hamás, por ejemplo, provocaron interrupciones en la cadena de suministro mundial. "Ahora sabemos que puede haber conmociones en una parte del mundo que se extiendan a todo el planeta", afirma Newman. "[Las empresas] también tienen que entender lo que está pasando a nivel regional y a nivel mundial, y cómo esas diferentes dinámicas están interconectadas".
*Contenido con licencia de The Wall Street Journal. Traducido por Federico Caraballo
Las empresas se preparan para otro año de inestabilidad geopolítica, con grandes interrogantes en torno a la estrategia de política exterior del presidente electo Donald Trump y a la agitación mundial en general, a pesar del optimismo de algunos ejecutivos sobre el año que comienza. Las preocupaciones geopolíticas siguen siendo prioritarias en medio de la incertidumbre mundial general y, en particular, de una reestructuración continua de la relación entre Estados Unidos y China.
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