Es noticia
Así está perdiendo Arabia Saudí su dominio de los mercados mundiales del petróleo
  1. Mercados
  2. The Wall Street Journal
cambio de líderes

Así está perdiendo Arabia Saudí su dominio de los mercados mundiales del petróleo

El aumento de la producción estadounidense y la presión interna de la OPEP+ limitan la influencia del reino sobre los precios. Trump se acaba de sumar al juego

Foto: El príncipe heredero de Arabia Saudí Mohammed Bin Salman. (Reuters/Saudi Press Agency)
El príncipe heredero de Arabia Saudí Mohammed Bin Salman. (Reuters/Saudi Press Agency)
EC EXCLUSIVO Artículo solo para suscriptores

La influencia de Arabia Saudí sobre la Organización de Países Exportadores de Petróleo supuso durante mucho tiempo un dominio incuestionable del mercado mundial del petróleo. Aquellos días han terminado, al menos por ahora. El reino está teniendo dificultades para ejecutar su plan de mantener los precios elevados. Unos precios más altos ayudarían a sufragar el gasto saudí en infraestructuras, que incluye proyectos por valor de un billón de dólares destinados a desvincular rápidamente la economía del petróleo. También afectarían a los conductores en los surtidores y contribuirían al riesgo de que la inflación vuelva a aparecer en todo el mundo.

Sin embargo, los miembros del cártel, cada vez más díscolos, están presionando para extraer más petróleo y maximizar los beneficios a corto plazo, en parte debido a la expectativa de una creciente competencia de los perforadores de esquisto estadounidenses envalentonados por la reelección del expresidente Donald Trump. "Tenemos más oro líquido que cualquier país del mundo", dijo Trump en su discurso de victoria el 6 de noviembre. "Más que Arabia Saudí y más que Rusia".

Foto: Un pozo de petróleo. (EFE/Wu Hong)

De cara a estrategia de la OPEP+, eso plantea un dilema para su liderazgo de facto en Riad: seguir defendiendo el precio del petróleo o luchar por recuperar cuota de mercado. Parece que los saudíes no están dispuestos a iniciar otra guerra de precios. Funcionarios saudíes afirman que es probable que el reino mantenga cerradas las compuertas de su propia producción, retrasando aún más los planes para soltarlas, que ya se retrasaron tres veces. "No podrán volver a producir petróleo el año que viene", declaró un funcionario saudí.

A otro gran productor, Emiratos Árabes Unidos, se le ha permitido añadir más barriles al mercado a partir de enero. Iraq y Kazajistán también están presionando al cártel para aumentar su producción, lo que aumentaría aún más la oferta y probablemente reduciría los precios. La OPEP+ está formada por el cártel principal, liderado por Arabia Saudí, y por un grupo de grandes aliados productores de petróleo, entre ellos Rusia. Los saudíes intentaron luchar contra el esquisto estadounidense mediante una guerra de precios en 2014 y 2020, pero finalmente no consiguieron frenar la creciente producción norteamericana.

Iraq y Kazajistán también están presionando para aumentar su producción, lo que aumentaría aún más la oferta y reduciría los precios

Esta vez, los funcionarios del reino desconfían de hacer un movimiento atrevido antes de que Trump indique dónde le gustaría que estuvieran los precios. Aunque el presidente electo ya había dicho que quería aliviar el dolor de los consumidores en los surtidores, su campaña fue financiada por petroleros que también se benefician de los precios más altos. La producción de crudo en las Américas ya ha ayudado a recortar la porción de la OPEP + de los suministros mundiales a algunos de sus niveles más bajos desde la fundación del grupo más amplio en 2016. Los recortes de producción de la OPEP+, impulsados por Arabia Saudí, han hecho que eso sea aún más incómodo para otros miembros. "Es realmente fácil ser parte de un cártel cuando un mercado está creciendo", afirma Jorge León, un analista de Rystad Energy que anteriormente trabajó para la OPEP. "Nadie quiere formar parte de un cártel en el que se está recortando la producción".

El resultado es que la OPEP+ ha perdido parte de su peso geopolítico en Washington. El subsecretario de Estado estadounidense de Recursos Energéticos, Geoffrey Pyatt, asegura que el poder del cártel en el mercado es actualmente "menor de lo que cabría imaginar", ya que los productores de petróleo de otros países —Brasil, Canadá y Guyana— bombean grandes cantidades de crudo. "En el mundo en el que vivo, el reto que se me viene a la cabeza al pensar en una estrategia es, ¿cómo concibe Estados Unidos su estatus de superpotencia energética?", afirma. "No tenemos que preocuparnos tanto por lo que hace la OPEP o cualquier otro, porque podemos centrarnos en nuestra propia historia".

Foto: Plataforma petrolera. (Pixabay/Nick_the_Photographer) Opinión
TE PUEDE INTERESAR
"Drill, baby, drill"
Nemesio Fernández-Cuesta

Los observadores de la OPEP afirman que el cambio de poder ha socavado la capacidad de Arabia Saudí para acorralar a los miembros del cártel o atraer a nuevos participantes. Esa tensión se hizo pública la semana pasada, cuando un delegado iraní de la OPEP+ publicó un comentario en la agencia estatal de noticias en el que sostenía que la política del cártel, liderada por Arabia Saudí, para mantener los precios elevados ha sido en gran medida un fracaso, en parte porque ha motivado a Estados Unidos y a otros productores a extraer más petróleo. El delegado señaló que Angola ya ha abandonado el cártel, y especuló con que otros países podrían seguirle pronto como consecuencia de esta política.

La situación supone un giro de 180 grados con respecto a hace solo dos años, cuando el petróleo cotizaba a más de 100 dólares el barril, el presidente Biden suplicaba a los saudíes que abrieran las válvulas y algunos inversores de Wall Street preveían una larga escalada de precios similar al auge de las materias primas impulsado por China en la década de 2000. Ahora, con los precios mundiales oscilando por debajo de los 75 dólares el barril, la OPEP+ se enfrenta a una economía china que crece más despacio de lo previsto y cada vez consume menos combustible. En lugar de bombear más petróleo a partir de enero, como estaba previsto, "quizá sea más prudente esperar al final del primer trimestre y a una mayor demanda china para aumentar la producción", declaraba un delegado de la OPEP.

Los observadores de la OPEP afirman que el cambio de poder ha socavado la capacidad de Arabia Saudí de acorralar a sus miembros

Los analistas internos de la organización, supervisados por un funcionario saudí, han recortado sus estimaciones de crecimiento de la demanda este año y el próximo durante cuatro meses consecutivos. Este descenso de las expectativas ha contribuido a la pérdida de credibilidad del grupo —entre comerciantes, funcionarios estadounidenses e incluso algunos delegados— a la hora de prever con precisión el mercado. La Agencia Internacional de la Energía calcula que la oferta mundial superará a la demanda en más de un millón de barriles diarios el año que viene si el grupo no recorta la producción.

Torbjörn Törnqvist, presidente de Gunvor Group, una de las mayores empresas comerciales del mundo, declaró a la prensa al margen de una conferencia sobre petróleo celebrada en Abu Dhabi: "El sector está invirtiendo en exceso. Se está acumulando un excedente [de petróleo]". Esos factores han empujado a Wall Street en los últimos meses a apostar por unos precios débiles en el futuro, contribuyendo en septiembre a la primera posición neta bajista de los fondos de cobertura en los futuros del crudo Brent jamás registrada.

Foto: El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu. (Reuters/Ronen Zvulun) Opinión
TE PUEDE INTERESAR
Israel, Irán, el petróleo y las represalias
Nemesio Fernández-Cuesta

A algunos miembros de la OPEP+ les preocupa que la promesa de Trump de "perforar, perforar y perforar" mediante una regulación más laxa y el arrendamiento acelerado de tierras federales pueda aumentar la presión a la baja sobre los precios. Al mismo tiempo, los ejecutivos petroleros estadounidenses y los analistas desconfían de un rápido aumento de la producción como ha prometido Trump.

Funcionarios federales prevén que la producción estadounidense alcanzará una media de 13,2 millones de barriles diarios este año —un 47% más que la producción saudí de octubre— y aumentará hasta los 13,5 millones de barriles diarios en 2025. Un solo condado de Nuevo México bombea ahora más crudo que los seis miembros más pequeños de los 12 principales miembros de la OPEP.

Los ejecutivos petroleros estadounidenses y los analistas desconfían de un rápido aumento de la producción como ha prometido Trump

El ministro saudí del Petróleo, Abdulaziz bin Salman, se ha mostrado en ocasiones abiertamente frustrado por la menguante influencia del reino. Bajo su mandato, las reuniones de la OPEP a menudo se cancelaban o se comunicaban en el último minuto, y con frecuencia se hacían por internet para evitar filtraciones. En septiembre, advirtió de que los precios podrían caer hasta 50 dólares por barril si los llamados tramposos de la OPEP+ no se atenían a los límites de producción acordados, según informó anteriormente The Wall Street Journal.

Para algunos analistas, la estrategia de Arabia Saudí de seguir defendiendo el precio del petróleo equivale a una apuesta a largo plazo para esperar a que el esquisto estadounidense alcance su máximo previsto en los próximos años. Mientras tanto, mantener unida a la OPEP+ será crucial "para que se sostengan durante lo que podría ser un periodo de precios bajos", afirma Karen Young, investigadora principal del Centro de Política Energética Global de la Universidad de Columbia.

*Contenido con licencia de The Wall Street Journal. Traducido por Federico Caraballo

La influencia de Arabia Saudí sobre la Organización de Países Exportadores de Petróleo supuso durante mucho tiempo un dominio incuestionable del mercado mundial del petróleo. Aquellos días han terminado, al menos por ahora. El reino está teniendo dificultades para ejecutar su plan de mantener los precios elevados. Unos precios más altos ayudarían a sufragar el gasto saudí en infraestructuras, que incluye proyectos por valor de un billón de dólares destinados a desvincular rápidamente la economía del petróleo. También afectarían a los conductores en los surtidores y contribuirían al riesgo de que la inflación vuelva a aparecer en todo el mundo.

Arabia Saudí Petróleo Wall Street Journal
El redactor recomienda