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Esto es lo que está motivando la fuerte reacción de los mercados a la victoria de Trump
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nuevas incógnitas para la bolsa

Esto es lo que está motivando la fuerte reacción de los mercados a la victoria de Trump

Los inversores creen saber qué hará Trump esta vez, pero no está claro que ahora sepan interpretar sus políticas, ni que Trump sea más predecible

Foto: Donald Trump durante un mitin en Montana, Estados Unidos. (Getty/Michael Ciaglo)
Donald Trump durante un mitin en Montana, Estados Unidos. (Getty/Michael Ciaglo)
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Los mercados lo tienen claro en cuanto a los planes de Donald Trump en su regreso a la Casa Blanca: los futuros de las acciones suben y el dólar y los rendimientos del Tesoro se han disparado, así como los bancos y el bitcoin.

Todo ello es fácil de encajar con las promesas de Trump. Los recortes del impuesto de sociedades impulsan de forma casi automática las acciones, los aranceles suponen también de forma casi automática una moneda más fuerte, mayores déficits implican mayores rendimientos de los bonos y una regulación más sencilla ayuda a las acciones bancarias y al bitcoin. Si esta reacción instintiva resultará acertada a largo plazo es otra cuestión.

La primera cuestión es la incertidumbre que persiste sobre las elecciones a la Cámara de Representantes, donde sabremos si los republicanos tendrán mayoría para llevar adelante la agenda de Trump. Sin una mayoría que permita recortar impuestos o aumentar el gasto, el déficit mejoraría con su prometida subida de aranceles, lo que equivale a una gran recaudación de impuestos. Esto cuestionaría la lógica de la subida de los rendimientos del Tesoro. El rendimiento a 30 años es el que más ha subido en un año. Es un indicio de que los déficits fuera de control gestionados tanto por el presidente Biden como por Trump continuarán indefinidamente.

La segunda cuestión es el impacto en la economía de las dos principales políticas de Trump, la inmigración y los aranceles. Si cumple su promesa de deportar a millones de inmigrantes que entraron ilegalmente en el país, se produciría un importante "shock" de oferta, que invertiría uno de los aspectos que han contribuido a enfriar el mercado laboral y tranquilizado a la Reserva Federal, que ha vuelto a controlar la inflación. Los shocks de oferta se traducen en un aumento de la inflación y una ralentización del crecimiento, y suelen ser perjudiciales para las acciones. Cualquier indicio de nuevas tensiones inflacionistas haría subir los rendimientos de los bonos, lo que también sería negativo para la renta variable.

Si cumple su promesa de deportar a millones de inmigrantes que entraron ilegalmente en el país, se produciría un importante "shock" de oferta

El prometido aumento de los aranceles tiene un efecto teórico, el impulso del dólar. Las divisas extranjeras deben ajustarse a la baja para que los precios en términos de dólares sigan siendo más o menos los mismos después de los aranceles, exactamente lo que sucedió en 2018 cuando Trump elevó los aranceles a China. Si sigue adelante con los aranceles generalizados —más del 60% sobre China y niveles especiales más altos sobre las importaciones de automóviles mexicanos—, el dólar debería recibir un impulso mayor. Los inversores están al tanto de esto, con el dólar subiendo un 2,7% frente al peso mexicano y un 1,7% frente al euro. En los futuros también se está apostando fuerte por las empresas más pequeñas, que tienden a centrarse más en el mercado nacional y, por tanto, se ven menos afectadas por los aranceles, con los futuros del Russell 2000 subiendo un 4,5%, el doble que el S&P 500.

El efecto sobre la divisa podría verse parcialmente compensado por los aranceles a las exportaciones estadounidenses y por la posibilidad de una guerra comercial en toda regla, con una escalada de los impuestos a la importación. El resto del mundo saldría perdiendo más que EEUU. Esto se debe a que los EEUU tienen un gran déficit comercial y a que sus exportaciones están encabezadas por el petróleo y las piezas de aviones, ninguno de los cuales es probable que esté en el punto de mira de otros países. Aunque en caso de guerra comercial Estados Unidos se vería menos afectado que otros países, no dejaría de sufrir las consecuencias. Un crecimiento más lento en Estados Unidos debería, en principio, frenar las acciones y mantener bajos los rendimientos del Tesoro, una vez más, lo contrario de lo que supone el mercado.

Foto: Trump, en un mitin electoral. (EP) Opinión
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La tercera cuestión que determinará el destino del "Trump trade" es el punto de partida. En 2016, las acciones estaban mucho más baratas, con el S&P 500 a 16 veces los beneficios previstos. El S&P está ahora a 22 veces los beneficios previstos, por lo que muchas buenas noticias ya figuran en el precio. Asimismo, la rentabilidad del Tesoro a 10 años está en el 4,4%, frente al 1,8% de 2016, y el índice ICE del dólar estadounidense está en 105, frente a 97. En 2016 era más fácil que subieran los tres, por lo que cualquier decepción sobre la dirección o la velocidad de las políticas de Trump haría mella.

Esto nos lleva a la cuarta cuestión, la historia. Los inversores se equivocaron totalmente con Trump al menos dos veces en 2016. La reacción inmediata a su sorprendente victoria fue una venta masiva de futuros, que cayeron un 5% durante la noche, justo el movimiento equivocado. Los rendimientos de los bonos y el dólar se dispararon durante el resto de noviembre y diciembre, mientras los inversores se preparaban para su toma de posesión en enero, antes de que el dólar se desplomara durante todo 2017, y los rendimientos del Tesoro y lo que entonces se consideraban "Trump trades" en el mercado de valores retrocedieran.

Los inversores creen saber qué hará Trump esta vez, pero no está claro que ahora sepan interpretar sus políticas, ni que Trump sea más predecible.

*Contenido con licencia de The Wall Street Journal. Traducido por Federico Caraballo

Los mercados lo tienen claro en cuanto a los planes de Donald Trump en su regreso a la Casa Blanca: los futuros de las acciones suben y el dólar y los rendimientos del Tesoro se han disparado, así como los bancos y el bitcoin.

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