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¿Hidrógeno verde? Un estudio de Harvard pronostica que el coste de producción será prohibitivo
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¿Hidrógeno verde? Un estudio de Harvard pronostica que el coste de producción será prohibitivo

Capturar dióxido de carbono de la atmósfera es más rentable que producir hidrógeno como combustible, según investigadores de Harvard

Foto: Apertura de estación de carga de hidrógeno. (Reuters/Michele Tantussi File Photo)
Apertura de estación de carga de hidrógeno. (Reuters/Michele Tantussi File Photo)
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Un estudio de la Universidad de Harvard pone en duda la viabilidad del hidrógeno como combustible en Estados Unidos. Los investigadores afirman que los costes de producir, transportar y almacenar el gas son superiores a los de utilizar combustibles fósiles y eliminar después el carbono de la atmósfera.

El estudio, publicado el martes en la revista científica Joule, afirma que el hidrógeno verde tiene un coste de entre 500 y 1.250 dólares por cada tonelada métrica de dióxido de carbono que puede llegar a reducir. Sin embargo, los precios de la captura y almacenamiento de carbono oscilan actualmente entre 100 y 1.000 dólares la tonelada, por lo que resulta más viable limitarse a extraer el dióxido de carbono atmosférico. "El argumento presentado es que el hidrógeno ahora es caro, pero los costes [de producción] bajarán", afirma Roxana Shafiee, investigadora postdoctoral del Centro para el Medioambiente de la Universidad de Harvard, que dirigió el estudio. "La cuestión es que los costes de producción son solo una parte de la cadena de suministro." "Si nos fijamos en la propuesta de valor en su conjunto, no hay forma de que sea rentable. Tiene que ser competitivo", añade Shafiee.

Foto: I congreso nacional de hidrógeno verde

La expectación en torno al hidrógeno y, en particular, al hidrógeno verde, producido a partir de energías renovables, ha disminuido este año, ya que el aumento de los costes y el escaso interés de los productores de energía y la industria pesada han paralizado o retrasado varios proyectos. Según Shafiee, los responsables políticos habían visto en este gas, que puede quemarse y generar así las altas temperaturas necesarias para producir materiales como cemento y acero de forma respetuosa con el medio ambiente, una especie de navaja suiza para la producción de energía limpia. "La gente es cada vez más escéptica respecto al hidrógeno y cuestiona esta idea de solución milagrosa."

El informe llega una semana después de que la Agencia Internacional de la Energía publicara su última revisión global sobre la evolución económica del hidrógeno, en la que señalaba que la demanda mundial de hidrógeno alcanzaría los 97 millones de toneladas en 2023, lo que supone un aumento del 2,5% respecto a 2022. Aunque la demanda de hidrógeno está creciendo, la organización con sede en París señaló que la mayor parte de la producción potencial está aún en fase de planificación y que "para que se materialice la totalidad de los proyectos previstos, el sector tendría que crecer a una tasa anual compuesta sin precedentes de más del 90% desde 2024 hasta 2030, muy por encima del crecimiento experimentado por la energía solar fotovoltaica durante sus fases de expansión más rápidas."

La expectación en torno al hidrógeno y, en particular, al hidrógeno verde, producido a partir de energías renovables, ha disminuido este año

El informe añadía que "las señales poco claras de la demanda, los obstáculos a la financiación, los retrasos en los incentivos, las incertidumbres normativas, los problemas de licencias y permisos y los retos operativos" eran los principales obstáculos al crecimiento en la actualidad. "La exageración era tal que se esperaba que el hidrógeno consiguiera en diez años lo que el GNL no ha logrado en 50 años, ni la energía nuclear, que apenas ha logrado la mitad de este avance en 70 años", afirma Pierre-Etienne Franc, consejero delegado de Hy24, una gestora de inversiones especializada en hidrógeno limpio. "La gente está siendo realista con lo que hace falta para conseguir una nueva oleada energética significativa, la última necesaria para que la transición funcione."

Franc añadió que Estados Unidos "avanza a pasos agigantados" con el hidrógeno azul, y señaló que varios proyectos de gran envergadura en ese país han alcanzado decisiones de inversión definitivas. Los proyectos de hidrógeno azul implican la producción de hidrógeno utilizando combustibles fósiles como fuente de energía, capturando después las emisiones de carbono. En Estados Unidos, el programa de créditos fiscales 45Q ofrece créditos para fomentar la inversión en captura y almacenamiento de carbono.

Foto: (Inteligencia artificial - Dall-E - Novaceno)

"El éxito de los proyectos de hidrógeno azul a gran escala en Estados Unidos y su decisión de avanzar hacia la decisión final de inversión (FID) se debe en gran parte a los créditos fiscales 45Q existentes para la captura de carbono. Se trata de una victoria neta para Estados Unidos, ya que permite seguir utilizando los recursos de gas natural existentes y desarrollar productos derivados del hidrógeno con bajas emisiones de carbono, como petroproductos refinados, fertilizantes y 'e-fuels'". Eugene McKenna, vicepresidente sénior de hidrógeno y tecnologías sostenibles del productor químico Johnson Matthey, afirmó que una normativa clara y un mayor apoyo a los proyectos de hidrógeno azul pueden ayudar a impulsar la industria en otros lugares.

"Las empresas intentan invertir capital en proyectos rentables para sus accionistas. No van a invertir a menos que tenga sentido desde el punto de vista comercial. No son organizaciones benéficas", afirmó McKenna. Añadió que los proyectos de hidrógeno verde podrían ser más viables en lugares como Brasil y Australia, donde las energías renovables son más abundantes, y el azul en lugares como Estados Unidos y el norte de Europa.

*Contenido con licencia de The Wall Street Journal. Traducido por Federico Caraballo

Un estudio de la Universidad de Harvard pone en duda la viabilidad del hidrógeno como combustible en Estados Unidos. Los investigadores afirman que los costes de producir, transportar y almacenar el gas son superiores a los de utilizar combustibles fósiles y eliminar después el carbono de la atmósfera.

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