La Fed va dando palos de ciego, pero a los inversores no parece que les importe
Los mercados están adoptando el espíritu de moderación tras el gran recorte de tipos de la semana pasada
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Podemos dedicar mucho tiempo a la kremlinología de la Reserva Federal, analizando las declaraciones y previsiones de los responsables políticos, o podemos ignorar lo que dicen y fijarnos solo en lo que hacen, como decidieron hacer los mercados tras el enorme recorte de tipos de la Fed del miércoles.
La cuestión fundamental es si los recortes de medio punto porcentual son la nueva normalidad. Los responsables de la Fed dicen que no: solo un funcionario ha previsto recortes de más de un cuarto de punto en las dos reuniones que se celebrarán de aquí a finales de año. Dos, en sus previsiones "dot plot", no predijeron más recortes, y el resto indicó uno o dos recortes. Pero, ¿a quién le importa lo que digan? Los mercados se contagiaron del espíritu moderado que destila ahora el presidente Jerome Powell y llegaron a la conclusión de que hay bastantes posibilidades de que medio punto sea el nuevo cuarto de punto.
Los operadores de futuros han establecido su hipótesis central para finales de año en otros tres cuartos de punto de recortes, lo que significa que al menos una de las dos reuniones restantes debe ser un doble recorte para que ganen dinero. El viernes ya habían descontado un 25% de posibilidades de que en ambas reuniones se produjeran recortes dobles, y la misma posibilidad de que la Reserva Federal hiciera lo que dice su responsable político medio y se limitara a recortar un cuarto de punto habitual en cada reunión.
El cínico que hay en mí apoya la idea de ignorar los pronósticos del propio banco central, ya que es pésimo prediciendo lo que hará. Este mismo año, la previsión media de los responsables de la política monetaria ha pasado de predecir tres recortes de tipos (normales de un cuarto de punto) para finales de año, a uno en su gráfico de puntos de hace tres meses, y ahora de nuevo a cuatro, incluido el doble de la semana pasada. ¿Por qué deberían creer los inversores que esta predicción es la correcta?
Los operadores de futuros han establecido su hipótesis central para finales de año en otros tres cuartos de punto de recortes
La situación es aún peor si se intenta observar más allá. Gran parte de lo que importa a la hora de evaluar cómo reaccionará la Reserva Federal ante una determinada evolución económica es dónde cree que acabarán situándose los tipos en una economía equilibrada, lo que los economistas denominan tipo neutral o "r-star". Desgraciadamente, los responsables políticos están demostrando su confusión acerca de dónde se encuentra, con sus estimaciones oscilando entre el 2,4% y el 3,8%, y mucho más altas que antes de la pandemia.
Esta amplia diferencia refleja la incertidumbre sobre las futuras presiones inflacionistas derivadas de la desglobalización, un gobierno derrochador y más proclive a interferir en la economía, el gasto militar y ecológico y el envejecimiento de la población mundial. De hecho, el mercado de swaps indexados a un día está fijando los tipos a largo plazo por encima de la previsión media de los responsables políticos.
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Y esto sin hablar del problema lógico creado por la retroalimentación de las previsiones de la Reserva Federal. Lo que el señor Powell y otros responsables políticos dicen que esperan hacer suele tener una fuerte influencia en los rendimientos de los bonos y, por tanto, en los costes de endeudamiento, lo que afecta a la economía. Si aciertan en sus comunicaciones, el mercado hará el trabajo por ellos, lo que significa que la propia Reserva Federal puede acabar no teniendo que hacer lo que había planeado. Pero esta vez no es así. Los inversores han decidido que la Reserva Federal será mucho más moderada de lo que dice. Y el resultado ha sido un abaratamiento de los préstamos a corto plazo, ya que los operadores prevén una bajada de los tipos, y un encarecimiento de los préstamos a largo plazo, ya que los inversores se preparan para que la consiguiente fortaleza de la economía presione sobre la inflación.
La magnitud de los movimientos del mercado derivados de ello fue considerable para un periodo tan breve. Los valores de menor tamaño se dispararon más de un 2% el jueves, ya que la bajada de los tipos de interés supuso un alivio para sus elevados costes de endeudamiento. Las empresas de crecimiento especulativo, muy castigadas, tuvieron un día especialmente bueno el jueves, al igual que los bonos basura de menor calificación, CCC e inferiores, cuyo rendimiento casi ha vuelto a situarse por encima del de los bonos del Tesoro que ofrecían justo después de la primera subida de tipos de la Fed tras la crisis del 19 de diciembre de 2022.
La magnitud de los movimientos del mercado derivados de ello fue considerable para un periodo tan breve
Esta reacción es difícil de cuadrar con una Fed embarcada en una serie de recortes a gran escala, algo que ha hecho en el pasado solo cuando la recesión acechaba. Y si los inversores se preparasen para una recesión, sería justo. En cambio, los bonos a más largo plazo esperan un poco más de inflación a la larga, con el Tesoro a 30 años volviendo a subir por encima del 4% tras un largo descenso desde el 4,8% de abril. Esto sí que es buscar la perfección. Para que funcione, los inversores necesitan que la inflación se enfríe y que el mercado laboral se debilite un poco más para que la Reserva Federal pueda sentirse cómoda con grandes recortes, todo ello sin ninguna amenaza de recesión que haría aumentar los impagos de las empresas, golpearía a las acciones y arrastraría a la baja los rendimientos de los bonos a largo plazo.
Es probable que algo ceda, ya sean problemas en la economía o recortes de tipos menores de lo que se prevé. Por mucho que odie decirlo, tal vez los inversores deberían prestar más atención a lo que dice la Reserva Federal acerca del resto del año, y preocuparse de que la incertidumbre sobre el largo plazo implique volatilidad en el futuro, mientras la Reserva Federal trata de abrirse camino en la oscuridad.
*Contenido con licencia de The Wall Street Journal. Traducido por Federico Caraballo
Podemos dedicar mucho tiempo a la kremlinología de la Reserva Federal, analizando las declaraciones y previsiones de los responsables políticos, o podemos ignorar lo que dicen y fijarnos solo en lo que hacen, como decidieron hacer los mercados tras el enorme recorte de tipos de la Fed del miércoles.