El dilema de la Reserva Federal: bajar los tipos o bajarlos mucho
Que la Reserva Federal bajará los tipos en su reunión de la semana que viene está casi decidido. Pero cuánto lo hará aún está en el aire
El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, se enfrenta a una difícil decisión mientras el banco central se prepara para recortar los tipos de interés la próxima semana: ¿empezar poco a poco o hacerlo a lo grande?
El banco central tiene previsto reducir los tipos por primera vez desde 2020 en su reunión del 17 y 18 de septiembre. Dado que los funcionarios han señalado una mayor confianza en que podrán realizar múltiples recortes de tasas en los próximos meses, se enfrentan a preguntas sobre si recortar los tradicionales 0,25 puntos porcentuales o llegar hasta los 0,5.
Powell mantuvo todas sus opciones sobre la mesa en un discurso pronunciado el mes pasado en Jackson Hole, Wyoming, que sorprendió a algunos de sus compañeros por su inequívoca advertencia sobre los riesgos incipientes en el mercado laboral. "La dirección a seguir está clara, y el calendario y el ritmo de los recortes de tipos dependerán de los datos que vayan llegando, de la evolución de las perspectivas y del balance de riesgos", dijo entonces.
El año pasado, los funcionarios elevaron su tipo de interés de referencia al 5,3%, el nivel más alto en dos décadas, y lo han mantenido en ese nivel durante los últimos 14 meses para combatir la inflación, que ha disminuido notablemente. Les preocupa mantener los tipos de interés demasiado altos durante demasiado tiempo, ante la evidencia de que el aumento de los costes de endeudamiento está sirviendo para frenar la inflación al enfriar el gasto, la inversión y la contratación. No quieren que se les escape de las manos un aterrizaje suave, en el que la inflación caiga sin que se produzca un grave aumento del desempleo.
El banco central tiene previsto reducir los tipos por primera vez desde 2020 en su reunión del 17 y 18 de septiembre
Las respuestas a la cuestión táctica sobre la rapidez con la que se debe actuar podrían revelar pistas sobre la estrategia más amplia de la Reserva Federal. La cantidad de recortes en los próximos meses "va a ser mucho más importante que si el primer movimiento es mayor o menor, que creo que es una decisión muy reñida", dijo Jon Faust, quien se desempeñó hasta principios de este año como asesor principal de Powell.
Los últimos datos económicos han sido dispares. Varios analistas han señalado que el aumento de los costes de la vivienda en el índice de precios al consumo publicado el miércoles ha debilitado la posibilidad de un recorte mayor la semana que viene, lo que ha situado las expectativas del mercado de un recorte más reducido en torno al 85%, según CME Group. Sin embargo, otro informe publicado el jueves indicaba que los precios subyacentes en el indicador de inflación preferido por la Reserva Federal probablemente habían sido mucho más moderados en agosto, lo que dejaba la puerta abierta a que la Reserva Federal se centrara en evitar el debilitamiento del mercado laboral.
Mientras tanto, la contratación en junio y julio fue más débil de lo que se informó inicialmente, pero el crecimiento de las nóminas mejoró en agosto. Los despidos han sido bajos. El Departamento de Trabajo informó el jueves de que las solicitudes de subsidio de desempleo se mantuvieron la semana pasada prácticamente en el mismo nivel de hace un año. Las proyecciones económicas trimestrales que se publicarán en la reunión de la próxima semana podrían complicar aún más las cosas. Esas proyecciones mostrarán cuántos recortes de tipos esperan los funcionarios este año. A la Fed le quedan tres reuniones por delante este año: la semana que viene, noviembre y diciembre.
La contratación en junio y julio fue más débil de lo que se informó inicialmente, pero el crecimiento de las nóminas mejoró en agosto
Esas proyecciones no son producto de un debate del comité, pero podrían ser tan importantes para los inversores como el tamaño de la reducción de tipos, especialmente si los funcionarios optan por el recorte más pequeño. Dado que los mercados esperan que la Reserva Federal recorte los tipos en más de 100 puntos básicos este año, las proyecciones que muestran menos recortes corren el riesgo de provocar un retroceso del mercado que endurezca las condiciones financieras, haciendo subir los costes de los préstamos en el mismo momento en que la Reserva Federal está reduciendo los tipos a corto plazo.
La Reserva Federal normalmente prefiere actuar en incrementos de 0,25 puntos, o 25 puntos básicos, porque los ajustes más pequeños le dan más tiempo para estudiar el efecto de sus cambios de política. Algunos funcionarios han sugerido que preferirían acelerar el ritmo una vez que la economía parezca debilitarse aún más. Alternativamente, los funcionarios podrían llegar a la conclusión de que si prevén que es factible un movimiento de 50 puntos básicos en noviembre o diciembre, deberían hacerlo ahora, cuando los tipos están más lejos de su destino final.
Los argumentos a favor de empezar por un nivel más bajo presuponen que la economía está fundamentalmente bien, según los funcionarios actuales y anteriores. Afirman que empezar con un recorte de 50 puntos básicos podría transmitir una mayor alarma sobre la economía o inducir a los mercados a anticipar un ritmo más rápido de recortes de tipos, lo que a su vez podría provocar subidas de los mercados que dificultarían la lucha contra la inflación. Otra preocupación similar es que un recorte mayor llevaría a los mercados a asumir erróneamente que la Fed planea recortar los tipos en la misma proporción en las reuniones de noviembre y diciembre. En una entrevista concedida la semana pasada, James Bullard, que fue presidente de la Fed de St. Louis entre 2008 y 2023, dijo que "se crearía la expectativa de que la Fed se inclinaría muy rápido" a un nivel neutral de tipos de interés diseñado para no estimular ni ralentizar el crecimiento.
Dada la preferencia de la Fed por construir un amplio consenso y el reto de explicar un recorte mayor de los tipos justo antes de las elecciones, empezar con un recorte de 0,25 puntos ofrece el camino de menor resistencia. "25 es fácil al principio", dijo Esther George, que fue presidenta de la Fed de Kansas City desde 2011 hasta 2023. "Podemos mantener esto por un tiempo, o si las cosas van mal, podemos ir con más fuerza".
El argumento a favor de empezar con un recorte mayor se centra en tener un seguro contra el riesgo de que la economía se ralentice más bajo el peso de los aumentos anteriores en un momento en que los funcionarios ya no creen que tal desaceleración sea necesaria para completar el cometido de devolver la inflación a su objetivo del 2%. Con la inflación enfriándose mientras la Reserva Federal mantiene estables los tipos nominales, los tipos reales o ajustados a la inflación son tan altos como lo han sido desde que el banco central empezó a subir los tipos.
Los funcionarios deben considerar si "quieren ser más restrictivos de lo que han sido en todo el ciclo de endurecimiento de los tipos en un momento en que hay un camino bastante claro hacia el 2% de inflación y la tasa de desempleo está por encima" de donde la mayoría de los funcionarios de la Fed esperaban que llegara este año, dijo el presidente de la Fed de Chicago, Austan Goolsbee, en una entrevista la semana pasada.
"No creo que nos encontremos en una situación que exija a gritos un recorte preventivo"
El Comité Federal de Mercado Abierto, encargado de fijar los tipos de interés, suele recortarlos en incrementos mayores cuando los mercados financieros muestran mayor alarma por las perspectivas económicas, como ocurrió a principios de 2001 y en 2007, durante los primeros compases de las crisis financieras mundiales. "No creo que nos encontremos en una situación que realmente exija a gritos un recorte preventivo", dijo Faust, miembro del Centro de Economía Financiera de la Universidad Johns Hopkins. "Pero mi preferencia se inclinaría ligeramente por empezar con 50. Y sigo pensando que hay una posibilidad razonable de que el FOMC también llegue a esa cifra". Faust señaló que cree que la Fed podría gestionar las preocupaciones en torno a asustar a los inversores con un recorte mayor proporcionando "mucha información para reducir el temor". Y añadió: "No tendría por qué ser una señal de preocupación".
Faust dijo que cree que varios funcionarios proyectarán recortes de 100 puntos básicos este año. Si ese es el caso, empezar con un recorte de 25 puntos básicos puede plantear preguntas incómodas sobre por qué los funcionarios esperan realizar un recorte mayor de los tipos más adelante este año, pero no ahora. Si los riesgos están realmente equilibrados entre una mayor inflación y condiciones más débiles del mercado laboral, como los funcionarios de la Fed han dicho que creen que es el caso, entonces la Fed debería querer tasas mucho más cerca de un nivel neutral, dijo William Dudley, quien se desempeñó como presidente de la Fed de Nueva York de 2009 a 2018. Dado que todos los funcionarios de la Fed creen que esa tasa está por debajo del 4%, no tiene sentido moverse en incrementos de 25 puntos básicos. "La lógica dice que deberían ir más rápido", dijo.
Por esas razones, George señaló que le resultaría difícil oponerse a un recorte mayor en estos momentos. "Hay argumentos sólidos a favor de los 50 puntos, como para decir: como nos dimos prisa para subir los tipos por encima de un nivel neutral, ahora estamos muy por encima de ese nivel, por lo que podemos permitirnos un gran recorte". El informe de empleo de la semana pasada no fue especialmente tranquilizador, según Dudley, porque la tasa de desempleo ha subido 0,5 puntos porcentuales desde principios de año. Normalmente, cuando la tasa de desempleo sube un poco, tiende a seguir subiendo, y mucho.
El mercado de la vivienda se ha mostrado débil en los últimos meses y, aunque el sector de la construcción sumó puestos de trabajo en agosto, el descenso de las nuevas construcciones residenciales apunta a otra fuente de debilidad potencial en el futuro de la contratación. Las empresas y compañías financieras que atienden a consumidores de rentas bajas y medias apuntan a signos de mayor tensión, y la tasa de ahorro personal cayó al 2,9% en julio, cerca de su nivel más bajo desde 2007. Aunque la economía ha crecido a un ritmo razonablemente sólido este año, "hemos apoyado este crecimiento ahorrando cada vez menos y pidiendo cada vez más prestado. Eso no es sostenible", afirmó Donald Kohn, exvicepresidente de la Fed.
"Estamos en un punto en el que la balanza se podría inclinar en cualquier dirección, o 25 o 50, pero creo que la gestión del riesgo se ha desplazado hacia el mercado laboral y favorece la opción de los 50 puntos", afirmó.
*Contenido con licencia de The Wall Street Journal. Traducido por Federico Caraballo
El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, se enfrenta a una difícil decisión mientras el banco central se prepara para recortar los tipos de interés la próxima semana: ¿empezar poco a poco o hacerlo a lo grande?