Cómo arruinar lo más parecido a un valor seguro en el mercado
Los fondos indexados son una excelente forma de igualar el rendimiento del mercado. Sin embargo, ¿por qué tantos inversores acaban quedándose cortos?
Los fondos indexados han hecho que invertir sea sencillo, pero no fácil. Estas carteras, que tratan de igualar, en lugar de batir, los rendimientos del mercado, suelen cobrar comisiones muy bajas y generan impuestos reducidos. Si compramos un puñado de fondos indexados, los conservamos durante décadas y no volvemos a hacer nada, es probable que superemos a casi todos los que intentan batir al mercado mediante operaciones bursátiles, incluidos la mayoría de los profesionales.
Pero, ¿qué tiene eso de divertido? ¿Puedes soportar toda una vida de barbacoas y fiestas en las que los demás alardean de sus operaciones ganadoras y lo único que tú puedes hacer es murmurar: "Umm, yo tengo fondos indexados y no he hecho ninguna operación en una década"? No es de extrañar que los fondos indexados se hayan convertido en una tentación a la hora de invertir. Se puede ver un indicio de esto en un nuevo estudio de Morningstar. Cada año, la empresa de investigación calcula la diferencia entre los rendimientos de los fondos de inversión y los fondos cotizados y los rendimientos que obtienen sus inversores como grupo.
Los rendimientos de los fondos de inversión o ETF se calculan como si se comprara al principio del periodo de medición, se reinvirtieran todos los ingresos o ganancias de capital y nunca se cobrara. Al fin y al cabo, es como se comporta el fondo, como inversión. Pero no es así como se comportan la mayoría de sus inversores. Sin duda, algunos compraron y se mantuvieron firmes, pero otros seguro hicieron algunas operaciones rápidas, impulsados por las circunstancias financieras o por sus propias emociones caprichosas.
Morningstar calcula una cifra independiente —la rentabilidad del inversor— contabilizando el dinero que los propietarios de un fondo añadieron y retiraron colectivamente durante el periodo. Aquellos que compran y aguantan obtendrán rentabilidades como inversor cercanas a las rentabilidades totales declaradas por sus fondos. Mientras que los que compran caro y venden barato obtendrán rendimientos inferiores a los de los fondos de los que son propietarios. Según Morningstar, durante los 10 años anteriores al 31 de diciembre de 2023, los inversores en su conjunto ganaron una media del 6,3% anual, es decir, 1,1 puntos porcentuales menos que los fondos de inversión y ETF que poseían.
Aquellos que compran y aguantan obtendrán rentabilidades como inversor cercanas a las rentabilidades totales declaradas por sus fondos
Esto se hace eco de las conclusiones anteriores de Morningstar y de varios estudios académicos y de otro tipo. El consenso es claro: los inversores suelen obtener un rendimiento inferior al de sus inversiones, no solo en fondos de inversión y ETF, sino también en fondos de cobertura y acciones. Al menos una pequeña diferencia es casi inevitable. En la mayoría de los periodos de 10 años o más, las acciones suben. Contribuir gradualmente —por ejemplo, en su plan de jubilación— significa que, a largo plazo, se quedará rezagado con respecto a su fondo, simplemente porque no puso todo su dinero a trabajar al principio.
Esto es cierto incluso si se trata puramente de un inversor que compra y retiene sus acciones, que nunca persigue rentabilidades altas ni vende en caso de pánico en las caídas del mercado. Sin embargo, demasiados inversores no son pacientes y suelen apostar por segmentos más reducidos del mercado. Como los fondos indexados son más baratos y se desvían menos de sus índices de referencia que los fondos de gestión activa, se han convertido en el vehículo preferido para estas apuestas a corto plazo.
Analicemos los fondos sectoriales, carteras de valores de un sector específico, como la tecnología o la energía. En ellos, cualquier ruido puede parecer una noticia, incitando a la gente a intentar enriquecerse rápidamente. Las operaciones rápidas y equivocadas pueden hacer que la rentabilidad de los inversores sea muy inferior a la de los propios fondos. En comparación con los fondos que siguen al mercado en su conjunto, los fondos indexados sectoriales "buscan mayores ganancias o se centran en temas que despiertan más interés", afirma Jeffrey Ptak, jefe de calificaciones de Morningstar y autor principal del estudio. El ETF Technology Select Sector SPDR, por ejemplo, ganó un 56% el año pasado, pero perdió casi un 28% en 2022.
Entre estas carteras sectoriales especializadas, entra y sale mucho más dinero de los fondos indexados que de sus homólogos gestionados activamente. Durante los 10 años previos al pasado 31 de diciembre, los rendimientos de los inversores fueron inferiores a los rendimientos totales de los fondos indexados sectoriales en 2,9 puntos porcentuales anuales, incluso peor que la diferencia de 2,0 puntos en las carteras sectoriales gestionadas activamente. Cuando uno se apunta a la luna con fondos indexados sectoriales, tiene muchas posibilidades de salir mal parado.
Las operaciones rápidas y equivocadas pueden hacer que la rentabilidad de los inversores sea muy inferior a la de los propios fondos
O pensemos en los llamados smart beta o fondos factoriales. No se molestan en seleccionar valores individuales, como hacen los fondos de gestión activa. En su lugar, compran paquetes de acciones o bonos con propiedades estadísticas comunes, como alta rentabilidad, rápidas subidas de precios recientes o un precio bajo en relación con los beneficios. De nuevo, estos fondos suelen fluctuar más bruscamente porque su enfoque es más limitado que el del mercado en su conjunto. Estas oscilaciones bruscas suelen sorprender a los inversores y asesores financieros incautos que esperan que estos fondos se comporten un poco mejor que el mercado, afirma Nicolas Rabener, director ejecutivo de Finominal, una empresa de análisis de Londres.
El ETF Invesco S&P 500 Low Volatility superó al propio S&P 500 en más de 13 puntos porcentuales en 2022. El año pasado, se quedó atrás en más de 25 puntos porcentuales. Durante el período de 10 años medido por Morningstar, los inversores del fondo como grupo obtuvieron un rendimiento inferior en un 1,2% anual, estima Ptak.
¿Cómo se puede reducir la diferencia de rentabilidad entre uno mismo y sus fondos? En primer lugar, recuerda que los fondos indexados no son seguros, solo son baratos. Uno puede perder dinero de una manera o de otra. Para casi todo tu dinero, opta por los fondos indexados más amplios posibles. Cuanto más estrecho sea el índice de referencia que sigue el fondo, más fluctuará y más probabilidades tendrá de que le espanten en el momento más inoportuno.
Si crees que debes hacer una apuesta, limítala a una pequeña parte de tu cartera: el 5% como máximo. No la aumentes, pase lo que pase, sobre todo si ganas dinero. Perseguir beneficios es la mejor manera de acabar cosechando pérdidas.
*Contenido con licencia de The Wall Street Journal. Traducido por Federico Caraballo
Los fondos indexados han hecho que invertir sea sencillo, pero no fácil. Estas carteras, que tratan de igualar, en lugar de batir, los rendimientos del mercado, suelen cobrar comisiones muy bajas y generan impuestos reducidos. Si compramos un puñado de fondos indexados, los conservamos durante décadas y no volvemos a hacer nada, es probable que superemos a casi todos los que intentan batir al mercado mediante operaciones bursátiles, incluidos la mayoría de los profesionales.
- Otro récord no basta: Nvidia siembra dudas sobre el 'boom' de la IA y deja en vilo al mercado Agustín Monzón
- 'Momento Powell' para un Ibex en máximos de 10 semanas: tres claves que movieron el mercado A. Monzón
- Más de 400 empresas con problemas reestructuran su deuda a costa de bancos y fondos Óscar Giménez