Es noticia
Por qué ha quebrado First Republic Bank: un modelo blindado que se hace añicos
  1. Mercados
  2. The Wall Street Journal
La entidad ha sido rescatada

Por qué ha quebrado First Republic Bank: un modelo blindado que se hace añicos

A primera hora de la mañana del lunes, los reguladores embargaron First Republic y llegaron a un acuerdo para vender la mayor parte de sus negocios a JP Morgan

Foto: First Republic Bank. (Reuters/Eduardo Muñoz)
First Republic Bank. (Reuters/Eduardo Muñoz)
EC EXCLUSIVO Artículo solo para suscriptores

En febrero, los clientes del First Republic Bank, con un alto poder adquisitivo, sacaban dinero de sus cuentas. El banco trató de contener la marea ofreciendo tipos más altos en sus depósitos. Pero incluso eso fue complicado de vender.

Jim Herbert, el fundador del banco, de 78 años, cuya presencia suele calmar los ánimos, golpeó con la mano en la mesa durante una reunión con todos los empleados. "Tenemos que conseguir más depósitos", espetó, según personas familiarizadas con el asunto. Y eso fue antes del pánico bancario de marzo, que tumbó a dos de los rivales de First Republic, Silicon Valley Bank y Signature Bank. Después de esas dos caídas, los problemas no hicieron más que empeorar.

A primera hora de la mañana del lunes, los reguladores embargaron First Republic y llegaron a un acuerdo para vender la mayor parte de sus negocios a JP Morgan Chase & Co, el mayor banco del país. La quiebra de First Republic supone la segunda mayor quiebra bancaria de la historia de Estados Unidos, por detrás de la de Washington Mutual Inc. en 2008. También supone el fin de lo que se consideraba una de las estrategias más exitosas de la banca: atraer a los depositantes ricos y ofrecerles un servicio de cinco estrellas.

Pocos podían predecir la velocidad y la magnitud del pánico bancario de marzo. First Republic perdió más de la mitad de sus depósitos, unos 100.000 millones de dólares, en solo unos días. Sin embargo, como revela el mensaje de urgencia de Herbert, el negocio del banco ya estaba en crisis antes.

La ruina de First Republic fue provocada por la rápida serie de subidas de tipos de interés de la Reserva Federal, que llevó a los depositantes a buscar mejores rentabilidades en otros lugares. Eso significaba que el banco tenía que pagar más para retenerlos, justo cuando los tipos al alza estaban golpeando el valor de su cartera hipotecaria. Era un problema obvio en retrospectiva, pero First Republic, entre otros, pensó que sobrevivirían sin problemas a la batalla de la Fed contra la inflación.

Foto: Una oficina de First Republic Bank. (Reuters/Loren Elliott)

"Los clientes se quedan con nosotros", dijo Herbert a los inversores el pasado noviembre. "Crecen, acumulan rentabilidades compuestas, sus depósitos acumulan rentabilidades compuestas, sus préstamos nos dan rentabilidades compuestas, y traen a sus amigos. No es un modelo complicado, y funciona en todos los entornos". Un portavoz de Herbert declinó hacer comentarios.

Orientación al cliente

Se suponía que esto no iba a ocurrir. First Republic, con sede en San Francisco, era un gran banco con un aroma de negocio local, el banco basado en las relaciones humanas por excelencia. Se pensaba que los clientes adinerados querían un servicio de alto nivel más que unos pocos dólares extra en intereses sobre sus depósitos.

First Republic reunía a estos clientes, les pagaba un interés mínimo y utilizaba sus depósitos para financiar hipotecas. Más depósitos significaban más préstamos para proyectos de condominios en Manhattan o segundas residencias en Hawai. First Republic cobró mucho más de estos préstamos —un 3,03% de media en intereses cobrados en 2021— de lo que pagó a los depositantes, un 0,12% de media. Estos préstamos a menudo tenían características especiales, y casi nunca iban mal.

En un mundo de tipos de interés ultrabajos, este modelo a la antigua era lucrativo. El beneficio anual de First Republic se cuadruplicó en la década hasta 2021. El banco se convirtió en uno de los 20 más grandes de Estados Unidos y, según varias medidas estándar, cotizó a una valoración muy por encima de la de JP Morgan Chase & Co. y Bank of America Corp. Estos dos bancos, los mayores de Estados Unidos, intentaron copiar su estrategia abriendo sucursales en los barrios ricos del extrarradio y en zonas urbanas de lujo.

Foto: Foto: Reuters/Mike Segar. Opinión
TE PUEDE INTERESAR
La crítica situación del First Republic Bank
Juan Ramón Rallo

"Depósitos, depósitos, depósitos" y "cheques, cheques, cheques" eran mantras que la ex codirectora general Hafize Gaye Erkan repetía al final de las reuniones semanales, según explican antiguos empleados. El banco publicaba informes semanales que mostraban el crecimiento de los depósitos por regiones. Un representante de Erkan declinó hacer comentarios.

La mayor parte de la remuneración de sus banqueros estaba vinculada a la cantidad de depósitos o préstamos que aportaban, afirma Anthony Sherman, que trabajó en una sucursal del centro de Manhattan hasta 2018 y ahora dirige una startup. "Lo único que les importaba es que cumplieras", dijo.

Daniel DiCicco, un abogado de 40 años que vive en Portland (Oregón), se convirtió en cliente de First Republic el año pasado, cuando el banco le ofreció una línea de crédito de 100.000 dólares a un tipo de interés del 2,95%. El truco: el tipo de interés de su línea de crédito aumentaría si el saldo de su depósito era inferior a 20.000 dólares.

La mayor parte de la remuneración de sus banqueros estaba vinculada a la cantidad de depósitos o préstamos que aportaban

No ganaba muchos intereses, pero otras ventajas lo compensaban. Cuando DiCicco y su esposa estaban planeando un viaje a Japón el otoño pasado, First Republic se ofreció a enviarle miles de dólares en yenes sin coste alguno. "No tengo que mover un dedo", asegura DiCicco. "Puedo enviar un correo electrónico a mi banquero y decirle que necesito algo y, literalmente, aparece en la puerta de mi casa".

First Republic se esforzó especialmente para aprovechar el rápido crecimiento de la riqueza que generaba el sector tecnológico en Silicon Valley. Peter Herz, que dirige una empresa de capital riesgo que invierte en nuevas empresas alimentarias, se hizo cliente de First Republic en 2002, cuando el banco le concedió una hipoteca para comprar una casa en Menlo Park, California.

Abrió una cuenta corriente con chequera y pagó la hipoteca con ella porque así obtenía un descuento en el tipo de interés. El servicio que recibió de First Republic le llevó a trasladar la mayoría de sus cuentas personales y profesionales. Los empleados de su sucursal ya están familiarizados con la rareza de su firma y han solucionado los problemas que eso la ha causado a lo largo de los años, según Herz.

Foto: El economista Nouriel Roubini. (Reuters/Ruben Sprich)

El banco llegó a acuerdos con empresas para ofrecer servicios financieros a sus empleados. Los trabajadores de Google que abrieron una cuenta ganaron un bono de bienvenida de más de 2.000 dólares, según aseguran personas familiarizadas con el asunto. Llegó a establecer una sucursal dentro de la sede de Facebook y ofrecía de forma rutinaria hipotecas a largo plazo al 2,5% o menos a los empleados más acomodados del sector tecnológico. Uno de sus clientes era Mark Zuckerberg. En 2012, First Republic concedió al fundador y consejero delegado de Facebook una hipoteca de 5,95 millones de dólares con un tipo inicial del 1,05%, según informó anteriormente The Wall Street Journal.

Una sucursal de First Republic apareció en la famosa Sand Hill Road de Silicon Valley en 2011; abrió su primera sucursal en Palm Beach, Florida, en 2013; en 2018, el banco se expandió a Jackson, Wyo, la rica ciudad de escapada donde el propio Herbert compró una casa. El propietario de los Miami Dolphins y promotor inmobiliario Stephen Ross llegó a aparecer en los anuncios del banco.

Los clientes competían incluso por aparecer en el informe anual del banco, que les permitía participar en una glamurosa sesión de fotos. "Es casi como un anuario", afirma Celina Yosri, que trabajó como gerente de proyectos de operaciones en la sede del banco en San Francisco entre 2016 y 2018. "El informe anual está lleno de clientes, no de empleados, y creo que eso lo dice todo".

Los clientes competían incluso por aparecer en el informe anual del banco, que les permitía participar en una glamurosa sesión de fotos

En julio de 2021, el banco nombró codirectora general a Erkan, de 43 años, que anteriormente había trabajado en Goldman Sachs Group Inc. En diciembre, el banco anunció que el Sr. Herbert tomaría una baja médica debido a problemas cardíacos. Erkan dejó el banco menos de un mes después.

First Republic entrevistó a altos ejecutivos de otros bancos para el puesto de consejero delegado, aseguran personas familiarizadas con el asunto. Acabó ascendiendo a Michael Roffler, que llevaba mucho tiempo en el banco, y convirtiendo a Herbert, que regresó de su baja en primavera, en presidente ejecutivo. La obsesión por el servicio al cliente viene directamente del propio Herbert, que fundó First Republic en 1985 y que procede de una familia de banqueros locales.

"Estoy dispuesto a apostar a que todo el mundo en el banco se ha reunido y ha tenido una charla con Jim en algún momento", comenta John Rosanelli, quien dirigió hasta mayo de 2022 el negocio de First Republic que atiende a hedge funds. "Jim siempre planteaba 'sé humilde, responde, cuida de los clientes'".

Creciente presión

El regreso de Herbert coincidió con los primeros días de la campaña de la Fed para domar la inflación. First Republic redobló la apuesta. Al banco no le fue mal durante la serie de subidas de tipos relativamente modestas de la Fed entre 2015 y 2018, y no había razón para pensar que esta vez sería diferente, aseguró a los inversores en presentaciones públicas.

Pero entre bastidores, la presión crecía. Con los bonos del Tesoro y las cuentas del mercado monetario ofreciendo repentinamente un 4%, el mejor servicio de atención al cliente del mundo tendría dificultades para convencer a los clientes ricos de que se quedaran con una cuenta corriente que rendía casi nada. Personas familiarizadas con el asunto afirman que, en algunos casos, los banqueros que se ocupaban de los clientes más descontentos subían los tipos de interés de los depósitos para tratar de mantenerlos.

Según antiguos empleados de First Republic, se animaba a los clientes que contrataban créditos hipotecarios y otras líneas de crédito a depositar esos fondos en cuentas de depósito de First Republic. Hasta entonces, los clientes a menudo transferían el dinero a diferentes bancos.

Foto: Christine Lagarde, presidenta del BCE. (Reuters/Heiko Becker)

A finales de 2022, el banco ralentizó la contratación y a finales de año estaba sustituyendo a muy pocos de los empleados que se marchaban, según presentaciones a inversores y antiguos empleados. Susie Cranston, directora de operaciones del banco, estaba entre los ejecutivos que lideraban los esfuerzos de reducción de costes. Cranston, a través de un portavoz del banco, declinó hacer comentarios.

A finales de 2022, el banco tenía 176.400 millones de dólares en depósitos, el 68% de los cuales superaba el límite de seguro de 250.000 dólares de la Federal Deposit Insurance Corp (FDIC), lo que significaba que los clientes no tenían garantizado recuperar ese efectivo si el banco quebraba. Los depósitos representaban el 92% de los fondos del banco.

En una presentación a los inversores a mediados de enero, el banco presumió de su reducido número de cuentas de depósito —alrededor del 20% de lo que tenían otros bancos de su tamaño—. La configuración le permitía dedicar más tiempo a los clientes y "ofrecer un servicio extraordinario basado en las relaciones personales".

En una presentación a los inversores a mediados de enero, el banco presumió de su reducido número de cuentas de depósito

First Republic aumentó sus depósitos un 13% en 2022. Pero los pagó caros. En el cuarto trimestre, First Republic remuneró con 428 millones de dólares en intereses su base de depósitos. Un año antes este importe ascendió a apenas 20 millones.

El aumento de los costes de los depósitos fue un problema especialmente grave para First Republic porque gran parte de sus ingresos proceden de hipotecas de bajo rendimiento y tipo fijo que no vencerán hasta dentro de unos años. No se expandió a otros productos como tarjetas de crédito y préstamos para automóviles, que pueden ayudar a equilibrar la cartera de préstamos de un banco.

En 2022, más de la mitad de los préstamos de First Republic eran hipotecas sobre activos inmobiliarios con un tipo de interés medio del 2,89%. El aumento de los tipos redujo su valor de mercado en unos 22.000 millones de dólares. Las pérdidas sobre el papel no eran un gran problema, siempre y cuando el banco no tuviera que vender los préstamos. Sin embargo, si tenía que hacer frente a las retiradas de fondos, las pérdidas realizadas habrían mermado el capital que el banco necesitaba para operar.

Foto: Sede de Silicon Valley Bank en California. (Reuters/Brittany Hosea-Small)

Los analistas expresaron su preocupación por el desajuste de tipos de interés que anidaba en el balance del banco. Las acciones terminaron 2022 con una caída del 40% y acabaron de desplomarse tras la quiebra del Silicon Valley Bank el 10 de marzo.

Los clientes, que dejaron de conformarse con no ganar nada con sus depósitos, habían empezado a mover su dinero, primero lentamente y luego de golpe. Al fin y al cabo, su relación con el banco era puramente financiera. First Republic intentó frenar el pánico. El 10 de marzo, la entidad emitió un comunicado diciendo que tenía un grupo diversificado de depositantes y “más de 60.000 millones de dólares de capacidad de préstamo disponible y no utilizada en el Federal Home Loan Bank y el Banco de la Reserva Federal”. Dos días después, los ejecutivos enviaron un correo electrónico a los clientes para tranquilizarles sobre las finanzas del banco.

Ese mismo día, los reguladores bancarios anunciaron la intervención de otro banco, Signature, con sede en Nueva York. La Reserva Federal puso en marcha un programa de préstamos de emergencia para ayudar a los bancos a hacer frente a las retiradas de fondos. Unas horas más tarde, First Republic anunció que había apuntalado sus finanzas con financiación adicional.

Foto: Logo de Silicon Valley Bank. (Reuters/Dado Ruvic)

Las acciones siguieron cayendo. El 16 de marzo, un grupo de grandes bancos acordó depositar 30.000 millones de dólares en First Republic, una medida diseñada para convertir a First Republic en un cortafuegos. No fue suficiente. La retirada masiva de depósitos obligó al banco a depender en gran medida del dinero prestado por el gobierno y las entidades respaldadas por el gobierno a tipos que superaban ampliamente lo que estaba ganando con sus activos. Su endeudamiento se disparó hasta los 138.000 millones de dólares el 15 de marzo. "Una base de financiación invertida [pagar más intereses por los pasivos de lo que cobras por los activos] es insostenible", escribió Chris McGratty, jefe de investigación de bancos estadounidenses de Keefe, Bruyette & Woods, en una nota a clientes.

Como parte del acuerdo alcanzado el lunes, JP Morgan afirma que asumirá todos los 92.000 millones de dólares en depósitos asegurados y no asegurados de First Republic. También comprará la mayor parte de los activos del banco, incluidos unos 173.000 millones en préstamos y 30.000 millones en valores. La FDIC compartirá con JP Morgan las pérdidas derivadas de los préstamos de First Republic. Las 84 sucursales de First Republic reabrirán como parte de JP Morgan el lunes en horario comercial normal, y los clientes tendrán pleno acceso a sus depósitos, dijo la FDIC.

La Fundación de la Comunidad Judía de Oregón realizó operaciones bancarias en First Republic durante años. La semana pasada, la organización sin ánimo de lucro comenzó a mover todas sus cuentas de depósito a Bank of America, asegura David Forman, presidente y CEO. A pesar de que sus saldos estaban por debajo del límite de garantía de depósitos, la organización no quería lidiar con la posible molestia de tener dinero atascado en un banco en quiebra, afirma. "Hace un mes y medio, First Republic tenía un efecto de halo en todo lo que hacías", afirma Forman. "Ahora ocurre todo lo contrario".

*Contenido con licencia de The Wall Street Journal

En febrero, los clientes del First Republic Bank, con un alto poder adquisitivo, sacaban dinero de sus cuentas. El banco trató de contener la marea ofreciendo tipos más altos en sus depósitos. Pero incluso eso fue complicado de vender.

Banca
El redactor recomienda