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El radar de 'Barron's': Tesla pasa por uno de sus peores momentos, es hora de comprar
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La demanda se ralentiza

El radar de 'Barron's': Tesla pasa por uno de sus peores momentos, es hora de comprar

Se avecinan tiempos difíciles para la compañía de Musk, pero no hay que olvidar que sigue siendo el principal fabricante, con más de una década de ventaja sobre sus competidores

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Corren tiempos difíciles para Tesla. La demanda se ralentiza. Los costes aumentan. Elon Musk está distraído y es una distracción. Sí, es hora de comprar acciones.

Sí, Tesla (TSLA) es un desastre ahora mismo, y todo apunta a que se avecinan tiempos difíciles para la empresa. El tiempo de espera para los compradores estadounidenses de sus coches se ha reducido de más de tres meses a, bueno, nada. El crecimiento de las entregas se ha ralentizado por debajo del objetivo de la propia empresa, mientras que la producción ha superado a las entregas en una cantidad cada vez mayor en los últimos trimestres y los precios se están reduciendo, todos ello signo de la disminución de la demanda. El comportamiento de Musk desde que se hizo cargo de Twitter también ha planteado dudas sobre si los compradores adquirirán otros vehículos eléctricos ahora que están disponibles. Y Estados Unidos podría enfrentarse a una recesión a finales de año.

Foto: Planta de producción de Tesla. (Reuters/Aly Song)

Ignoremos todo eso. Concentrémonos en lo que es Tesla: el principal fabricante de vehículos eléctricos del mundo, que lleva más de una década de ventaja a otros fabricantes. Tesla es capaz de producir coches a un coste mucho menor que sus competidores, lo que le da margen para recortar los precios y estimular la demanda de una forma que otros no pueden. Las acciones de Tesla son una apuesta arriesgada, sin duda, pero con una caída del 72% desde su máximo histórico, a 113,06 dólares, y cerca de 21 veces los beneficios a 12 meses, frente a las 201 veces de hace dos años, la oportunidad es demasiado buena para dejarla pasar.

La noticia del viernes de que Tesla reduciría los precios en China subraya el dilema actual. Tesla se ha centrado en aumentar la producción —planea fabricar dos millones de coches en 2023, frente a los 1,4 millones de 2022—, lo que hace temer que fabrique demasiados coches y se vea obligada a recortar los precios para venderlos todos. Eso es lo que parece estar ocurriendo en la segunda economía más grande del mundo, donde Tesla ha reducido los precios de su Model 3 en un 14% y los del Model Y, en un 10%. Esos recortes de precios, que podrían llegar a Estados Unidos en el futuro, dañarán sus márgenes de beneficio, y las estimaciones de ganancias por acción de Wall Street para 2023 ya han caído un 10% desde finales de septiembre. Esta dinámica pone a Tesla en un aprieto.

"Tesla tendrá que reducir sus objetivos de crecimiento y poner en marcha sus fábricas por debajo de su capacidad, o mantener y potencialmente aumentar los recientes recortes de precios a nivel mundial, lo que pondría presión sobre los márgenes", escribe el analista de Bernstein, Toni Sacconaghi, que ha dado una calificación de underperform a las acciones.

Foto: El Hyundai Tucson fue el modelo más vendido en España durante el pasado año. (Hyundai)

Para Tesla, la elección es obvia: bajará los precios para aumentar las ventas. Eso afectará a sus márgenes, pero a Tesla le sobra margen. Se espera que registre unos márgenes operativos del 18% en 2023, mientras que el resto del sector debería acercarse al 8%. Tesla podría sacrificar unos 10 puntos porcentuales de margen y seguir siendo tan rentable como, por ejemplo, BMW (BMW.Germany). En última instancia, Tesla tiene la capacidad de sacrificar rentabilidad si eso significa rebajar el precio de sus competidores.

"Podría decirse que si [Tesla] reduce el precio, la situación de sus competidores será peor, ya que muchos tienen dificultades para obtener beneficios", explica Joseph Spak, analista de RBC Capital Markets.

Además, Tesla es uno de los dos únicos fabricantes de automóviles que obtienen beneficios con los vehículos eléctricos; el otro es BYD (1211.Hong Kong). Todos los demás pierden dinero, incluso General Motors (GM), que vende un Hummer de 110.000 dólares y se ha fijado como objetivo alcanzar la rentabilidad de sus vehículos eléctricos para 2025. Otros, como Toyota Motor (TM), parecen acobardarse ante las prisas por satisfacer una demanda de vehículos eléctricos que podría no materializarse.

Tesla es la empresa automovilística más valiosa del mundo, incluso después de caer un 69% en los últimos 12 meses

La mayoría de las nuevas empresas de vehículos eléctricos, como Rivian Automotive (RIVN) y Lucid Group (LCID), están lejos de ser rentables y no tienen la envergadura necesaria para competir. Es una posición precaria en un momento en que los inversores exigen crecimiento rentable, y no solo crecimiento.

Cifras como ésta demuestran por qué Tesla, con una capitalización bursátil de unos 350.000 millones de dólares, es la empresa automovilística más valiosa del mundo, incluso después de caer un 69% en los últimos 12 meses.

También ayuda que se espere que Tesla genere el mayor flujo de caja libre entre los fabricantes de automóviles en 2023, unos 12.200 millones de dólares, frente a los 9.000 millones de 2022. Se espera que Toyota, la segunda empresa automovilística más valiosa, genere un flujo de caja libre de unos 10.000 millones de dólares este año y el próximo. Pero incluso los recortes de precios no deberían afectar demasiado a Tesla, según opina Pierre Ferragu, analista de New Street Research, que proyecta que Tesla alcance casi 11.000 millones de dólares en flujo de caja libre en 2023, suponiendo que los precios de sus vehículos caigan un 8% frente a 2022.

Foto: El motor de hidrógeno de ocho cilindros en V desarrollado por Yamaha y Toyota. (Yamaha)

Y eso no es todo. Tesla planea lanzar su tan retrasado Cybertruck en 2023, y también podría anunciar un muy necesario coche de bajo coste en su día del inversor, cuya celebración está prevista para el 1 de marzo.

Y le guste o no, Tesla es más que una empresa automovilística. Su software de conducción autónoma, aunque aún está lejos de hacer honor a su nombre, sigue mejorando, y los conductores se han mostrado dispuestos a pagar 15.000 dólares por su software superior de asistencia al conductor. Es un producto —y una línea de ingresos— que no tiene ningún otro fabricante de automóviles.

También tiene un negocio no automovilístico de 12.000 millones de dólares basado en tecnologías de generación de energía renovable y almacenamiento de baterías, que no hace más que crecer. En 2022, Tesla inauguró en Lathrop (California) una planta de megabaterías. Está diseñada para producir hasta 40 gigavatios hora de almacenamiento en baterías a gran escala al año, algo que el cofundador del fondo cotizado Future Fund Active, Gary Black, considera que generará hasta 3.000 millones de dólares en beneficios operativos incrementales al año.

Foto: Este nuevo sistema de baterías tiene el respaldo de Jeff Bezos y Bill Gates y pretende "transformar el sector energético". (Form Energy)

El negocio de los vehículos eléctricos tampoco es tan malo como parece. En China, las ventas de vehículos eléctricos crecieron un 90% en 2022 y representaron entre el 25% y el 30% de todas las ventas de coches nuevos. En Estados Unidos, las ventas de vehículos eléctricos alimentados por baterías aumentaron un 70% en los tres primeros trimestres del año pasado, y el analista de Canaccord George Gianarikas espera que los créditos fiscales ayuden a estimular el crecimiento de las ventas en 2023.

Tesla sigue teniendo muchos problemas, por supuesto. Desde que Musk adquirió Twitter a finales de octubre, la reputación de la empresa se ha resentido: según una encuesta de diciembre de YouGov, hay más personas que tienen una opinión desfavorable de la marca Tesla que positiva. Dos tercios de los encuestados por Morgan Stanley creen que el comportamiento de Musk en Twitter está perjudicando a los fundamentos de Tesla.

En ninguna parte quedó más claro que en las entregas de Tesla en el cuarto trimestre, publicadas el 2 de enero: entregó 405.278 vehículos, muy por debajo de las previsiones de los analistas, que apuntaban a unos 420.000. Las acciones de Tesla cayeron un 12% el 3 de enero, el peor comienzo de año de su historia, y Musk se llevó la mayor parte de la culpa, aunque había muchos vientos en contra, debido a los confinamientos en China y la presión de la inflación sobre los potenciales compradores de coches. "Ahora mismo se le ve, justa o injustamente, como dormido al volante", opina Dan Ives, analista de Wedbush. "No es una perspectiva favorecedora desde el punto de vista de Wall Street".

Foto: Un Tesla visto a través de una estación de carga en una exposición en Shanghái (China). (Reuters)

Musk también ha estado vendiendo acciones de forma desordenada, lejos de los planes organizados de negociación 10b5-1 que utilizan la mayoría de los directores ejecutivos. La venta no tiene por qué parar, pero incluso los accionistas de toda la vida están perdiendo la paciencia con el enfoque "hágalo usted mismo" de Musk. "No entiendo por qué [el consejo] permitió a Elon hundir el precio de las acciones de Tesla", expresa Leo Koguan, presidente de SHI International y tercer mayor accionista individual de Tesla. "¿Por qué no usan ventas en bloque?". El consejo de Tesla no respondió a una solicitud de comentarios.

Peor aún, la recesión se ha convertido en el caso base para muchos economistas de cara a 2023. Las recesiones suelen significar que las ventas de coches nuevos caen alrededor de un tercio, aunque las ventas en EEUU ya están un 20% por debajo de los niveles prepandémicos debido a la persistente escasez de piezas. No obstante, una desaceleración también daría tiempo a Tesla para desarrollar un modelo de menor coste, especialmente si otros fabricantes de automóviles decidieran reducir la agresividad de su gasto en vehículos eléctricos. "Una recesión podría frenar a Tesla en 2023, pero la empresa está, con diferencia, mejor posicionada para atravesar tiempos difíciles", escribe Ferragu. "Las preocupaciones recientes son exageradas".

Incluso si no lo son, las acciones de Tesla parecen más baratas que nunca. Las acciones cotizan a solo 21 veces los beneficios a 12 meses, lo que las hace menos caras que PepsiCo (PEP), Visa (V) y Walmart (WMT). Otras metodologías también apuntan a que Tesla cotiza a lo que parece una valoración razonable. Sacconaghi, que es bajista, tiene una valoración basada en el flujo de caja descontado de 120 dólares por acción, y admite que está "indeciso" sobre las acciones a los niveles actuales. La valoración basada en múltiplos de Spak sitúa el valor de Tesla en 186 dólares, un 65% más que al cierre del viernes, mientras que Ferragu, que califica como buy las acciones de Tesla, tiene un objetivo de precio para las mismas de 320 dólares, un 183% más. "Vemos margen para que las acciones casi se tripliquen si 2023 evoluciona como queremos que lo haga", afirma Ferragu.

Foto: La nueva ley del estado de California entra en vigor el 1 de enero. (Tesla)

Lo que más ayudaría a que las acciones de Tesla tocaran fondo es que Musk se deshiciera de su distracción, Twitter, un proceso que parece haber comenzado ya. La empresa de medios sociales está haciendo un esfuerzo concertado para atraer a los anunciantes que habían estado abandonando la plataforma. Tenía previsto que sus representantes se reunieran con clientes y agencias de publicidad en la feria tecnológica CES de este año. Ahora Twitter necesita encontrar a alguien que pueda dirigir la empresa en el día a día y dejar que Musk se centre en otras cosas.

"Elon necesita contratar a un nuevo director ejecutivo de Twitter para eliminar el ruido que la red social genera para el precio de las acciones de Tesla", sostiene Black, de Future Fund. "Mostrará a los inversores que está centrado al 100% en Tesla, con todas sus oportunidades y riesgos, en su camino hacia una valoración de 3 billones de dólares".

En uno o dos años, es improbable que Tesla cotice por debajo de los 100 dólares

Esa valoración puede parecer descabellada, pero no hace falta que alcance esos niveles para que sea una buena inversión. Tesla es un valor volátil, e incluso podría caer a corto plazo. Pero en uno o dos años, es improbable que Tesla cotice por debajo de los 100 dólares, o que llegue a acercarse.

Hay que comprar en frío.

-Con la contribución de Connor Smith.

*Contenido con la licencia de Barron’s.

Corren tiempos difíciles para Tesla. La demanda se ralentiza. Los costes aumentan. Elon Musk está distraído y es una distracción. Sí, es hora de comprar acciones.

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