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EEUU insta a Kiev a recurrir a la diplomacia con Moscú tras la toma de Jersón
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En el noveno mes de conflicto

EEUU insta a Kiev a recurrir a la diplomacia con Moscú tras la toma de Jersón

Las armas estadounidenses fluyen, pero los funcionarios de Washington se preguntan cuánto territorio puede ganar cada bando

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Las autoridades estadounidenses han empezado a insistir a Kiev para que considere entablar conversaciones de paz en caso de que el invierno detenga el impulso adquirido tras la reconquista ucraniana de Jersón, uno de los triunfos más sorprendentes de la guerra.

La inminente llegada del invierno, junto con el temor a la inflación provocada por el aumento de los precios de la energía y los alimentos, los miles de millones de dólares en armamento que ya se han inyectado en Ucrania y las decenas de miles de bajas en ambos bandos, ha hecho que en Washington se hable de un posible punto de inflexión en el conflicto, que ya está en su noveno mes.

Estados Unidos y sus aliados se comprometen a seguir apoyando a Ucrania, pero los altos funcionarios de Washington empiezan a preguntarse en voz alta cuánto territorio más puede ganar cada bando, y a qué precio. Algunas autoridades europeas, por su parte, son más optimistas sobre las posibilidades de Ucrania.

"Tiene que haber un reconocimiento mutuo de que la victoria militar, en el verdadero sentido de la palabra, tal vez no se pueda alcanzar por medios militares, por lo que hay que recurrir a otros medios", afirmaba el pasado miércoles el general del Ejército Mark Milley, jefe del Estado Mayor Conjunto y máximo responsable militar de Estados Unidos, en el Club Económico de Nueva York. "También hay una oportunidad aquí, se nos brinda una oportunidad para la negociación".

Foto: La Asamblea de la ONU. (Reuters/Eduardo Munoz)

La perspectiva de que Ucrania no logre grandes avances en el campo de batalla en las próximas semanas ha llevado a Estados Unidos y a algunos funcionarios europeos a preguntarse cuándo surgirá la presión pública para exigir un acuerdo.

"Estamos diciendo a los ucranianos que son ellos los que deben decidir cuándo hacerlo", afirmó un funcionario europeo occidental, refiriéndose a la posibilidad de entablar un diálogo. "Pero podría ser una buena idea hacerlo pronto".

Los funcionarios estadounidenses, por su parte, no creen que ahora sea el momento adecuado, pero muchos de ellos creen que las próximas semanas y meses ofrecen una oportunidad para hablar de conversaciones.

A Estados Unidos y a algunos de sus aliados les preocupa que sus reservas de armamento, incluidas algunas municiones, se estén agotando a un ritmo insostenible. El apoyo militar de Estados Unidos a Ucrania este año, que se acerca a los 19.000 millones de dólares, ha superado con creces la ayuda europea.

"Estamos viendo problemas reales y prácticos que limitan el progreso militar, estamos viendo escasez de municiones", reconocía otro funcionario occidental.

El mismo día en que el general Milley habló de una oportunidad para entablar conversaciones, el presidente Biden también sugirió que pronto podría llegar el momento.

Foto: La gente aplaude y agita una bandera ucraniana sobre una estatua en la plaza de la Libertad en Jersón. (Reuters)

"Queda por ver si se considera que Ucrania está dispuesta o no a comprometerse con Rusia", afirmaba Biden en la Casa Blanca. Y añadió: "Ambos se lamerán las heridas, decidirán... lo que van a hacer durante el invierno y decidirán si quieren alcanzar un compromiso o no".

Washington ha indicado a Ucrania que, como mínimo, Kiev debe mostrarse abierta a una solución negociada. El asesor de seguridad nacional de Biden, Jake Sullivan, transmitió ese mensaje al presidente Volodímir Zelenski y a sus lugartenientes en Kiev el 4 de noviembre, sugiriendo que Kiev obtendría ventaja si se mostraba abierto a las negociaciones, según personas familiarizadas con las conversaciones.

Según dos diplomáticos europeos informados de las discusiones, Sullivan recomendó que el equipo de Zelenski comenzara a pensar en sus demandas y prioridades realistas para las negociaciones, incluyendo una reconsideración de su objetivo declarado de que Ucrania recupere Crimea, que fue anexada en 2014.

La Administración estadounidense, incluido Sullivan, sigue afirmando en público que Washington no presionará a Kiev para que tome un rumbo diplomático, una práctica que está dejando perplejos a los aliados de Estados Unidos en la Organización del Tratado del Atlántico Norte. Algunos miembros del Departamento de Estado informaron del tema a algunos socios europeos en Washington la semana pasada para disipar las preocupaciones sobre un cambio de enfoque, según dos altos funcionarios europeos.

Foto: Obuses M777 utilizando municiones guiadas M982 Excalibur (USMC)

"Es nuestro trabajo ponerlos en la mejor posición en el campo de batalla para que, cuando y si hay una oportunidad para la diplomacia, estén en la mejor posición en la mesa de negociación", afirmó Sullivan el jueves. "Estados Unidos no está presionando a Ucrania. No estamos insistiendo en estas cosas con Ucrania".

Por su parte, la secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, afirmó que algunas de las sanciones impuestas a Rusia podrían seguir vigentes incluso después de un posible acuerdo de paz con Ucrania, lo que aumenta la perspectiva de un esfuerzo estadounidense a largo plazo para exprimir la economía rusa. Yellen expresó en una entrevista en Indonesia, donde está asistiendo a una reunión de líderes del G20, que cualquier acuerdo de paz implicaría una revisión de las sanciones que Estados Unidos y sus aliados han impuesto a la economía de Rusia.

"Probablemente pensaríamos, dado lo sucedido, que algunas sanciones deberían seguir en vigor", aventuró.

El viernes, las fuerzas ucranianas entraron en la ciudad meridional de Jersón después de que las tropas rusas completaran su retirada de la capital regional, en una de las mayores derrotas estratégicas y simbólicas para el Kremlin desde el lanzamiento de su invasión. Durante el fin de semana, las autoridades ucranianas se dispusieron a restablecer los servicios esenciales tras culpar a las fuerzas rusas de sabotear las instalaciones de la red eléctrica y desmontar las torres de telefonía móvil y otras infraestructuras mientras se marchaban. Roman Holovnya, asesor del alcalde de Jersón, declaró a la televisión ucraniana que la falta de agua en la ciudad es crítica, mientras los convoyes de ayuda parten de otras partes de Ucrania.

Foto: Ursula von der Leyen y Josep Borrell, en una foto de archivo. (EFE/Stephanie Lecocq)

El avance ucraniano es el segundo cambio repentino en la guerra en menos de tres meses. Las fuerzas ucranianas recuperaron en septiembre una franja de territorio en el noreste del país. El reciente avance probablemente pone fin a las perspectivas de Rusia de avanzar hacia Odesa, la mayor ciudad costera y puerto de Ucrania.

Con la victoria de las tropas ucranianas sobre el terreno, Zelenski y sus principales colaboradores han opinado públicamente que entablar ahora conversaciones de paz con el presidente ruso Vladímir Putin equivaldría a una rendición innecesaria. Algunos de los aliados europeos de Estados Unidos han dicho que los avances de Ucrania dejan a Kiev con pocas razones para someterse a las demandas de Putin.

Creen que Ucrania puede retomar más territorio si las armas occidentales siguen fluyendo, lo que fortalecería su posición a la hora de negociar. La nueva promesa de Washington de otros 400 millones de dólares en ayuda a la seguridad reforzó la confianza de los europeos en el apoyo de Estados Unidos al Ejército ucraniano.

"Nosotros, como Occidente, debemos ser extremadamente cuidadosos de no presionar a Ucrania en nada porque sabemos que esta guerra fue iniciada por Rusia y esta guerra puede terminar en un minuto si Rusia simplemente decide terminarla", afirmó el ministro de Defensa de Letonia, Artis Pabriks.

Foto: Artillería ucraniana en el frente de Jersón. (Reuters/Viacheslav Ratynskyi)

Las autoridades de algunos países europeos, sobre todo del este y del norte, han advertido que presionar públicamente para que haya conversaciones podría perjudicar los esfuerzos de Ucrania y favorecer a los objetivos de Rusia de dividir la alianza.

"Tenemos que hablar del coste de la paz", afirma un funcionario del norte de Europa. Si la guerra termina ahora, "el mensaje que recibirían los ucranianos es que su lucha no tiene sentido. El mensaje que recibiría Rusia es que ha llegado el momento de reajustarse y reconstruirse económicamente. Nadie cree que [Rusia] vaya a retirarse hasta que logre su objetivo estratégico".

Putin ha declarado que Rusia está abierta a las conversaciones de paz y ha afirmado que, si Washington ordenara a Zelenski que se sentara a negociar, Kiev lo haría. Tras los últimos reveses en el campo de batalla, los funcionarios occidentales opinan que el Kremlin parece haberse alejado de las condiciones para el diálogo que había establecido previamente, como la aceptación de la anexión rusa de territorio ucraniano.

Sin embargo, los funcionarios europeos y estadounidenses han dicho que ven pocas señales de que el Kremlin esté interesado en mantener conversaciones serias. En una reunión del G7 a principios de este mes, los ministros de Asuntos Exteriores acordaron que le correspondía a Ucrania decidir cuándo se daban las condiciones militares y políticas para buscar un alto el fuego y proseguir con las negociaciones, según los participantes en la reunión. Los ministros afirmaron en una declaración posterior que el llamamiento del Kremlin a las conversaciones de paz no era creíble, ya que Putin sigue intensificando la guerra.

Foto: El presidente ucraniano, en una imagen de archivo.

El lunes, Zelenski anunció que las condiciones ucranianas para las conversaciones incluían devolver a Ucrania el control sobre sus territorios, compensar a Kiev por la invasión de Moscú y llevar ante la Justicia a los autores de crímenes de guerra.

En las diferencias entre los aliados sobre la urgencia de la diplomacia se encuentran las distintas valoraciones sobre la posibilidad de que Ucrania gane más terreno en los próximos meses de invierno.

Algunos aliados de la OTAN creen que a Ucrania le costará hacer grandes avances, ya que ataca zonas más urbanizadas y cercanas a Rusia, y donde las fuerzas rusas llevan más tiempo presentes y han tenido tiempo de fortificar sus defensas. Mientras tanto, Rusia ha estado golpeando la infraestructura civil de Ucrania en las últimas semanas, imponiendo apagones y escasez de energía y agua a millones de ucranianos.

Otros, más confiados en las posibilidades de Ucrania, no creen que la lucha se detenga. El creciente arsenal de sistemas de defensa aérea del país se ha vuelto más eficiente a la hora de interceptar misiles y drones.

Según un diplomático occidental, a algunos socios europeos les preocupaba que Washington estuviera persuadiendo a Ucrania para que entablara conversaciones antes de que sus tropas pudieran obtener más beneficios.

-Con la colaboración de Max Colchester (Londres) y Andrew Duehren (Nusa Dua, Indonesia)

*Contenido con licencia de The Wall Street Journal

Las autoridades estadounidenses han empezado a insistir a Kiev para que considere entablar conversaciones de paz en caso de que el invierno detenga el impulso adquirido tras la reconquista ucraniana de Jersón, uno de los triunfos más sorprendentes de la guerra.

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