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El aviso de OPEP+: ¿será el petróleo una nueva arma energética contra Occidente?
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El crudo, nueva arma geopolítica

El aviso de OPEP+: ¿será el petróleo una nueva arma energética contra Occidente?

El cártel de productores de petróleo ha recortado sus objetivos de producción apenas unos días después del acuerdo liderado por Estados Unidos para establecer una alianza de compradores que influya sobre los precios

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Rusia utiliza el gas natural para castigar a Europa. El petróleo aún no ha sido convertido en un arma similar, pero las conversaciones sobre la imposición de un tope de precios por parte de los compradores aumentan el riesgo de que así sea.

La Organización de Países Exportadores de Petróleo y los aliados liderados por Moscú decidieron el lunes reducir su producción en 100.000 barriles diarios a partir de octubre. Desde la invasión rusa de Ucrania, el cártel, y Arabia Saudí en particular, se habían esforzado por mantener una postura ampliamente neutral entre sus socios clave de Moscú y Occidente. La decisión del lunes, que contrasta con las demandas de Estados Unidos de aumentar la producción, podría ser solo una respuesta a las incertidumbres sobre la demanda mundial de petróleo, pero también hay una interpretación más inquietante. La OPEP podría estar enviando una advertencia de que los esfuerzos occidentales por limitar los precios del crudo ruso serán respondidos con represalias si amenazan el poder de fijación de precios del cártel.

Foto: Foto: EFE/Larry W. Smith

Moscú ha convertido en un arma sus suministros de gas a Europa: su última medida —detener indefinidamente el flujo del importante gasoducto Nord Stream— hizo que los precios de referencia europeos se dispararan el lunes. Hasta ahora, el petróleo ha sido relativamente inmune a este tipo de teatralidad. Más fácil de transportar que el gas, las líneas de suministro mundial de crudo se han desplazado en su mayoría en respuesta a las sanciones occidentales por la guerra de Ucrania. El petróleo ruso fluye ahora más hacia India y China, mientras que Europa compra más a África y Estados Unidos.

Esta incómoda tregua podría no durar. El viernes, el grupo de los siete países occidentales anunció un plan para introducir un tope de precios al petróleo ruso. Si se aplica con éxito, el acuerdo podría crear una alianza de compradores con cierto poder sobre los precios mundiales del crudo. Esto podría considerarse un serio desafío a la capacidad de la OPEP para fijar los precios mundiales del petróleo y provocar represalias.

De momento, el acuerdo del G-7 parece más una señal política que un cambio sustancial. El petróleo ruso lleva meses vendiéndose con un descuento considerable respecto a la referencia mundial. El límite de precios propuesto se aplicará principalmente mediante la imposición de límites a las empresas occidentales que actualmente aseguran o financian los envíos de crudo, pero ese negocio puede trasladarse a proveedores no occidentales con el tiempo. Para que tenga un efecto significativo y duradero, India y China tendrían que sumarse, lo que parece poco probable.

Foto: Fotografía de unas instalaciones de petróleo. (EFE/Miguel Gutiérrez)

También hay otras razones para que la OPEP se plantee recortar la oferta. Los precios del petróleo han caído un 25% en los últimos tres meses, y podrían caer aún más si la economía europea sigue enfriándose, China tiene nuevos bloqueos relacionados con Covid o un acuerdo con Irán se suma a la oferta mundial de petróleo. Y el recorte del lunes podría no cambiar mucho la oferta física, ya que el cártel ya está produciendo unos tres millones de barriles diarios menos de su cuota declarada.

Un recorte de la oferta sigue pareciendo una provocación cuando el precio del petróleo sigue siendo alto: El precio del Brent subió el lunes un 4%, por debajo de los 97 dólares por barril. La OPEP ha mostrado una notable cohesión desde su experiencia cercana a la muerte en 2020. Su decisión de recortar la producción apenas unas semanas después de que el presidente Joe Biden viajara a Arabia Saudí en busca de aumentos de producción envía una señal política. Este año ha traído inflación, huelgas y una crisis energética en Europa que recuerda a la de los años setenta. También hay indicios de un retroceso en el mercado del petróleo.

*Contenido con licencia de 'The Wall Street Journal'.

Rusia utiliza el gas natural para castigar a Europa. El petróleo aún no ha sido convertido en un arma similar, pero las conversaciones sobre la imposición de un tope de precios por parte de los compradores aumentan el riesgo de que así sea.

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