EEUU afronta una crisis de gas propia: su capacidad para auxiliar a Europa es limitada

El calor del verano aún no ha terminado en Estados Unidos, pero un vistazo a las reservas nacionales de gas natural es un escalofriante recordatorio de los picos de precios que podrían surgir durante el invierno, y del peligro aún mayor al que se enfrenta Europa.

Según los datos publicados el jueves por la mañana por la Administración de Información Energética, las reservas de gas natural de Estados Unidos aumentaron en 61.000 millones de pies cúbicos en la semana que terminó el 26 de agosto. Esto las deja a un 11,3% por debajo de la media de cinco años, una brecha que se ha ampliado a lo largo de lo que se conoce como temporada de inyección, en la que se acumulan reservas de gas natural antes del invierno.

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El mayor impulsor del crecimiento de la demanda de gas natural este verano ha sido la energía, que representa aproximadamente el 37% del consumo estadounidense. El calor ha impulsado gran parte de este consumo, ya que los hogares y las oficinas han puesto en marcha el aire acondicionado. El gasto de gas natural ha sido especialmente alto este verano porque se ha reducido el cambio al carbón, que a su vez ha subido de precio, según indica Jack Winters, analista de gas natural en Norteamérica de S&P Global Commodity Insights.

Todavía quedan dos meses de los siete que constituyen la temporada de inyección, pero los precios del gas natural ya están en niveles vistos por última vez en 2008, año en el que Estados Unidos producía un 43% menos de este combustible que en 2021. Los futuros del gas natural estadounidense de referencia (Henry Hub) tocaron brevemente los 10 dólares por millón de unidades térmicas británicas la semana pasada. Los precios subieron ligeramente tras el informe de almacenamiento de la Agencia de Información Energética de EEUU (EIA, por sus siglas en inglés) el jueves por la mañana, hasta unos 9,17 dólares por MMBtu. El shock de precios es mucho peor en Europa, donde los futuros del gas natural para el primer mes se cotizan al equivalente de unos 70 dólares por MMBtu mientras Rusia ahoga el suministro.

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Dado que Europa se enfrenta a una escasez física real, los cambios desenfrenados, aunque menos extremos, de los precios en EEUU podrían parecer exagerados, ya que los mercados están muy desconectados. Aunque Estados Unidos es el mayor exportador de gas natural licuado del mundo, la cantidad máxima de GNL que podría enviar a Europa y Asia está limitada a unos 13.000 millones de pies cúbicos diarios, es decir, aproximadamente el 11% de la producción nacional de gas natural.

Racional o no, el comportamiento de los precios muestra que los precios nacionales del gas natural son muy sensibles a los titulares del exterior. Esto podría presagiar una gran volatilidad de los precios del gas natural este invierno, que no solo dependerá de las condiciones meteorológicas, sino también de los caprichos del Kremlin.

Presagia una gran volatilidad de los precios del gas, que no solo dependerá de las condiciones meteorológicas, sino también de Moscú

Un cálculo aproximado muestra que, si EEUU almacenase gas natural al ritmo medio de cinco años durante el resto de la temporada de inyección, tendría 3,298 billones de pies cúbicos de gas natural almacenados a finales de octubre. Si el ritmo de acumulación de gas natural se retrasa un 4% respecto a la media de cinco años, como ha ocurrido hasta ahora, tendría 3,272 billones de pies cúbicos. Las reservas solo han estado por debajo de los 3,3 billones de pies cúbicos al final de la temporada de inyección una vez desde 2010.

A veces las jugadas de la madre naturaleza son impredecibles. Un huracán podría influir en las cifras de almacenamiento de gas natural en cualquiera de las dos direcciones, dependiendo de si interrumpe la producción de gas natural o interrumpe la demanda. Y un invierno frío podría agotar rápidamente las reservas.

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En los márgenes, el precio del gas natural también podría variar en función de cuándo vuelva a funcionar Freeport LNG, una terminal de licuefacción que cerró tras un incendio a principios de junio. Si Freeport LNG hubiera seguido licuando 2 bcf/d de gas natural a plena capacidad durante el verano, la diferencia en las reservas en relación con la media de cinco años más reciente sería del 16% en lugar del 11%. Los precios del Henry Hub cayeron después de que Freeport anunciara la semana pasada que su instalación no empezaría a licuar y exportar gas natural hasta mediados de noviembre, más tarde de la fecha de octubre que había indicado previamente.

Además, el nacionalismo de los recursos podría agravar los problemas de Europa. El año pasado, un grupo de la industria que representa a los fabricantes instó al Departamento de Energía a exigir una reducción de las exportaciones de GNL para permitir que Estados Unidos llene más sus reservas de gas natural. Aunque el Departamento de Energía no se ha pronunciado hasta ahora sobre las exportaciones de GNL, la secretaria de Energía, Jennifer Granholm, envió una carta a las refinerías de petróleo instándolas a centrarse en la creación de inventarios en Estados Unidos.

Incluso las mejores amistades pueden enfriarse cuando caen las temperaturas.

*Contenido con licencia de 'The Wall Street Journal'