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Pekín oculta cada vez más la realidad de su economía al resto del mundo
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Pekín oculta cada vez más la realidad de su economía al resto del mundo

Nuevas restricciones de datos han dificultado obtener detalles sobre lo que está pasando dentro del país asiático

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Nuevas limitaciones de datos han dificultado obtener detalles sobre lo que está pasando dentro del país.

El Partido Comunista chino ha mantenido un estricto control sobre la información durante mucho tiempo, y el esfuerzo se ha intensificado bajo el líder Xi Jinping. El país se ha vuelto cada vez más opaco en el último año, incluso a medida que aumenta su presencia en el panorama global.

Una nueva ley de seguridad de datos ha hecho más difícil que compañías e inversores extranjeros obtengan información, incluida la relativa a suministros y estados financieros. Varios proveedores de ubicaciones de buques en aguas chinas han dejado de compartir información fuera del país, dificultando el conocimiento de la actividad portuaria en el mismo. Las autoridades chinas han restringido la información sobre el uso de carbón, se han deshecho de documentos relacionados con casos de disidencia política de una base de datos judicial oficial y han interrumpido los intercambios académicos con otros países.

Foto: El presidente de Estados Unidos, Joe Biden. (Leah Millis/Reuters)

"China siempre ha sido una gran caja negra", declara Stephen Nagy, profesor de Política y Estudios Internacionales en la Universidad Cristiana Internacional de Tokio. La pérdida de acceso a información está dificultando aún más que los extranjeros entiendan lo que está pasando en el país, afirma, "y esa caja negra se vuelve todavía más oscura".

A las empresas y los gobiernos les toca intentar averiguar cómo interactuar con un país cuya economía se está acercando a la estadounidense en tamaño y cuyo ejército se está volviendo más firme. Datos del Fondo Monetario Internacional sugieren que el país impulsará gran parte del crecimiento global en los próximos dos años.

"Existe un vacío respecto a lo que está pasando dentro de China, pero también respecto a sus intenciones y objetivos como país, y esto está generando desconfianza", dice Cameron Johnson, consultor administrativo asentado en China, que habla todos los años con legisladores en Washington D.C. como parte de comprobaciones regulares organizadas por la Cámara de Comercio de EEUU en Shanghái.

Foto: Un avión hipersónico con motor de detonación oblicua (NASA/Daniel Rosato/UCF)

El creciente secretismo de China no es el resultado de una única política, según empresarios y analistas políticos, sino un conjunto de factores: una respuesta a la pandemia, crecientes preocupaciones por la seguridad de datos y un entorno político en el que se observa al mundo exterior con recelo.

EEUU también ha adoptado medidas para desvincular parcialmente a las dos mayores economías del mundo, incluida una limitación del acceso chino a tecnología y universidades de investigación estadounidenses a través de restricciones comerciales y de visado.

Frente a una hostilidad cada vez mayor de EEUU y otros gobiernos democráticos, Xi ha revertido la tendencia del énfasis de sus predecesores en la humildad y la apertura para centrarse en el orgullo nacional y la autosuficiencia. Antaño viajero frecuente, Xi no ha salido del país desde que admitió públicamente la gravedad del brote de covid-19 en enero de 2020.

EEUU también ha adoptado medidas para desvincular parcialmente a las dos mayores economías del mundo

Unos controles fronterizos estrictos debido al covid, incluidos vuelos cancelados y cuarentenas de varias semanas, han añadido una drástica reducción de interacciones cara a cara entre los ciudadanos chinos y el mundo, agravando la desconexión. Las aerolíneas trasladaron a alrededor de 1 millón de pasajeros dentro y fuera de China en los primeros ocho meses de 2021, una caída desde casi 50 millones en el mismo periodo de 2019, según datos de la Administración de Aviación Civil de China.

Algunos ciudadanos chinos que querían viajar al extranjero declaran que no se les ha permitido renovar su pasaporte o han sido apartados en el aeropuerto por funcionarios de fronteras que intentaron disuadirles, alegando directrices gubernamentales para reducir los viajes.

La National Immigration Administration de China no ha querido hacer declaraciones.

Confinamiento de datos

Uno de los motores detrás del creciente secretismo es una nueva ley de seguridad de datos que entró en vigor el 1 de septiembre, después de que las autoridades chinas se preocuparan por la transferencia de datos potencialmente sensibles al extranjero. Somete a casi todas las actividades relacionadas con los datos a supervisión gubernamental, incluidas su recopilación, almacenamiento, uso y transmisión.

Desde que se aprobó la ley, las empresas de la China continental se han vuelto más reacias a compartir información con multinacionales en sectores estratégicos como las finanzas, la atención sanitaria, el transporte público y la infraestructura, según Jonathan Crompton, abogado en el bufete Reynolds Porter Chamberlain asentado en Hong Kong. Las autoridades son ambiguas en cuanto a qué es información sensible, añadiendo incertidumbre a las empresas chinas sobre lo que pueden compartir con socios extranjeros.

Proveedores de metales como el cobalto y el litio utilizados en electrónica se han vuelto reticentes a compartir información con clientes de fuera de China, según un directivo de una gran empresa tecnológica estadounidense. Los datos que los proveedores consideran ahora sensibles incluyen detalles como qué cantidad de un metal determinado tienen disponible o qué porcentaje de sus suministros son reciclados, según la fuente, lo que dificulta planificar la producción y asegurarse el cumplimiento de la normativa ambiental.

Foto: Escultura con motivo de los Juegos Olímpicos de Invierno, en Pekín. (EFE/ Roman Pilipey)

Zero2IPO Holdings, que opera una de las bases de datos de financiación de inversiones con mayor seguimiento de China, PE Data, ha dejado de vender sus datos a clientes asentados en el extranjero. Una portavoz declara que los datos de financiación de la empresa solo están destinados a usuarios asentados en China y a un uso interno, y que cualquier cambio está relacionado con la ley de seguridad de datos y otras consideraciones corporativas.

Steve Dickinson, abogado en el bufete estadounidense Harris Bricken, recordó un episodio reciente en el que un cliente de EEUU había solicitado a una compañía china estados financieros auditados para determinar si era solvente. Esta se negó, alegando una política china que declara que no pueden facilitar estados financieros a extranjeros, afirma. El cliente tuvo que seguir adelante con la colaboración sin la información, dice.

La falta de datos aumenta el riesgo de estafas y fraude para las empresas que buscan hacer negocios con China, declara. Dickinson añade que también tuvo problemas a la hora de acceder a bases de datos de marcas y empresas chinas y otras páginas web nacionales desde su oficina en Seattle, lo que provocó que la empresa contratase a un equipo en China para realizar las gestiones necesarias y el trabajo de propiedad intelectual chinos.

A principios de noviembre, las plataformas globales de seguimiento de buques empezaron a observar alteraciones en el flujo de datos de localización de embarcaciones en aguas chinas. Algunos proveedores locales habían dejado de compartir información detallada sobre la posición de los buques, mencionando la nueva ley de seguridad de datos. Un reportaje de los medios de comunicación estatales chinos del 1 de noviembre describió medidas enérgicas contra los proveedores locales de dichos datos a nivel nacional, alegando implicaciones de seguridad nacional.

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Foto: Reuters/Jonathan Ernst.

Si bien las imágenes por satélite siguen estando disponibles, eliminar el acceso a los movimientos más detallados y en tiempo real de los buques alrededor de China dificulta que las empresas rastreen de forma precisa sus envíos al y desde el mayor exportador del mundo, según Nikos Psaltopoulos, director de Operaciones en la empresa de análisis marítimo global con sede en Atenas MarineTraffic. También entorpece la capacidad de las instituciones financieras para recopilar información sobre actividad portuaria para realizar predicciones macroeconómicas precisas sobre crecimiento y comercio, añade.

Samir Madani, cofundador del sitio de datos sobre petroleros TankerTrackers.com, dice que, sin esos datos precisos de localización de buques por parte de los proveedores chinos, es mucho más complicado averiguar el volumen del comercio de petróleo de China con Corea del Norte, Venezuela e Irán, países que están sujetos a sanciones de Naciones Unidas o EEUU.

El año pasado, con los precios del carbón disparados en China, los proveedores privados de fijación de precios de las materias primas dejaron de publicar precios diarios y datos sobre las reservas chinas.

Con los precios del carbón disparados en China, los proveedores privados de fijación de precios de las materias primas dejaron de publicar precios diarios

Fenwei Digital Information Technology, que dirige SXcoal.com, que ofrece datos sobre la industria del carbón en China, emitió un comunicado diciendo que dejaría de compartir ciertos datos sobre precios el pasado diciembre para "evitar un juicio erróneo de la tendencia de precios por parte de los participantes del mercado". Fenwei no ha querido hacer declaraciones al respecto.

Otros indicadores de la demanda de carbón seguidos de cerca, como las reservas de los servicios públicos chinos, se habían oscurecido a principios del verano de 2020. La falta de datos se volvió especialmente problemática este otoño, cuando unos crecientes precios del carbón, en parte provocados por un déficit de suministros domésticos, desencadenaron una crisis energética.

Un antiguo analista de carbón de Singapur declara que la magnitud de la crisis energética pilló a inversores y analistas por sorpresa debido a la falta de información puntual sobre la demanda y el uso del carbón.

Autorizaciones académicas

Uno de los reveses más dramáticos a la transparencia de Pekín se ha producido en el ámbito académico —antes visto como el modelo de participación entre China y Occidente—. China ha bloqueado constantemente el acceso a archivos de investigación para académicos occidentales y ha hecho que la celebración de conferencias internacionales sea más difícil para las universidades chinas.

En agosto, el Ministerio de Educación de China publicó datos que mostraban que había cancelado 286 programas de cooperación entre universidades chinas y extranjeras en 2018 y 2019, argumentando que algunos de los programas no cumplían los estándares pedagógicos e instructivos del ministerio. Las universidades que sufrieron la mayor reducción de programas fueron las de Reino Unido, Rusia y EEUU, y las carreras más afectadas fueron las de informática, biotecnología, economía internacional y comercio, según una versión archivada de una página web de septiembre.

Más recientemente, las universidades han implementado procesos de aprobación más estrictos para los académicos de áreas como relaciones internacionales e investigación histórica china que esperaban viajar al extranjero o participar en llamadas de Zoom con académicos extranjeros. "En general, no nos reunimos y no hablamos", declara Nagy, de la Universidad Cristiana Internacional. "No cenamos y no paseamos al aire libre. Y ahí es donde compartes tus ideas y compartes percepciones".

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El Ministerio de Educación, en una respuesta enviada por fax, niega que China esté restringiendo los controles u obstaculizando colaboraciones académicas transfronterizas. La pandemia del covid-19 "ha creado de forma objetiva obstáculos evidentes a los intercambios personales y académicos entre instituciones educativas en varios países", declara el ministerio, añadiendo que China seguirá abriéndose al mundo.

Jia Qingguo, exdecano de la School of International Studies de la Peking University en Pekín, señaló los controles académicos más estrictos en una súplica que presentó en las asambleas legislativas anuales de China en marzo. Añadía que ciertos departamentos gubernamentales habían adoptado medidas para reforzar la gestión de "varias consideraciones", sin especificar cuáles.

"Un exceso administrativo nos ha alejado de estudiar ideas avanzadas, métodos de investigación y experiencias políticas del extranjero", escribió Jia, añadiendo que algunas universidades permiten a los académicos interactuar con extranjeros solo si al menos un compañero está presente. No ha querido hacer declaraciones.

A menudo, Xi ha exigido esfuerzos para reforzar la influencia del partido sobre relatos de China, diciendo a altos funcionarios en mayo que "prestaran atención a la estrategia y el arte de llevar a cabo enfrentamientos sobre la opinión pública".

Foto: El presidente Xi Jinping en el museo del Partido Comunista Chino (Reuters/Carlos García)

En un cambio de rumbo, una reunión virtual entre Xi y el presidente Biden a mediados de noviembre resultó en una flexibilización mutua de las restricciones de visado para periodistas —una relajación menor en una lucha por el acceso de medios que ha visto a más de una docena de periodistas estadounidenses expulsados de China en los últimos dos años y los límites impuestos al volumen del servicio de noticias chinas en EEUU—.

Un estudio publicado por el Foreign Correspondents’ Club of China, con sede en Pekín, descubrió que casi el 40% de los corresponsales encuestados declaró que las fuentes fueron acosadas, interrogadas o detenidas por hablar con ellos en 2020, un aumento desde el 25% el año anterior.

El gobierno de China ha actuado enérgicamente para eliminar o esconder datos que gobiernos y medios de comunicación extranjeros han utilizado para destacar presuntas violaciones de derechos humanos en el país. El verano pasado, se borraron documentos relativos a delitos relacionados con la libertad de expresión de la base de datos 'online' de documentos judiciales de China, según un activista que había utilizado la base de datos para supervisar cómo penaliza el partido la disidencia en redes sociales.

En el mismo periodo, también se eliminaron de la base de datos miles de documentos judiciales de casos políticamente delicados vinculados a lo que el gobierno denominaba "poner en peligro la seguridad estatal", delitos relacionados con cultos y exámenes judiciales de sentencias de muerte, según la Dui Hua Foundation, grupo con sede en San Francisco que defiende a los presos políticos y religiosos en China.

Foto: El presidente de Rusia, Vladimir Putin. (Reuters)

Al negar el acceso público a dichos documentos, puede que las autoridades chinas estén intentando evitar que autoridades y activistas extranjeros obtengan información que utilizan para presionar a Pekín para que libere a presos políticos, según John Kamm, fundador y presidente de Dui Hua. "La tasa actual de divulgación de casos políticos delicados es de cero", declara. La Corte Suprema Popular de China no ha querido hacer declaraciones.

Las empresas e inversores extranjeros han empezado a buscar alternativas para conseguir visibilidad en China. Matthew Grey, codirector ejecutivo de TransitionZero, organización sin ánimo de lucro centrada en el clima con sede en Londres, declara que su grupo ha recibido más de 70 peticiones de datos de China de inversores. El pico de demanda llegó después de que publicara un informe en abril donde utilizó imágenes por satélite para calcular el uso de centrales alimentadas por carbón en China.

Es probable que la opacidad aumente las tensiones entre China y EEUU a corto y a largo plazo, según analistas políticos y autoridades estadounidenses.

El miembro de la Cámara de Representantes de EEUU Jim McGovern (demócrata por Massachussets), copresidente de la Congressional-Executive Commission on China, declara que la escalada de tensión entre EEUU y China ha complicado los esfuerzos por involucrar a Pekín en derechos humanos y otras cuestiones. "Pueden ser todo lo silenciosos que quieran. Eso no hace que estas cosas desaparezcan", indica.

*Contenido con licencia de 'The Wall Street Journal'.

Nuevas limitaciones de datos han dificultado obtener detalles sobre lo que está pasando dentro del país.

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