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Todas las crisis de deuda china previas a Evergrande que han pasado desapercibidas
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Todas las crisis de deuda china previas a Evergrande que han pasado desapercibidas

Puede que las consecuencias más amplias para la economía de China tarden un tiempo en estar claras, pero la historia reciente puede resultar útil para entender qué esperar

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A los belgas les gusta decir que "nacen con un ladrillo en el estómago", pero en China la vivienda es probablemente más importante: para el matrimonio, para ahorrar para el futuro, para la economía en su conjunto y para el bolsillo del Gobierno.

Ahora, a medida que Evergrande Group —una de las principales constructoras de China, con cerca de 300.000 millones de dólares en su pasivo— se tambalea, muchos se preguntan si la economía o el sistema financiero de China también caerán. Puede que la respuesta no esté clara durante un tiempo. Pero puede que un poco de historia sea útil para entender qué debemos esperar.

Aquí va una breve historia de crisis de deuda chinas relevantes en los últimos cinco años y cómo se resolvieron:

Foto: Edificios de Evergrande. (EFE) Opinión
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2014-2016: Crisis hipotecaria, de mercado y de deuda

China sobrevivió a la crisis financiera global de 2008 desplegando un estímulo titánico financiado con la deuda —gran parte finalmente invertido en vivienda e infraestructura a través de un sistema turbio de instituciones financieras no bancarias.

En 2013, los reguladores estaban seriamente preocupados porque este sistema bancario paralelo —que estaba financiando activos a largo plazo con escasa liquidez como carreteras y bloques de pisos nuevos con productos de inversión minorista a corto plazo y con altos rendimientos— suponía un serio peligro. Los legisladores elevaron los tipos de interés bruscamente a lo largo de 2013 para intentar eliminar el apalancamiento del sistema, lo que finalmente condujo a una fuerte caída en los precios de la vivienda y, a mediados de 2015, el hundimiento de la inversión en vivienda e infraestructura, el aumento de los impagos de productores de acero y cemento intermedios y grandes salidas de capital.

Para resolver la crisis, las autoridades utilizaron una mezcla de herramientas para rescatar de forma indirecta a promotores inmobiliarios y gobiernos locales sobreexcedidos, bajaron los tipos y endurecieron los controles de capital.

Foto: La presidenta del Banco Central Europeo (BCE). (Reuters)

Para deshacerse de los apartamentos existentes, un programa de 'renovación de barrios marginales' financiado por bancos controlados por el Estado pagó a los propietarios para reformar sus casas, a la vez que Pekín permitía un aumento de los créditos hipotecarios. Eso fundamentalmente colocó la deuda de los promotores en los balances de los hogares y el Gobierno, al mismo tiempo que logró un nuevo aumento en los precios del acero. La deuda fuera de balance de los gobiernos locales se refinanció a través de un nuevo mercado de bonos municipal oficial, considerado ampliamente como respaldado de forma implícita por el Gobierno central.

El rescate evitó un colapso del sistema, pero el sistema financiero paralelo también se recuperó enérgicamente. La deuda de los hogares y oficial del Estado se situó en un nivel mucho mayor, y se reforzó la percepción de que la vivienda era, en definitiva, una apuesta segura.

2017-2018: Mano dura con el sistema bancario

A finales de 2016, con el sector inmobiliario recuperándose y la perspectiva de subidas de los tipos por parte de la Reserva Federal añadiendo presión a las salidas de capital, Pekín se embarcó en una nueva campaña para frenar las finanzas paralelas y, en especial, el uso del apalancamiento a corto plazo para exprimir rendimientos.

El crecimiento del crédito volvía a ralentizarse rápidamente, pero el impacto general en el crecimiento demostró ser gestionable

Los tipos a corto plazo aumentaron de manera precipitada entre finales de 2016 y principios de 2017, y los reguladores actuaron con mano dura, primero en productos de gestión patrimonial ofrecidos por bancos respaldados por bonos, y después en formas más antiguas de finanzas paralelas como préstamos por cuenta de terceros. A finales de 2017, el crecimiento del crédito volvía a ralentizarse rápidamente.

Pero, dado que las exportaciones de China también estaban creciendo firmemente —gracias en parte a un alto crecimiento en Estados Unidos— y que el mercado inmobiliario estaba en buen estado al acabar de deshacerse de tantas existencias, el impacto general en el crecimiento y la estabilidad financiera demostró ser gestionable.

Mayo-junio 2019: Intervención del Baoshang Bank

Una consecuencia de las medidas enérgicas de 2017 fue el deterioro de la situación financiera de muchos bancos regionales pequeños —que dependían de productos de gestión patrimonial para atraer a clientes y obtener comisiones—. En 2018, varios bancos pequeños retrasaron la presentación de sus resultados financieros.

A mediados de 2019, Pekín anunció que tomaría el control de un banco regional mediano llamado Baoshang Bank —y que algunas partidas de los pasivos no estarían totalmente garantizadas, dándole la vuelta a una antigua creencia de que los préstamos a bancos estatales estaban prácticamente libres de riesgos.

placeholder El presidente chino, Xi Jinping. (Reuters)
El presidente chino, Xi Jinping. (Reuters)

Los mercados monetarios entraron en pánico rápidamente, con los rendimientos de certificados de depósito negociables (NCD por sus siglas en inglés) de baja calificación —un instrumento de préstamos no garantizados importante para los bancos chinos— alcanzando máximos y algunos bancos pequeños encontrándose excluidos del mercado.

Los mercados solo se calmaron cuando el banco central de China inyectó un gran volumen de liquidez en el sistema bancario y Pekín anunció que garantizaría más de 40.000 millones de yuanes de NCD del Baoshang Bank y retroceder parcialmente en los recortes planeados.

Mediados de 2021: Crisis de Evergrande

Los continuos problemas de las autoridades por controlar la deuda tienen un gran componente de circularidad: las normas son demasiado ajustadas, lo que crea daños colaterales y siembra las semillas de nuevos problemas financieros, y después finalmente se relajan.

El sufrimiento de los mercados se volverá insostenible para Pekín, provocando a la larga una relajación de políticas

Puede que ese vuelva a ser el caso con Evergrande, pero la extraña situación política en China —con un Gobierno central muy sólido en manos de un líder que parece estar planeando una larga estancia al mando, y sentando las bases antes de un Congreso del Partido Comunista crucial en 2022— hace que afirmarlo sea más difícil de lo habitual. El presidente Xi Jinping ha dejado claro que alejar la economía de la vivienda y acercarla a esfuerzos más productivos es una prioridad.

Para obtener señales de las crecientes preocupaciones por las instituciones financieras y los bancos, los inversores deberían vigilar los NCD, tipos claves del mercado monetario como los acuerdos de recompra ('repo') garantizados a uno y siete días, y los diferenciales del papel comercial a corto plazo.

Si los problemas de Evergrande empiezan a afectar en mayor medida a la economía en su conjunto y al mercado inmobiliario, los bonos emitidos por los promotores más fuertes y los bonos corporativos emitidos por los vehículos de financiación de gobiernos locales también podrían sentirse presionados. Aun así, la experiencia sugiere que, en algún momento, el sufrimiento de los mercados se volverá insostenible para Pekín, provocando a la larga una relajación de políticas.

*Contenido con licencia de 'The Wall Street Journal'.

A los belgas les gusta decir que "nacen con un ladrillo en el estómago", pero en China la vivienda es probablemente más importante: para el matrimonio, para ahorrar para el futuro, para la economía en su conjunto y para el bolsillo del Gobierno.

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