Sin estudios financieros pero con Instagram: así son los nuevos influencers de Wall Street
Los jóvenes piden consejo a una nueva generación de asesores, muchos sin formación. Para estos aspirantes a Jim Cramers, su popularidad depende de no criticar nunca una 'acción meme'
Hace unos años, Kevin Paffarath, un agente inmobiliario de 29 años y padre de dos que reside en Ventura (California), obtenía la mayor parte de sus ingresos de las comisiones por la venta de viviendas. En su tiempo libre, subía videos a internet sobre el mundo inmobiliario.
Hoy, se ha convertido en MeetKevin, un 'influencer' de YouTube con 1,7 millones de personas suscritas a su canal. Casi todos los días, se pasa varias horas hablando en directo sobre la bolsa de valores y dando consejos sobre cómo invertir, con un estilo seco y burlándose de sí mismo. Kevin bromea con los comentarios, usa acentos británicos exagerados y bebe café en el estudio de su casa, ante una pared repleta de pósteres chillones y una guitarra eléctrica de color turquesa. Además de las retransmisiones en directo, ha subido cientos de vídeos con consejos sobre una amplia variedad de temas relacionados con las inversiones.
"Antes me pasaba tres o cuatro horas hablando con un único cliente sobre las propiedades inmobiliarias que podría comprar a precios inferiores al valor de mercado. Con suerte, igual después de 90 días, recibía unos 10.000 dólares en comisiones", explica Paffrath. "Ahora, 10.000 dólares son los ingresos de un día malo. Ser 'influencer' me ha hecho dejar de lado todo lo demás".
Según Paffrath, sus beneficios del primer trimestre de este año ascendieron a 5 millones de dólares, ya que las visitas a su página web y la demanda de su asesoramiento se han disparado durante la pandemia. Los documentos que proporcionó al 'Wall Street Journal' mostrando los pagos recibidos de YouTube confirman que gana varios millones de dólares al año solo en ingresos por publicidad.
Mientras los estadounidenses se refugiaban de la pandemia en sus salones, millones de seleccionadores de títulos, algunos de los cuales contaban con abundante efectivo de estímulos gubernamentales, abrieron sus redes sociales y apps de mensajería instantánea y se sumergieron en el mundo de la inversión minorista.
En las redes sociales, ha surgido una nueva generación de Jim Cramers con cantidades masivas de seguidores
En 2021, el número de usuarios de las seis principales plataformas de corretaje en línea, empleadas principalmente por inversores privados, superó los 100 millones. Según sus informes financieros, el número de cuentas de Robinhood Financial LLC, una aplicación de inversiones popular entre los inversores más jóvenes, ha crecido exponencialmente, de 7,2 millones en marzo de 2020 a 18 millones un año más tarde.
El auge del comercio en línea sin comisiones ha venido acompañado del aumento de la demanda de asesoramiento al precio más bajo y en el lugar más accesible: gratis y 'online'. Ahora, en las redes sociales, ha surgido una nueva generación de Jim Cramers con cantidades masivas de seguidores, que hacen de guías de estos novatos en el mercado.
Muchos de estos influencers no tienen formación ni experiencia, lo que les lleva a recomendar basándose en caprichos
Muchos de estos influencers no tienen estudios ni formación como asesores financieros ni experiencia en inversiones profesionales, lo que los lleva a recomendar valores basándose en los cambios caprichosos de la opinión popular o a dar consejos que hacen perder dinero.
En la categoría de 'influencers' financieros populares, además de a MeetKevin, encontramos a Marko Zlatic, quien, bajo el pseudónimo Whiteboard Finance (finanzas de pizarra blanca), ofrece asesoramiento a 670,000 suscriptores sobre temas tan variados como la compra de coches usados o la creación de una cartera de inversiones a partir de las ideas del gestor de fondos de alto riesgo Ray Dalio.
Algunos 'influencers' con menos seguidores tienen estilos más vistosos. Jack Spencer, un antiguo entrenador personal irlandés, cambió los videos sobre consejos de fitness por la selección de valores en marzo de 2020. Spencer, de 23 años de edad, entrevista a directores ejecutivos de 'startups' sentado ante un mueble bar bien surtido, mientras lleva una camiseta que indica que no es un asesor financiero. Spencer, que tiene 94.000 suscriptores en YouTube, no respondió a los mensajes solicitando su opinión.
En TikTok, la 'podcaster' Tori Dunlap, conocida en la app como @herfirst100k, aconseja a sus 1,7 millones de seguidores sobre cómo gestionar empleos secundarios o qué deudas pagar primero. La joven, de 27 años de edad, está desarrollando una app para fomentar la creación de una comunidad de inversores cuyos miembros no se juzguen entre sí, con el objetivo de conseguir que las mujeres se sientan cómodas compartiendo consejos sobre cómo invertir y gestionar las inversiones en sus cuentas de corretaje.
Cameron Newell, que usa el nombre de usuario CamTheMan, abandonó los estudios que había iniciado en Washington, pasó 3 años comprando y vendiendo acciones de poco valor y dice que el año pasado ganó 5 millones de dólares por medio de operaciones de 'day trading'. Reparte consejos sobre acciones en TikTok y tiene un chat de grupo en Discord, la aplicación social que suelen utilizar los entusiastas de los videojuegos, en el que sus seguidores pueden seguir y copiar sus operaciones, o seguir sus retos de inversión periódicos en los que intenta convertir una inversión inicial de 1.000 dólares en 1 millón.
"Las finanzas tradicionales son una caja negra", afirma Sarah Petite, consultora de redes sociales de Los Ángeles. "Esta generación está mirando a sus padres y diciendo: '¿El dinero? Ya no funciona como pensabais".
Ahora, los jóvenes quieren una hoja de ruta que indique cómo obtener grandes beneficios, y muchos de ellos cuentan con una fuerte vena independiente que hace que los 'influencers' que ofrecen consejos gratuitos en línea les resulten más atractivos que pagar a un gestor de inversiones tradicional para que maneje su dinero por ellos. Tanto los expertos como los propios jóvenes inversores afirman que a muchos no les importa mucho la cualificación de quien les asesora.
"Tengo una norma: no pagues por algo que puedes conseguir gratis", explica Rex Wu, un inversor de 33 años de edad afincado en Tampa Bay (Florida) que ve los videos de Paffrath y varios otros influencers financieros de forma regular. Cuenta que ha invertido varios cientos de miles de dólares basándose en "cosas que he aprendido en internet de tipos como Kevin". En lo que va de año, la rentabilidad de su cartera asciende al 23%, mientras que el S&P 500 ha obtenido una rentabilidad del 21%.
"Si fuera mañana a J.P. Morgan, tendrían un sesgo generado por su interés en mantenerme como cliente, por lo que podrían intentar vender de más", expone Wu. "La gente en línea no tiene nada que intentar venderme".
Sin embargo, el modelo en línea es totalmente nuevo, ya que los 'influencers' son juzgados por el contenido que producen en vez de por su historial de inversión; y a menudo se les paga en función del número de suscriptores y espectadores en lugar de por los ingresos que sus consejos generan para los clientes.
Regla número 1: sé cercano
Esta nueva generación de gurús de las finanzas a través de las redes sociales ha aprovechado la desconfianza innata de los jóvenes hacia el sistema financiero, que perciben como controlado por gente de Wall Street que proviene de una generación mayor con la que no se identifican.
"Nadie de mi edad ve la televisión por cable ya", señala Petite, que tiene 24 años. "No conozco a una sola persona que vea regularmente las noticias financieras de la televisión. Acuden a esos canales especializados de YouTube y a las redes sociales. No creo que se les ocurra entregar su dinero a un tipo con traje de Wall Street".
La confianza es un elemento fundamental del negocio de la asesoría financiera por YouTube.
"Si pones la CNBC solo salen tipos blancos mayores, y es difícil relacionarse con ellos porque no me parezco a ellos"
Rose Han, de 32 años y graduada en Finanzas por la Universidad de Nueva York, dejó su trabajo como operadora de divisas en HSBC hace cinco años y empezó a hacer vídeos en YouTube sobre compraventa de opciones, inversión en fondos y cuentas financieras personales.
Tiene medio millón de seguidores en YouTube y 54.000 en Instagram. Dice que ahora gana 10 veces más de lo que ganaba como comerciante vendiendo cursos de inversión 'online'.
"Si pones la CNBC solo salen tipos blancos mayores, y es difícil relacionarse con ellos porque no me parezco a ellos; muchos de mis seguidores no se parecen a ellos", aclaró Han. "Al ser mujer, las mujeres confían más en mí, porque prefieren aprender de alguien como yo que de un 'macho de las finanzas'". Han sostiene que ha ganado 2 millones de dólares en lo que va de año gracias a una combinación de la publicidad en YouTube y a las ventas de sus propios cursos de finanzas 'online'.
Regla número 2: véndeles el sueño
Los expertos afirman que la Generación Z, que incluye a los nacidos entre 1992 y 2002, aproximadamente, tiende a responder de forma más positiva a los símbolos culturales de riqueza, como los coches de lujo y la ropa de alta costura, que a títulos en empresariales, certificaciones financieras o apariciones en programas de televisión. Por ello, explica Ted Klontz, un profesor de finanzas conductuales de la Universidad de Creighton, hay un mayor riesgo de fraude o ruina financiera.
"Gran parte de este mundo es un auténtico nido de víboras, y da mucho miedo", aclaró Klontz. "El cerebro humano no llega a la madurez total hasta los 25 años. Cualquier persona menor de esa edad es muy influenciable. Sabemos que el 'day trading' no produce riqueza a largo plazo para la gran mayoría de las personas que lo hacen, pero estos 'influencers' se aprovechan de esa parte del cerebro humano que tiene menos inhibiciones, que piensa: 'voy a ser la excepción'. Y eso lleva a la especulación y a otro tipo de comportamientos de muy alto riesgo".
TikTok está repleto de cuentas promocionales como la de Daily Trader, que se presenta como un millonario de 19 años de edad y sube vídeos de sí mismo conduciendo un deportivo Audi A8 nuevo, relajándose junto a la piscina de lo que describe como una mansión de 20 millones de dólares ubicada en Beverly Hills y comiendo en los asadores más caros de Los Ángeles.
Estos videos ostentosos de TikTok tienen un enlace a su perfil en Discord, donde vende membresías para su "grupo de mentorazgo", que incluye una serie de videos explicativos que ayudan a los 'day traders' a imitar su sistema de inversiones, por 294 dólares por persona. Según la información que recibió el 'Wall Street Journal' de alguien que se apuntó, al menos 1.600 usuarios forman parte ya del grupo. El Daily Trader no respondió a mensajes solicitando comentarios.
Según los creadores, esta dinámica aspiracional les presiona para que ofrezcan solo las historias positivas que sus espectadores desean oír, lo que a veces puede dar lugar a errores espectaculares.
Casey Adams, de 20 años de edad y oriundo de Richmond (Virginia), ha entrevistado a 300 empresarios e inversores para su canal de YouTube, incluido Marc Randolph, cofundador de Netflix.; Tyler Winklevoss, el famoso fundador de 'startups' e inversor en criptodivisas y, en repetidas ocasiones a lo largo del último año, Maye Musk, madre de Elon Musk.
Adams gana unos 300.000 dólares al año por la publicidad y por su propio negocio de consultoría de medios de comunicación, pero también reconoce que muchos de los multimillonarios y fundadores de 'startups' que acceden a aparecer en su programa lo hacen por las preguntas fáciles y la oportunidad de dirigirse de forma directa a inversores particulares jóvenes.
"No solo estáis arrasando, sino que estáis allanando el camino para una industria completamente nueva"
El año pasado Adams obtuvo lo que pocos otros han conseguido: una entrevista de media hora con Trevor Milton, el multimillonario y director ejecutivo de Nikola, una empresa 'startup' de camiones eléctricos. "No solo estáis arrasando, sino que estáis allanando el camino para una industria completamente nueva", le dijo con entusiasmo el joven Adams a Milton en un momento de la entrevista.
Cuatro meses más tarde, después de que Nikola saliera a bolsa por medio de una fusión por absorción, un vendedor en corto publicó un informe en el que acusaba a Milton de irregularidades, el precio de las acciones de la empresa sufrió una caída de más de dos tercios de su valor, los investigadores federales abrieron una investigación sobre la empresa y Milton dimitió como presidente ejecutivo.
"Utilizo un enfoque intuitivo", explicó Adams. "La mayor parte de mi público es gente joven que quiere hacerse una idea de los mercados financieros o que busca formas de ser más estratégicos con las inversiones que están haciendo, ya sean NFT, o cripto, o la historia de un fundador, y la cultura de la empresa.... No me gusta considerarme un experto".
Regla número 3: siempre al alza, nunca a la baja
Como la mayoría de los contenidos de Internet, los vídeos de influencers prosperan con la popularidad. En pleno mercado alcista de larga duración, lo que es popular son solo las historias de éxito y los consejos de último minuto.
Muchos 'influencers' cuentan que consiguen números altos de visitas cuando promocionan una inversión, mientras que los mensajes bajistas espantan a los seguidores o, lo que es peor, suscitan burlas despiadadas de los 'trolls'.
"Durante toda su vida adulta, el mercado ha tendido al alza. Si dices lo contrario, es que no lo entiendes", sentenció Scott Galloway, profesor de marketing de la Universidad de Nueva York, que también ha sido objeto de escarnio tras publicar vídeos escépticos sobre empresas.
El verdadero peligro en el mundo de las finanzas en las redes sociales, advierte Galloway, es que los 'influencers' más jóvenes tienden a creer que el mercado solo sube. Sus seguidores refuerzan este mensaje.
"En internet reinan las actitudes basadas en exigir a todo el mundo que se adhiera a la narrativa aceptada o se enfrente a las consecuencias, y es realmente aterrador, porque si dices que el bitcoin está sobrevalorado, o que Tesla está sobrevalorado o que cualquier Compañía con Propósito Especial de Adquisición popular está sobrevalorada, salen 'trolls' anónimos de debajo de las piedras y te atacan", expuso Galloway.
Los 'trolls' tachan a los críticos de las inversiones en criptodivisas de propagadores de "FUD" (miedo, incertidumbre y duda, por sus siglas en inglés) en los comentarios, término que se emplea para etiquetar a una persona influyente como indigna de confianza. Las gurús de las finanzas femeninas en línea han reportado haber sufrido acoso sexual en respuesta a publicaciones negativas.
Paffrath, que se ha embarcado en una apuesta arriesgada para convertirse en el próximo gobernador de California tras la votación del mes que viene sobre la revocación del gobernador Gavin Newsom, dice que le recuerdan esta dinámica cada semana.
Un miércoles por la tarde, a finales de mayo, entró en su estudio de vídeo casero con una corbata y una sudadera con cremallera para grabar su debate diario en directo sobre el mercado de valores.
"¿Por qué eres tan negativo? Lol", rezaba un comentario del chat en directo. "No estoy siendo negativo, estoy siendo realista"
El tema del día era AMC Entertainment Holdings, la atribulada cadena de cines que vio cómo el precio de sus acciones se disparaba esta primavera, impulsado por los inversores particulares, muchos de ellos jóvenes que pasan la mayor parte de sus días en Internet, y por la manía de las llamadas "acciones meme", como GameStop Inc. y Tesla Motors Inc.
Las acciones de AMC se encontraban en medio de una semana volátil, pero ese día cerraron con una subida del 10%. Paffrath recomendó no comprar acciones de AMC: los fondos de alto riesgo parecían estar comprando posiciones cortas en las acciones, y su precio podría colapsar en cualquier momento, advirtió.
"¿Por qué eres tan negativo? Lol", rezaba un comentario del chat en directo.
"No estoy siendo negativo, estoy siendo realista", respondió Paffrath. "Mira, me encantaría que AMC llegase hasta la luna, pero lo único que digo es que si te estás empeñando con algo que no entiendes... tienes que tener cuidado".
Paffrath contó que, al terminar la transmisión en directo, empezó a perder miles de suscriptores. La mayoría de los vídeos con títulos positivos consiguen más de 200.000 visitas, relató, mientras que los vídeos que tienen opiniones negativas sobre una empresa o un sector en el título rara vez consiguen más de 60.000 visitas.
"Tengo que ser un astronauta y mostrarles que el cohete es divertido, pero no puedes tener esa actitud toda tu vida", concluyó Paffrath.
"Jugaré a su juego, pero seamos realistas: la verdadera riqueza proviene del interés a largo plazo. El problema es que, en YouTube, ninguno de mis vídeos sobre ese tipo de cosas tiene visitas".
*Contenido con licencia de 'The Wall Street Journal'.
Hace unos años, Kevin Paffarath, un agente inmobiliario de 29 años y padre de dos que reside en Ventura (California), obtenía la mayor parte de sus ingresos de las comisiones por la venta de viviendas. En su tiempo libre, subía videos a internet sobre el mundo inmobiliario.