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Por qué el 'boom' de productividad aún no ha llegado a su fin
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el mercado laboral influye directamente

Por qué el 'boom' de productividad aún no ha llegado a su fin

Dejando a un lado una lectura trimestral desalentadora, hay motivos para esperar que la productividad, y por ende la economía, siga creciendo a un ritmo acelerado

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¿Suficiente para el auge de productividad impulsado por la pandemia?

Un vistazo rápido a las últimas cifras sugiere que puede ser el caso. Este martes, el Departamento de Trabajo de EEUU comunicó que la productividad, medida en base a cuánto consigue hacer un trabajador medio en una hora, creció a una tasa anual del 2,3% en el segundo trimestre respecto al primero, situándola un 1,9% por encima de su nivel del año anterior. Eso supuso una ralentización considerable respecto al primer trimestre, cuando la productividad había crecido un 4,1% respecto al mismo periodo del año anterior, convirtiéndolo en su mayor progreso en más de una década.

El crecimiento de la productividad podría ralentizarse más en el trimestre actual. Eso se debe a que, aunque la economía estadounidense sigue creciendo a un ritmo aceptable, también lo hace el mercado laboral. La situación es la siguiente: en las primeras fases de la recuperación, la demanda creció mucho más rápido de lo que las empresas podían, o querían, contratar. Los empleados existentes trabajaban a destajo y, como resultado, la producción por hora aumentó. No era sostenible —las personas no pueden trabajar tan duramente— y ahora el empleo está poniéndose al día.

Foto:  Opinión

Este escenario se parece a lo que la Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO por sus siglas en inglés) concibe. En las previsiones publicadas el mes pasado, prevé que el aumento de la productividad se ralentizará notablemente el año que viene, prácticamente devolviendo el nivel de producción por hora a la tendencia en la que se encontraba antes de la pandemia. Eso no serían buenas noticias, dado que la productividad en general establece el límite de velocidad a la que la economía puede crecer de forma sostenible. Y, de hecho, el producto interior bruto se está acercando al cálculo de la CBO de su potencial —el nivel que puede alcanzar sin sobrecalentarse—, punto en el cual tendría que crecer bastante más despacio para evitar problemas como la inflación.

Pero las proyecciones de la CBO, como ha señalado Robert Barbera, director del Center for Financial Economics en la Universidad Johns Hopkins, pueden ser demasiado severas. Si el crecimiento de productividad simplemente se ralentiza hasta su ritmo prepandemia, en vez de situarse por debajo como prevé la CBO, el PIB podría crecer más rápidamente sin ir en contra de su velocidad máxima, apunta.

Por otra parte, parece exagerado pensar que las adaptaciones para mejorar la productividad que empresas y trabajadores han adoptado durante el curso de la pandemia no vayan a quedarse. Puede que algunas de ellas incluso tengan mucho más espacio para expandirse. Los ajustes en remoto, como la capacidad de trabajar desde casa, o hacer una videoconferencia con clientes en lugar de subirse a un avión, han traído consigo mejoras de la eficiencia, por ejemplo. Cuando la pandemia finalmente desaparezca, y haya una mayor capacidad de decidir entre teletrabajo y trabajo presencial, según el considerado más práctico, la productividad podría obtener ganancias adicionales.

Foto: Una mujer teletrabaja junto a su hija. (iStock)

Después está la realidad de que un mercado laboral saturado podría llevar a las empresas a detectar formas para aumentar la productividad que no tendrían que utilizar si fuera más fácil conseguir trabajadores. Este lunes, el Departamento de Trabajo comunicó que a finales de junio se registró la cifra récord de 10,1 millones de ofertas de trabajo.

Si la productividad puede seguir creciendo más rápidamente que antes de la pandemia, la economía también puede crecer más rápido. La siguiente gran pregunta es quién será el mayor beneficiado de dichas ganancias: las empresas, que pretenden aferrarse a sus márgenes de beneficios, o los trabajadores, muchos de los cuales han escuchado que son esenciales, pero ahora sienten que tienen más influencia que antes.

*Contenido con licencia de 'The Wall Street Journal'.

¿Suficiente para el auge de productividad impulsado por la pandemia?

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