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La bolsa lleva años sin estar tan calmada como ahora... ¿Hay que preocuparse?
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SOBRECALENTAMIENTO ENCUBIERTO

La bolsa lleva años sin estar tan calmada como ahora... ¿Hay que preocuparse?

El S&P 500 no ha experimentado una corrección del 5% con base en precios de cierre desde octubre, pero hay turbulencias en el fondo

Foto: Foto: EC Diseño.
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A primera vista, la bolsa de EEUU está todo lo serena que puede estar, pero bajo la superficie está más sobrecalentada de lo que ha estado en varias décadas.

El S&P 500 está tan calmado que resulta casi preocupante. El índice no ha tenido una corrección del 5% a precios de cierre desde finales de octubre; no es de extrañar que los nuevos inversores esporádicos que empezaron a comprar acciones en el confinamiento piensen que el mercado solo sube. La última vez que el S&P estuvo tan calmado durante tanto tiempo fue en 2017, un periodo de tranquilidad que terminó con un estallido de volatilidad a principios de 2018 —aunque entonces estuvo incluso más sosegado durante mucho más tiempo—.

Sin embargo, si observamos los resultados de diferentes valores, han estado fluctuando mucho más de lo normal. Los inversores han estado variando sus apuestas entre sectores a un ritmo nunca visto fuera de crisis; marzo trajo la mayor brecha entre los sectores con mejores y peores resultados desde 2002. El vínculo entre movimientos en valores 'growth' y títulos 'value' baratos es el más débil —medido con base en la correlación— desde 1995; los inversores los están utilizando como indicadores para apostar a favor o en contra de la recuperación económica.

Mientras tanto, la última vez que los valores grandes y pequeños se movieron de forma tan independiente del resto fue durante la burbuja de las puntocoms en el 2000, nunca una señal tranquilizadora.

Foto: Banco Central Europeo (Reuters)

Creo que es otra faceta de TINA (eslogan asociado a Margaret Thatcher): ‘There is no alternative’ a las acciones. Con los bonos del Tesoro, bonos corporativos y el efectivo ofreciendo un rendimiento escaso o nulo, las acciones ofrecen el mejor pronóstico de beneficios. Los inversores que antes habrían movido su dinero de acciones a bonos o viceversa ahora solo cambian de un valor a otro —por lo que las caídas de uno se compensan con ganancias en otro—.

Por supuesto, no hay garantías de que siga así. Si entra en juego la cantidad suficiente de miedo, los inversores correrán hacia la salida sin importar lo bajo que sea el rendimiento del dinero, tal y como hicieron en marzo del año pasado. Pero, cuando el momento parece lo suficientemente bueno, es difícil justificar la inversión en un bono a largo plazo que rinda muy por debajo de la inflación. Y el momento parece bastante bueno.

"Hay mucha volatilidad dentro del mercado, pero no mucha volatilidad del mercado"

Una teoría extendida entre los que tienen una disposición cauta es que los valores siguen subiendo por una burbuja masiva que se ha inflado a base de dinero barato y estímulos gubernamentales. Las acciones no han estado tan caras desde 2000, mientras que existe una clara mentalidad de burbuja en el ‘sobrecomercio’ desenfrenado de valores de moda. Un grupo de pequeños valores populares entre inversores 'retail' ha aparecido a menudo en lo más alto de las listas de los más negociados este año, especialmente GameStop y AMC Entertainment, pero también favoritas como Virgin Galactic y BlackBerry.

Es innegable que las acciones están bastante más caras que lo habitual. Pero las burbujas suelen implicar mucha volatilidad mientras se inflan, no un exterior calmado y un interior agitado, porque cada mínima caída de precio se magnifica por otros inversores que temen que la burbuja esté a punto de estallar. En 1999, hubo al menos nueve caídas de más del 5% en el S&P 500, y desde su máximo intradía en julio hasta el mínimo de octubre este cayó un 13%.

Foto: EC.
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Esta vez, la amenaza más clara para los valores es la Reserva Federal, y no la sobrevaloración de los mercados. Si la Fed aumenta los tipos, el efectivo y los bonos de repente ganan mucho atractivo, y la justificación TINA para comprar acciones excepcionalmente caras se debilita. “Hay mucha volatilidad dentro del mercado, pero no mucha volatilidad del mercado”, declara Robert Buckland, director de Estrategia de Capital en Citigroup. “Si hay una alternativa a simplemente tener una participación en el índice, eso podría cambiar”.

Este mes, la amenaza de la Fed ha mostrado lo sensibles que son los precios de las acciones cuando resulta que hay una alternativa a los títulos, de cualquier tipo. La Fed elevó los tipos ligeramente desde el suelo ofreciendo un 0,05% en lugar de un 0% en sus acuerdos de recompra inversa de absorción de efectivo, un tipo de depósito a un día garantizado, e inmediatamente consiguió 235.000 millones de dólares extra. Los rumores sobre aumentos de tipos en dos años en vez de los tres previstos anteriormente añadieron presión sobre las acciones, y el S&P cayó ligeramente por encima del 2% en tres días antes de retomar su carrera ascendente.

Si esa ha sido la reacción a que la Fed haga prácticamente nada, imagine lo asustado que estaría el mercado si la Fed iniciara un proceso habitual de aumento de los tipos de interés y devolviera al efectivo su atractivo. No es algo que crea que esté cerca, pero la máxima amenaza que podría traer la agitación del fondo a la superficie de este mercado es la Fed.

*Contenido con licencia de ‘The Wall Street Journal’.

A primera vista, la bolsa de EEUU está todo lo serena que puede estar, pero bajo la superficie está más sobrecalentada de lo que ha estado en varias décadas.

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