¿Es demasiado tarde para comprar dogecoins y otras criptomonedas?

Los precios de criptomonedas como el dogecoin han registrado ganancias extraordinarias en las últimas semanas, haciendo que los que están fuera se pregunten: ¿es demasiado tarde para comprar? Algunos compradores iniciales están aferrándose firmemente y animando a los recién llegados, pero otros dicen que puede que sea hora de fijarse en otras criptomonedas o evitarlas completamente.

“En muchos aspectos, es alentador ver a más personas iniciándose en la inversión, pero esto se asemeja más a apostar por un caballo que a invertir”, declara Susannah Streeter, analista sénior de inversiones y mercados en Hargreaves Lansdown, sobre el dogecoin. “Es muy difícil, si no imposible, determinar cuándo disminuirá la demanda”. El creciente interés hizo que el dogecoin creciera un 12.000% el año pasado. Los inversores de Twitter y Reddit se metieron a principios de año para animar a otros a unirse.

La agitación aumentó y dio lugar a un ‘Doge Day’ de colaboración abierta distribuida a mediados de abril, donde los inversores alentaron al mayor número de personas posible a que compraran la criptomoneda e hicieran subir su valor. El repunte alimentado por las redes sociales hizo aumentar el precio durante un periodo de cerca de 48 horas, seguido por una caída y otro repunte a principios de mayo. Algunos entusiastas del dogecoin esperan que la aparición de Elon Musk en ‘Saturday Night Live’ el pasado fin de semana traiga otro repunte. Musk ha mostrado su apoyo a la moneda en el pasado en redes sociales.

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Las monedas ‘meme’ —criptomonedas basadas en ‘memes’— son extremadamente volátiles, y los precios suelen estar vinculados a ‘influencers’ que generan entusiasmo por la moneda, según Christopher Bendiksen, jefe de Análisis en CoinShares.

Si bien la agitación ‘online’ puede generar ganancias, muchos profesionales del sector dicen que estas monedas pueden ser incluso más especulativas que las criptomonedas tradicionales —un aviso para que los compradores potenciales tengan en cuenta que los mercados que funcionan por optimismo tienen un historial de cambiar de forma impredecible y dejar a los inversores con pérdidas—.

Streeter declara que la naturaleza especulativa de la criptomoneda hace casi imposible determinar cuándo es un buen o un mal momento para comprar. El dogecoin no tiene el problema de escasez de otras criptomonedas como el bitcoin, y se crean cerca de 13,5 millones de dogecoins al día a perpetuidad, según Bendiksen. El dogecoin es minado por mineros de Litecoin, otra copia ligeramente alterada del bitcoin. El número limitado de bitcoins en el mercado ha ayudado a aumentar el precio de la criptomoneda.

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Algunos analistas e investigadores están animando a la gente que quiere comprar activos cripto a buscar nuevas ‘altcoins’ y criptomonedas con alguna utilidad, ya que el dogecoin tiene pocos usos en este momento. Bendiksen sugiere que las personas ansiosas por comprar criptomoneda, pero que piensan que el precio del bitcoin lo vuelve demasiado caro, deberían ser conscientes de que el bitcoin es fraccionario. Un bitcoin se puede dividir en unidades más pequeñas llamadas ‘satoshis’, y los nuevos inversores en criptomoneda pueden seguir invirtiendo —los satoshis tienen un precio actual de menos de un céntimo—.

El precio actual del bitcoin es de más de 57.000 dólares, tras alcanzar un máximo de cerca de 65.000 dólares en abril. El ether también se ha disparado, y su valor, de más de 3.500 dólares, es más aceptado ampliamente que monedas alternativas como el dogecoin. Esa aceptación procede en parte de un aumento de la actividad de Ethereum, la plataforma informática basada en Blockchain detrás de la explosión de los NFT, o ‘tokens’ no fungibles.

Joey Montoya es uno de los inversores que siguen aferrándose al dogecoin y confían en un aumento constante. Montoya, estudiante de Ingeniería de Sonido en Arizona, empezó a comprar dogecoins en diciembre de 2020. No ha querido compartir la cantidad que ha invertido, pero dice que ha visto una rentabilidad del 200% en ese periodo. Desde entonces, ha acudido en muchas ocasiones a las redes sociales para animar a que otros compren y se mantengan. “Cuantas más personas adopten la moneda y más personas la utilicen, más valor tendrá, y ese es el motivo por el que no es demasiado tarde”, declara. “Yo lo llamo una fiebre del oro digital, básicamente, de gente adoptando la criptomoneda”.

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Montoya es una de las muchas personas que dicen que, a 60 céntimos, el dogecoin está lo suficientemente bajo como para correr el riesgo. Cree que el poder absoluto de los números seguirá impulsando la criptomoneda adelante. Dice que su objetivo es que los demás entiendan que no es demasiado tarde para invertir, a pesar de los resultados impredecibles.

“Esta es una acción conjunta de inversores minoristas que avanzan juntos gracias a internet”, declara Ben Weiss, director ejecutivo de CoinFlip. “Pero sed precavidos con las monedas ‘meme”, advierte. “No contáis con los mismos datos históricos que respalden el éxito”.

*Contenido con licencia de ‘The Wall Street Journal’.