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¿Cerdos con corazón humano? Los primeros embriones híbridos disparan las alarmas
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roza los límites de la ética

¿Cerdos con corazón humano? Los primeros embriones híbridos disparan las alarmas

Llamados 'quimeras', estas creaciones de laboratorio han sido aclamadas como un gran avance científico. Pero algunos expertos en el ámbito de la ética ven motivos de preocupación

Foto: Primeros embriones híbridos de mono y humano. (EC Diseño)
Primeros embriones híbridos de mono y humano. (EC Diseño)
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Imagine cerdos con corazones humanos o ratones cuyos cerebros tienen una pizca de inteligencia humana. Los científicos están trabajando en crear un puñado de estas creaciones experimentales, llamadas quimeras, introduciendo potentes células humanas en ratones, ratas, cerdos y vacas. Esperan que las nuevas combinaciones se puedan utilizar un día para desarrollar órganos humanos para trasplantes, estudiar enfermedades humanas o probar nuevos medicamentos.

En el último avance, investigadores de EEUU y China anunciaron a principios de mes que habían creado embriones que combinaban células de humano y de mono por primera vez. Por ahora estas quimeras mitad humano mitad mono no son más que manojos de células incipientes en una placa de laboratorio, pero las repercusiones son extensas, según expertos en ética. El uso de primates tan estrechamente relacionados con los humanos despierta preocupaciones sobre consecuencias no deseadas, bienestar animal y la condición moral de embriones híbridos, aunque el valor científico del trabajo sea bastante alto.

"Científicamente se ha producido un avance considerable que plantea cuestiones urgentes de preocupación pública"

“Hubo muchos adelantos en este experimento”, dice Nita Farahany, especialista en bioética de la Universidad de Duke. “Científicamente se ha producido un avance considerable que plantea cuestiones urgentes de preocupación pública. Tenemos que averiguar cuál es el camino correcto que hay que seguir para ayudar a guiar un progreso responsable”.

Los científicos llevan años creando quimeras parcialmente humanas. Los investigadores utilizan ratas con tumores humanos para estudiar el cáncer, por ejemplo, y ratones con sistemas inmunológicos humanos para realizar investigaciones sobre el SIDA. Lo que hace que el último experimento sea único es que los científicos han introducido células madre, que se pueden convertir en cualquier tipo de tejido, en un embrión de un primate estrechamente relacionado.

Foto: Un gastruloide humano. (EFE)

Para crearlos, investigadores del Instituto Salk de Estudios Biológicos en La Jolla, California, y de la Kunming University of Science and Technology en China introdujeron células madre humanas –fabricadas reprogramando células cutáneas y sanguíneas maduras– en 132 embriones de monos macacos. Seis días después de que los embriones de mono se hubiesen creado en el State Key Laboratory of Primate Biomedical Research de Kunming, los investigadores introdujeron 25 células madre humanas marcadas con un pigmento proteínico rojo fluorescente.

“Los pusimos juntos en una placa de Petri en el laboratorio, para ver cómo interactuaban entre ellos”, declara Juan Carlos Izpisúa Belmonte, director del laboratorio de expresión genética de Salk, que lideró el trabajo de investigación. Al día siguiente, los embriones de mono brillaban. Las células humanas se habían integrado en todos ellos, mucho más eficazmente que enexperimentos anteriores con embriones de otras especies como cerdos, comunicaron el 15 de abril en la revista ‘Cell’. Por el momento, estas quimeras de humano y mono no pueden sobrevivir más de 19 días. “Crear una quimera viva en una casa de monos nunca ha sido nuestra intención y nunca lo será”, declara el doctor Izpisúa Belmonte.

No obstante, el nuevo experimento quimera subraya un dilema. Cuando se introducen células madre humanas en un embrión animal en una fase tan inicial del desarrollo, por ahora no hay forma de controlar entonces a dónde van o limitar en qué tipo de células adultas se transforman, afirman otros científicos.

George W. Bush calificó la creación de híbridos humano-animal como uno de “los abusos más atroces de la investigación médica”

“Muestra que las células madre humanas tienden a desplazarse por todas partes a través del embrión de mono”, dice Insoo Hyun, especialista bioético en la Universidad Case Western Reserve en Cleveland, que está involucrado en la supervisión internacional de dicha investigación. “Eso es lo que conduce a la preocupación teórica: existe una posibilidad de que, de forma incontrolada, pueda derivar en una mezcla de células humanas que puede resultar en que estas se desarrollen en el cerebro o el corazón o de pies a cabeza por todo el cuerpo”. Eso significa que los investigadores no pueden utilizar las células madre para crear órganos específicos o evitar cambios aleatorios en el cerebro del animal, al menos no por ahora.

En un atisbo de los efectos potenciales, los investigadores de la Universidad de Rochester trasplantaron en 2014 células cerebrales fetales humanas llamadas astrocitos a ratones de laboratorio jóvenes. Descubrieron que, en un año, las células humanas dominaban los cerebros de los ratones. Además, las pruebas estándares de memoria y cognición para ratones mostraron que los ratones alterados eran más inteligentes. De esa forma, las quimeras de células madre tienen “el potencial de humanizar radicalmente la biología de animales de laboratorio”, afirma el doctor Hyun.

Lleva mucho tiempo siendo un campo de investigación con una carga política, explica Henry Greely, especialista en bioética de la Universidad de Stanford. En su discurso del Estado de la Unión en 2006, el presidente George W. Bush calificó la creación de híbridos humano-animal como uno de “los abusos más atroces de la investigación médica”. Siete países lo prohíben o limitan. Desde 2015, los National Institutes of Health de EEUU (NIH) se niega a financiar experimentos que comprenden la introducción de células madre humanas en embriones animales en fase temprana.

placeholder Foto: EFE.
Foto: EFE.

Sin embargo, puede que los legisladores relajen algunas restricciones este año. Una portavoz de los NIH dice que están esperando la publicación el mes que viene de directrices actualizadas de la International Society for Stem Cell Research “para asegurar que nuestra postura refleja la contribución de la comunidad, que ha sido muy meditada”. La agencia relajó las restricciones a la investigación de tejido fetal a principios de mes. “Creo que los NIH están ansiosos por avanzar”, dice el doctor Hyun, que dirigió el comité que actualizó las directrices de la organización para experimentos que involucraran quimeras de humano y mono.

El doctor Izpisúa Belmonte dice que acepta la supervisión. En parte debido a su insistencia, el reciente experimento fue examinado previamente no solo por juntas de revisión institucional en EEUU y China, sino también por tres expertos en bioética independientes. “No todo lo que los científicos podemos hacer debería hacerse”, explica. “Los experimentos como este sin duda despiertan muchas preocupaciones”.

“Mientras sea un embrión en una placa no nos preocupa”, declara el doctor Greely

La investigación con primates es cada vez más difícil en Europa y EEUU. El equipo de Salk colaboró con científicos en China para aprovecharse de su creciente experiencia en mantener embriones de mono vivos fuera del cuerpo. China designó la creación de modelos de enfermedades en primates como objetivo nacional en 2011, aspirando a crear monos alterados genéticamente aptos para estudiar tratamientos o curas para una variedad de enfermedades y trastornos cerebrales como el autismo.

Mientras sigue habiendo obstáculos técnicos, los científicos en China ya utilizan instrumentos de ingeniería embrionaria, como la clonación, para acelerar la cría de primates con nuevas características a través de técnicas modernas de edición genética. “Mientras sea un embrión en una placa no nos preocupa”, declara el doctor Greely de la quimera de humano y mono. “Si realmente intentas gestar algo así, sobre todo si puedes completarlo con éxito, entonces los problemas se vuelven más relevantes”.

*Contenido con licencia de 'The Wall Street Journal'.

Imagine cerdos con corazones humanos o ratones cuyos cerebros tienen una pizca de inteligencia humana. Los científicos están trabajando en crear un puñado de estas creaciones experimentales, llamadas quimeras, introduciendo potentes células humanas en ratones, ratas, cerdos y vacas. Esperan que las nuevas combinaciones se puedan utilizar un día para desarrollar órganos humanos para trasplantes, estudiar enfermedades humanas o probar nuevos medicamentos.

En el último avance, investigadores de EEUU y China anunciaron a principios de mes que habían creado embriones que combinaban células de humano y de mono por primera vez. Por ahora estas quimeras mitad humano mitad mono no son más que manojos de células incipientes en una placa de laboratorio, pero las repercusiones son extensas, según expertos en ética. El uso de primates tan estrechamente relacionados con los humanos despierta preocupaciones sobre consecuencias no deseadas, bienestar animal y la condición moral de embriones híbridos, aunque el valor científico del trabajo sea bastante alto.

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